Sal refinada-veneno cotidiano 

¿Cómo la sal marina tan saludable se convirtió en un veneno? Por el interés económico por encima de la salud: una persona sana no es “rentable”. 

El problema no es la sal sino la refinación. Químicamente la sal marina y la sal refinada son compuestos diferentes. La sal marina contiene 84 elementos vitales. Como toda la vida surgió del mar, todas las formas de vida llevamos la “sopa madre” en nuestros fluidos internos. 

LA REFINACIÓN. La industria desarrolló el refinamiento porque descubrió el valor industrial del cloruro de sodio para fabricar productos químicos como plásticos, combustibles, productos bélicos y aceites minerales; y la industria alimentaria la usa como conservador. Por estas razones 93% de la sal refinada es para fines industriales; 4% es conservador alimentario; apenas 3% para la mesa. 

El cloruro sódico químicamente puro no existe en la naturaleza. El organismo no lo reconoce y lo considera tóxico por su reactividad. 

LOS ADITIVOS. Yodo y flúor industrial que no se metabolizan y forman nitratos cancerígenos responsables de tumores y reacciones alérgicas. Pueden causar hipertiroidismo, tiroiditis y disminución de fertilidad. El flúor produce problemas neurológicos, endocrinos y déficit de atención. Además se agregan dextrosa, bicarbonato, e hidróxido de aluminio -relacionado con Alzheimer-, huesos pulverizados, aluminatos, ferrocianuro, citrato amoniacal, prusiato amarillo y carbonato de magnesio. 

EL PROBLEMA DEL SODIO. El enorme consumo de sodio proviene mayormente de productos industriales. Los especialistas sugieren ahora evitar la sal para resolver el exceso de sodio, ignorando que el consumidor ingiere sodio oculto en alimentos industrializados, como el pan de caja (500mg por 100g). La OMS recomienda no superar 2.4gr por adulto. Con 500gr diarios de pan se excede. 

Perjuicios de la sal refinada. 

RETENCIÓN DE LÍQUIDOS. Se neutraliza Sodio usando agua intracelular. Cada gramo de cloruro sódico exige 23grde agua intracelular. Los riñones pueden excretar 5-7gr diarios, pero consumimos 12- 20gr. Este déficit crea problemas renales. Al multiplicar por 365 días anuales se genera retención de líquidos que produce aumento de peso y exigencia para corazón, hígado y riñones. Los tejidos se deshidratan creando senilidad latente. Y beber agua no basta para reponerla, porque el líquido intracelular no es solo agua sino plasma marino. 

OBESIDAD Y CELULITIS. El organismo usa grasas para encapsular el sodio y aislarlo. Como consecuencia se forma tejido esponjoso que genera sobrepeso y celulitis. 

CRISTALIZACIÓN Y ESCLEROSIS. Más de 35g de cristales resulta letal. El cloruro sódico se une con aminoácidos animales de lácteos y cárnicos y forma cristales de ácido úrico. Se depositan en huesos y articulaciones provocando artritis, gota, reuma. Otros cristales forman arenillas y cálculos y otros más cristalizan las arterias causando fragilidad y esclerosis. 

Otros perjuicios: problemas emocionales, excitación, insomnio, fatiga, úlceras, dependencia adictiva, hipertrofia suprarrenal, calvicie, estreñimiento, cáncer gástrico y osteoporosis.