El tejocote. Grande en propiedades, pequeño en su tamaño

Cuando la temporada de frío comienza, es bueno el consumo del tejocote, un pequeño fruto con increíble valor nutricional, que es utilizado en muchos hogares mexicanos durante las fiestas navideñas.

Redondo, de color amarillo, este fruto contiene buenos niveles de calcio, y, por su alto contenido de hierro, favorece la producción de hemoglobina.

Contiene además vitaminas del complejo B y vitamina C, antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico y contribuyen en la absorción de hierro.

Disminuye la cantidad de glucosa en la orina y la sangre, por lo que es conveniente para la gente enferma de diabetes.

Para el tratamiento de enfermedades respiratorias como resfrío, tos, asma, pulmonía, o bronquitis, este fruto se hierve solo o con otras hierbas y flores (lima, canela, bugambilia, gordolobo).

Su consumo generalmente es crudo, cocido, o en conserva (mermeladas y ate) y por su tamaño, suele deshuesarse para los niños pequeños y darles solo la pulpa, que ayuda a sus defensas en el invierno. El jarabe de tejocote preparado al 30 %, tiene efectos pectorales, por lo que es útil en las afecciones de las vías respiratorias cuando los síntomas que predominan sean tos, congestión bronquial e inflamación pulmonar.

En Jalisco, para la pulmonía y el asma, se prepara cocimiento con eucalipto, flor de bugambilia, corteza de capulín, sauco, flor de gordolobo, y se toma el té antes de cada comida.

Preparación: hervir por 5 minutos ½ taza de frutos picados en 1 litro de agua, reposar por 40 minutos, tomar 2 a 3 tazas al día.