estréseinfecciones

Estrés e infecciones

Ante situaciones de estrés, nuestro cuerpo tiene mecanismos de protección para conservar el equilibrio, activando los sistemas nervioso, inmunológico y glandular.

La respuesta al estrés se da a tres niveles:

• Fisiológico (taquicardia, hipertensión, enfermedades coronarias, hiperglucemia, asma bronquial o síndrome de hiperventilación, sequedad de boca, aumento del colesterol, diuresis, etc.), • Cognitivo (dificultades de atención y concentración, irritabilidad, olvidos frecuentes, incapacidad para decidir, etc.) y • Motor (tartamudeo, temblores, contracturas musculares, tics, predisposición a accidentes, etc.).

Otras alteraciones son:

• Desequilibrios intestinales (colitis ulcerosa, úlcera péptica, aerofagia y estreñimiento),

 • Problemas dermatológicos (prurito, sudoración excesiva, dermatitis atípica, alopecia) 

• Problemas sexuales (eyaculación precoz, impotencia, vaginismo y alteraciones del deseo).

Tampoco hay que olvidar los desequilibrios psicopatológicos:

• Adicciones 

• Cambios en el patrón del sueño 

• Conductas obsesivas y compulsivas 

• Consumo de drogas • Estados ansiosos 

• Fobias • Miedos • Trastornos de personalidad, 

• Trastornos del estrés postraumático

El estrés sostenido tiene gran relación con la respuesta inmune:

• Recurrencia de infecciones, 

• Desarrollo de procesos autoinmunes, 

• Desarrollo de alergias y 

• Desarrollo de procesos tumorales.

El concepto de que la inmunidad está relacionada con el sistema nervioso (SNC) comenzó hace siglos. Galeno demostró que las personas que tenían una depresión melancólica importante presentaban más cáncer de mama que las que no tenían depresión.

Posteriormente se demostró que las lesiones del SNC producían cambios en la resistencia inmune del sujeto.

En los años 1920 se observó que los factores psicológicos influían en la respuesta inmune. Sin embargo, hasta 1969 se desarrolló el concepto de la integración entre el SNC, el sistema endocrino y la respuesta inmune: la psiconeuroinmunoendocrinología.

El gran impacto del SNC sobre la respuesta inmune se definió como el síndrome general de adaptación (SGA) en 1978, con la descripción de tres fases:

• Reacción de alarma 

• Estado de resistencia 

• Etapa de agotamiento.

Así se entendió que el estrés cambia el perfil suprarrenal afectando la liberación de la hormona suprarrenal, lo que produce cambios inmunológicos.

En este proceso hay tres protagonistas importantes:

• El SNC, del cual hasta hace poco tiempo se creía que los únicos elementos que poseía eran los neurotransmisores; 

• La glándula suprarrenal, como la principal del sistema endocrino, encargada de la liberación de catecolaminas y cortisol; 

• El sistema inmunológico, que libera anticuerpos desde los linfocitos B y citoquinas hasta los linfocitos T.

Estrés e infecciones

Típicos antecedentes de pacientes con estrés crónico: elementos depresivos y mayor tendencia a infecciones tuberculosas.

También se ha relacionado el estrés con la presencia de Helicobacter pylori en la mucosa gástrica.

Los pacientes con SIDA, entre más depresivos, tienen mayor posibilidad de aumentar la replicación viral.

En el estrés crónico hay mayor incidencia de procesos virales, como resfríos.

Un estudio en 400 pacientes midió el nivel de estrés psicológico y se vio la relación entre este y el desarrollo de enfermedad. Al inocularles 5 cepas de virus del resfrío, se encontró que casi el 60% de los sujetos con nivel alto tenían rápidamente un resfrío común; en cambio, en el grupo con nivel bajo, la probabilidad de infección fue mucho menor.

Otro resultado interesante se obtuvo al exponer a un grupo de personas a una música agradable y comparar los resultados con los de personas expuestas a un estímulo desagradable midiendo los niveles de IgA secretora que protege al sistema respiratorio; se encontró que sus niveles guardaban estrecha relación con los cambios de humor, lo que puede explicar por qué entran más agentes infecciosos por las mucosas cuando la persona se siente mal.

Por último, en la relación entre estrés y respuesta inmune hay una conclusión interesante: en pacientes con estrés hay una depresión de las células defensivas NK, lo que puede explicar por qué un paciente depresivo tiene más infecciones repetidas.

  • Este texto completo es la transcripción editada y revisada de la conferencia dictada en el marco del XL Congreso Chileno de Pediatría, realizado en Marbella entre los días 31 de octubre al 4 de noviembre de 2000. El evento fue organizado por la Sociedad Chilena de Pediatría. • Navas, M. (2011). La Psiconeuroinmunología y la promoción de la salud. 26/04/2017, de XII Congreso Internacional de Teoría de la Educación. Sitio web: http://www.cite2011.com/Comunicaciones/Neurociencia/15.pdf