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Exponerse a la tierra y a los gérmenes para mejorar la salud
¿Las alergias y el asma se gestan por demasiada limpieza?
Exponernos a gérmenes mejora nuestra salud
Hoy es común lavarse las manos con jabón antibacteriano o limpiarlas con geles antibacterianos, desinfectar baños y cocinas con cloro y otros químicos agresivos, y lavar trastes y ropa con fórmulas mata bichos. Y claro que todas son armas efectivas para reducir y controlar gérmenes.
Pero eso no significa que debamos buscar que nuestra familia, y los niños -cuyos sistemas inmunes aún están desarrollándose1- eviten todos los gérmenes ¡como si fuera posible!
Existe un creciente volumen de estudios que demuestran que los microbios y la tierra, son cruciales para nuestro bienestar.
La investigación indica que la exposición temprana a una variedad de microbios ayuda a reducir el riesgo de desarrollar condiciones como asma2 y alergias3.
Con la llegada de escusados y sistemas de drenaje a comienzo de los 1900’s y el posterior uso masivo de jabones y detergentes antibacterianos y otros productos agresivos4, las condiciones de vida son más higiénicas que nunca. Pero según algunos expertos ¡ese es el problema!
De acuerdo a la hipótesis de la higiene, la gente que crece con altos niveles de sanidad carece de un intercambio evolutivo normal con microbios, polen, y otras cosas microscópicas del ambiente, y esto perjudica el desarrollo de su sistema inmunológico.
Demasiado esteril
“Creo que somos una sociedad demasiado limpia” dice el Dr. Christopher Carpenter, Jefe De Enfermedades Infecciosas y Medicina Internacional del Hospital Beaumont5 en Royal Oak, Michigan, EUA. “nuestro miedo por los gérmenes nos ha llevado demasiado lejos a intentar mantener todo seguro y estéril al extremo de hacernos más daño que beneficio.”
“Estamos esterilizando demasiado” agrega Kiran Krishnan, un microbiólogo y científico en jefe de los Laboratorios Microbiome de St. Augustine, Florida, EUA. “Exponernos a los microbios es parte esencial de ser humanos. Mucho de nuestro sistema inmune se compone de tejidos que requieren ser activados por microbios a los que nos exponemos, y requiere la presencia de bacterias amigables para regular sus funciones.
Piensa en el sistema inmune como un ejército cargado de pertrechos pero sin general que los comande. Ese General son los microbios amigables en nuestro cuerpo.” La vasta mayoría de microbios (entre 97% y 99%) son benignos o benéficos, y son la mejor protección para combatir microrganismos patógenos, dice Krishnan.
Carpenter y Krishnan dicen que no están en contra de la buena higiene. Pero la sociedad moderna se ha pasado de la raya con tanto producto germicida y antibacteriano, que mata indiscriminadamente a todo tipo de microbios, incluidos los benignos que ayudan a mantener fuerte y diversificado a nuestro microbioma6. Cada quien tiene un microbioma, un conjunto de más de 100 mil billones de microbios que viven sobre, o dentro, de nuestro cuerpo, la mayoría en el tracto digestivo. “Entre más diverso sea el microbioma, mayor será la salud” dice Krishnan.
Un estudio publicado en 2015 en la revista Internacional Occupational & Environmental Medicine, estudió los efectos del uso del cloro en los hogares de más de 9,000 niños con edades entre 6 y 12 años en españa, holanda y finlandia. La incidencia de infecciones como la influenza, amigdalitis, sinusitis, bronquitis y neumonía, fue mayor en las casas donde se usó el cloro.
Los beneficios de la tierra
La hipótesis de la higiene es algo más que ver como limpiamos y desinfectamos los hogares modernos. Los niños entran en contacto con los microbios en una variedad de formas, incluyendo el contacto con familiares y con sus mascotas o solo por estar al aire libre. Seguramente su madre los regañó por jugar en la tierra, pero hacerlo puede ser muy saludable, de acuerdo con el estudio publicado en 2016 en la revista New England Journal of Medicine. Los investigadores estudiaron a dos grupos agrícolas cristianos tradicionales: los Amish y los Huteritas. Los Amish practican la agricultura tradicional usando herramientas manuales, mientras que los Huteritas usan equipos agrícolas modernos como tractores y trascabos.
Comparados con los niños Huteritas, el grupo Amish tuvo una prevalencia mucho más baja de asma. Los investigadores analizaron la sangre de ambos grupos de niños y encontraron que los Amish tenían significativamente más glóbulos blancos, que son clave para combatir infecciones. Un autor teoriza esto era porque los niños Amish tenían un mayor contacto con microbios, lo cual estimulaba su sistema inmune7.
Más allá de la limpieza, otros factores, como la dieta o el abuso de antibióticos, también afecta el equilibrio de los bichos en nuestro microbioma. Además, en la creciente disminución del contacto con microbios juega una parte el aumento de partos por cesárea, dicen los proponentes de la hipótesis de la higiene.
