Yodo y la salud femenina

Fertilidad. La deficiencia más frecuente en mujeres con dificultad para embarazarse es la de yodo. Si bien todo el cuerpo lo necesita una de las mayores concentraciones se da en el útero y los ovarios. Esto ocasiona irregularidad menstrual, líbido disminuida, abortos espontáneos, anovulación, partos prematuros, y pre-eclampsia. Algunas mujeres experimentan un hipotiroidismo autoinmune: sus cuerpos producen células K que atacan sus propios tejidos, incluyendo su tiroides y al feto. 

Así es que no sólo es el cretinismo lo que debe preocuparnos de la deficiencia de yodo sino los embarazos interrumpidos por muerte del producto o que nazcan ya muertos. El yodo es esencial para la supervivencia del infante, ya que incluso disminuye la tasa de mortalidad de los neonatos. 

El hipotiroidismo es una causa común de infertilidad en mujeres y de espermas incompetentes en varones. Esto sucede aun y cuando sus T3 y T4 aparezcan normales en los análisis. 

Dismenorreas. Otro síntoma común del hipotiroidismo es la disfunción del ciclo femenino. En las niñas, la menarquía puede, o retrasarse o, llegar prematura, debido al hipotiroidismo. En el otro extremo, a la menopausia puede sucederle lo mismo. Durante la edad reproductiva, el ciclo menstrual puede alterarse de cualquier forma imaginable. La más común es la dismenorrea o sangrado irregular. Y es que el forro del útero (endometrio) como cualquier otro tejido corporal, requiere de hormonas tiroideas para su crecimiento y funcionamiento apropiados. 

Embarazo. El yodo es más importante durante el embarazo que cualquier otra cosa, ya que su deficiencia severa incrementa el riesgo de aborto espontáneo y parto mortinato. Si el bebé sobrevive el parto es factible que sufra un retardo mental irreversible, conocido como cretinismo. En niños con insuficiencia de yodo, se presentan incapacidad de aprendizaje y baja motivación. La leche materna 

contiene más yodo que cualquier “fórmula”, y los bebés prematuros, a menudo alimentados con esas fórmulas, tienen mayor riesgo de deficiencia. 

En los recién nacidos, la deficiencia de yodo causa cretinismo (hipotiroidismo neonatal) caracterizado por ictericia, bajo apetito, estreñimiento, llanto áspero, hernia umbilical (ombligo saltón), y desarrollo óseo retardado. Si no se diagnostica y trata durante los primeros meses, esta deficiencia desemboca en retraso mental. La deficiencia de yodo que comienza en la niñez (hipotiroidismo juvenil) retarda el crecimiento, resultando con extremidades cortas y desarrollo tardío de la dentición. 

Adicionalmente, la presencia del yodo previene la acumulación de metales pesados que pueden cruzar la placenta protegiendo al feto de la toxicidad. 

Glándulas mamarias. Las algas marinas, siendo una fuente óptima de yodo, potasio, hierro, calcio, magnesio y fibra, son además reconocidas por su actividad antinflamatoria, antioxidante, anticoagulante y antibiótica. Son fuente considerable de carotenoides, antioxidantes, inmuno moduladores, vitaminas, y, sobre todo, de minerales orgánicos. 

Una de las principales preocupaciones mundiales sobre salud femenina es el cáncer de mama. 

Numerosos estudios dan evidencia de que el consumo regular de algas marinas reduce el riesgo de cáncer mamario: 

  • Alteran favorablemente el metabolismo estrogénico. 
  • Inhiben la proliferación de células cancerosas. 
  • Facilitan la conversión intestinal de fitoestrógenos. 
  • Contienen los omega-3 EPA, DHA y ácido estearidónico. 
  • Inducen la apoptosis de células tumorales. 
  • Fortalecen la respuesta inmunitaria, sobre todo por su contenido de yodo.

Alarcón Diane, Paloma Martínez Serrano y Gema del Pliego Pilo. “Importancia del yodo en la gestación”. Agosto 2006. Elsevier.es https://bit.ly/3WluWv1

“Yodo”. National Institute of Health. Julio 2022 https://bit.ly/3YnWbal

“Porque la falta de yodo puede causar daños serios a tu salud”. BBC Mundo. Febrero 2018 https://bbc.in/3WlSXlE

Sodas y refrescos incrementan el riesgo de cáncer hasta 40% 

Al menos en EUA, ¼ de millón de varones son diagnosticados con cáncer de próstata cada año, y muchos sufren con tratamientos invasivos que cortan, irradian o envenenan las células tumorales en un esfuerzo por controlar la enfermedad. 

De manera similar a otros tipos de cáncer, el de próstata está íntimamente relacionado al estilo de vida y la alimentación ejercidos durante décadas. 

Investigaciones recientes por publicarse en la revista American Journal of Clinical Nutrition, se encontró que el consumo de carbohidratos refinados de alto índice glicémico y las bebidas azucaradas aumentan dramáticamente el riesgo de las formas más agresivas del cáncer prostático. 

Un estudio en la Universidad de Lund en Suiza, determinó que los varones que beben una soda al día están en mayor riesgo de desarrollar los carcinomas prostáticos más agresivos. La Dra. Isabel Drake, investigadora en jefe, comentó: “entre los varones que beben muchas sodas y otras bebidas azucaradas, observamos un aumento del cáncer de próstata de alrededor del 40%”. Esto es, de quienes consumen una lata diaria de 350ml (12oz), 4 de cada 10 desarrollan alguna forma agresiva del cáncer y requerirán tratamiento. 

Las bebidas azucaradas y los carbohidratos refinados elevan la secreción de insulina y aumentan el riesgo de cáncer. 

Los investigadores monitorearon a 8,000 varones con edades entre 45 y 73 años durante 15 años. Encontraron que aquellos que tenían una dieta cargada de carbohidratos refinados, incluyendo derivados del trigo, arroz blanco y pastas, aumentaban el riesgo de desarrollar formas benignas de cáncer prostático en 31% y que típicamente no requería tratamiento oncológico. Aquellos que consumían abundantes cereales azucarados en el desayuno, tenían un riesgo del 38% de desarrollar formas no agresivas del cáncer. 

Como una nota preocupante, los científicos encontraron que el riesgo no es aplicable a la enfermedad detectada tempranamente vía pruebas de sangre, sino a formas de cáncer que ya han progresado lo suficiente como para ocasionar síntomas. Esto es relevante porque los carcinomas de rápido crecimiento son más letales. 

Los autores creen que el azúcar dispara la secreción de la hormona insulina la que a su vez nutre a los tumores. 

En el pasado, muchos estudios han relacionado la ingesta de sodas a la osteoartritis, así como a un riesgo del 80% de derrame cerebral en mujeres. 

También el ácido fosfórico y el colorante caramelo presentes en muchas sodas han sido implicados con el desarrollo y progresión del cáncer. 

Así es que a los varones les conviene evitar todas las bebidas azucaradas, especialmente las sodas, y limitar su consumo de carbohidratos a los cereales enteros y a sus derivados integrales. 

Esto reducirá significativamente el riesgo de cáncer prostático al igual que la mayoría de enfermedades degenerativas.