La Hora Sana de la Semana

Es bien sabido entre aquellos que hacen del acto de dar una costumbre, que al ayudar a los demás, tarde o temprano se regresan esas buenas acciones materializadas en diferentes formas y muchas veces multiplicadas, beneficiando tanto a quien da, como a quien recibe.
Cuando haces una buena acción en beneficio de otra persona, te conviertes en una persona mejor. El efecto positivo que esa buena acción tiene sobre ti perdura mucho, aún después de que el beneficiario lo haya olvidado.
Las buenas obras no tienen por qué ser grandes o costosas. Y los mejores regalos que puedes dar son tu tiempo y tu mismo. Una palabra amable o una pequeña cortesía siempre serán recordadas y apreciadas.