Existe evidencia para demostrar que lo que pasa en el útero al nacer también impacta a los bichos de nuestro tracto digestivo. Se encontró que el parto vaginal expone a los bebés a microbios benignos que ayudan a establecer un microbioma digestivo saludable, en comparación con bebés que nacen por cesárea. Hay evidencia publicada en 2018 en the lancet8 en que se menciona que los riesgos de nacer por cesárea incluyen alteraciones en el desarrollo del sistema inmune, una mayor incidencia de alergias y asma, y menor diversidad del microbioma intestinal de los niños.
Estudios epidemiológicos han relacionado el parto por cesárea
Con mayor incidencia de asma, alergias, problemas autoinmunes, y obesidad, según la investigación publicada en 2018 en Frontiers of Medicine9. Pero sugiere que hay otros factores como el recibir lactancia materna por tiempo suficiente, un factor que también determina la diversidad del microbioma intestinal.
Bienvenidos esos microbios
No se tiene que vivir en una granja para aumentar la diversidad de nuestro microbioma. Los expertos sugieren otras estrategias:
Llevar la cuenta de nuestro microbioma.
Solo un pequeño porcentaje de bacterias –como clostridium difficile que puede causar diarrea severa- pueden ser nocivos en nuestro microbioma si este no tiene la diversidad suficiente. Existen estudios clínicos que analizan nuestros microorganismos digestivos, dice Carpenter, como el American Gut Project de la Uc San Diego, incluido el de la piel.
Y existen maneras sencillas de tonificar el sistema inmune, dice Krishnan. “casí a cualquier parte que vayamos, desde parques hasta bosques y ríos, entramos en contacto con microbios”. Entran por nuestro sistema respiratorio, el sistema digestivo, o se cuelgan de nuestra piel.
Reducir el uso de limpiadores base cloro.
Estos productos esterilizan superficies, pero el vivir en un ambiente esterilizado puede ser malo para el microbioma. “tenemos que construir un ambiente microbiano saludable en el hogar”, dice Krishnan. “no queremos vivir en una casa esterilizada”.
Evitar jabones antibacterianos 10.
A menos de que se esté en un hospital y se requiera evitar infecciones, no usarlos, ya que matan microbios buenos y malos sin distinción, dice carpenter. Los limpiadores biológicos, basados en cítricos o vinagre, u otra composición orgánica, son buenas alternativas, dice el microbiólogo, porque protegen de las infecciones pero sin matar los microbios de nuestra piel.
Iniciar un huerto – jardinear.
Es una excelente manera de llenarse las manos de tierra, y de enseñar a los niños también. Además lo que sembremos diversificará la dieta con alimentos frescos que a su vez fortalecen la salud del tracto digestivo.
Tener una mascota.
La investigación11 sugiere que la exposición temprana con mascotas o animales de granja reduce el riesgo de desarrollar asma en los niños. En el menor de los casos, se divertirán y desarrollarán habilidades de convivencia.
Tener mayor interacción con otras personas.
“No abrazamos ni besamos tanto como deberíamos”, dice Krishnan. Necesitamos mayor interacción con otros humanos, porque el intercambio de microbios12 que realizamos es importante para nuestro sistema inmune.”
Estas interacciones nos dan la oportunidad de enriquecer nuestra variedad en el microbioma –y así tener una mejor salud.
Referencias
- https://health.usnews.com/wellness/family/articles/2017-07-11/is-your-home-too-clean-for-your-childs-health
- https://health.usnews.com/conditions/respiratory-disease/asthma
- https://health.usnews.com/conditions/allergies7
- https://health.usnews.com/wellness/articles/2016-09-28/the-toxic-chemicals-lurking-in-your-household-dust
- https://health.usnews.com/best-hospitals/area/mi/beaumont-hospital-6442245
- https://health.usnews.com/wellness/mind/articles/2018-05-01/gut-check-is-a-microbiome-imbalance-undermining-your-mental-health
- https://health.usnews.com/health-news/blogs/eat-run/articles/2016-11-28/7-ways-not-to-get-sick-this-season
- https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(18)31930-5/fulltext
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5945806/pdf/fmed-05-00135.pdf
- https://health.usnews.com/drugs/rankings/top-rec-antibacterial-soaps
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4805472/7
- https://health.usnews.com/health-news/patient-advice/articles/2015/06/08/exploring-the-link-between-gut-microbes-and-diabetes
Christopher Carpenter, MD y Kiran Krishnan, PhD
Escrito por By Ruben Castaneda y Michael O. SchroederSept. 19, 2019
Ruben Castaneda ha colaborado con U.S. News desde Septiembre, 2016.
Michael O. Schroeder ha colaborado como editor de salud con U.S. News desde 2015.