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La enfermedad de Parkinson y la nutrición

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que se caracteriza por movimientos lentos e involuntarios y músculos rígidos.

Generalmente se manifiesta en adultos mayores de 40 años. Los síntomas primarios y tempranos son anosmia, bradiquinesia, depresión, tics musculares y temblor.

Desde el punto de vista de la terapia bioquímica nutricional, hemos encontrado niveles altos de homocisteína en estos pacientes. Otros investigadores han llegado a la misma conclusión (Firshein, R. The Nutraceutical Revolution. Riverhead Books via Penguin Putnam Inc., New York, USA. 1998:147).

La deficiencia nutricional típica en los pacientes con Parkinson es la de la vitamina B-6, que facilita la producción de la dopamina en el cerebro. La evidencia clínica muesta que suplementar con vitamina B-6 puede mejorar el control de la vejiga, disminuir los calambres, los temblores y la rigidez.

Quienes sufren de Parkinson no deben consumir aspartame ni glutamato monosodico ya que puedeN exacerbarla por sus efectos excitotóxicos.

Entre los metales pesados que pueden dañar a estos individuos, el aluminio está elevado en personas con Parkinson. En la literatura médica existen otros reportes con el mismo hallazgo (Dalton, et al, Aluminium and calcium in soil and food from Guam, Palau and Jamaica: implications for ALD and Parkinsonism-dementia syndromes of Guam. Brain. 112:45-53, 1989).

La exposición excesiva al monóxido de carbono está implicada en el surgimiento del Parkinson (Parkinsonism alter carbon monoxide poisoning, Choi IS, Eur Neurol, 2002;48:30-33).

También la exposición excesiva a pesticidas organoclorados y a los fosfatos, está implicada en el surgimiento de esta enfermedad.

Se piensa que los radicales libres están involucrados en el surgimiento de varias alteraciones neuronales como la de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la lipofuscinosis ceroide neuronal. También se asume que juega un papel en la lesión cerebral causada por la isquemia o algún traumatismo. Varios pacientes recibieron diferentes antioxidantes como el ácido ascórbico, la coenzima Q-10 y luego se midieron sus niveles en el líquido cefalorraquídeo y el plasma (Free Radic Biol Med 1996;21(2):211-7).

Por otro lado, se piensa que la neuropatología asociada con el Parkinson dentro y alrededor de la substantia nigra, involucra la producción excesiva de radicales libres, autoxidación de la dopamina, defectos en la expresión de la glutatión peroxidasa, niveles bajos de glutatión reducido, homeostasis alterada del calcio, excitotoxicidad y defectos genéticos en la actividad mitocondrial del complejo I. En un estudio se demostró que la coenzima Q-10 produjo una protección significativa en ambos modelos de investigación (Neurotoxicology 2001, Apr;22(2):283-8).

Hay evidencia de que la disfunción mitocondrial y el daño oxidativo, juegan un papel en la patogénesis del Parkinson. Hay evidencia de que las mitocondrias son una importante fuente de radicales libres dentro de las células. Entre los agentes que han demostrado ser benéficos en los modelos animales de la enfermedad de Parkinson se encuentran la creatina y la coenzima Q-10. Esta última ha demostrado efectos prometedores en ensayos clínicos del Parkinson lo mismo que en la enfermedad de Huntington y la Ataxia de Friedreich (Ann Neurol 2003;53(3Suppl 1):539-48).

En otro estudio clínico con 210 hombres y 184 mujeres con Parkinson, hubo una asociación positiva encontrada entre la ingesta de productos lácteos y el riesgo de contraer la enfermedad de parkinson en los hombres, pero no en las mujeres. No se pudo asociar otro grupo alimenticio con el riesgo de sufrir la enfermedad de Parkinson en hombres y en mujeres. Los hombres mostraron asociaciones positivas con el riesgo del Parkinson por la ingesta de varios alimentos lácteos (el calcio lácteo, la vitamina D láctea, la lactosa y la proteína láctea, pero no la grasa lactea (Diet and Parkinson´s disease: A potencial role of dairy products in men. Chen H Zang SM, Hernan Ma et al. Ann Neurol, December 2002;52(6):793-801).

Al estudiar a un grupo de casi 100 pacientes con Parkinson, el beber agua de pozo y las lesiones en la cabeza, fueron factores de riesgo para que se desarrollara a una edad más temprana. Por otro lado, se demostró que el ejercicio tiene un efecto protector contra dicha enfermedad (Environmental risk factors of young onset Parkinson´s disease: A case-control study. Tsai CH, Lo SK et al. Clin Neurol Neurosurg, 2002;104:328-333).

La coenzima Q-10 es un catalizador vital muy importante en la producción de la energía que las células necesitan para subsistir. Si se rompe la cadena de energía celular, no habrá energía, y por lo tanto tampoco habrá vida. Para que nuestro cuerpo pueda producir energía, se requiere de una complicada cadena de procesos bioquímicos. Dentro de esta cadena, uno de los químicos más importantes, es la Coenzima Q-10. Parece que mejora la función de las mitocondrias y las protege de la oxidación. Las mitocondrias son básicamente los generadores de poder en las células, incluyendo a las del corazón y a las neuronas cerebrales. Las mitocondrias producen la molécula de energía llamada ATP, que se requiere dentro de todas las células para funcionar normalmente. El cerebro y el corazón consumen grandes cantidades de ATP. Muchas enfermedades del envejecimiento, como alzheimer, parkinson, enfermedades cardíacas, etc. son causadas por la degeneración y muerte de las mitocondrias.

Ha habido reportes en la literatura médica que indican que los medicamentos que bajan el colesterol pueden causar disminución en los niveles de la coenzima Q-10 llevándonos hacia algunos efectos colaterales, que incluyen la destrucción de las células nerviosas y musculares.

Afortunadamente se realizó el primer gran estudio en seres humanos. Esta investigación clínica fue multicéntrica, randomizada, con grupos paralelos, controlada con placebo, doble ciego con rango de dosificación. El objetivo fue evaluar un rango de dosis de la coenzima Q-10 para la seguridad y la eficacia en el tratamiento de la enfermedad temprana de Parkinson.

Todos los pacientes del estudio tenían 3 características primarias del Parkinson, temblor, rigidez y movimientos lentos, y habían sido diagnosticados dentro de los 5 años desde el momento en que fueron enrolados.

Después de un sondeo inicial y pruebas sanguíneas básicas, los pacientes fueron divididos al azar en 4 grupos, 3 grupos recibieron Coenzima Q-10 en 3 diferentes dosis junto con vitamina E, mientras que el cuarto grupo recibió un placebo que sólo contenía vitamina E. Cada persona participante recibió una evaluación clínica 1 mes más tarde, y cada 4 meses por un total de 16 meses, o hasta que el investigador determinó que el paciente necesitaba tratamiento con levo dopa. Ninguno de los pacientes o de los investigadores sabía cuál tratamiento había recibido cada paciente hasta que el estudio terminó.

Durante el período del estudio, el grupo que recibió la dosis más grande de coenzima q-10 tuvo 44% menos declinación en la función mental, la función motora, y la habilidad para realizar las actividades cotidianas como como alimentarse y vestirse.

Los grupos que recibieron coenzima Q-10 también tuvieron incrementos significativos en las reacciones productoras de energía dentro de sus mitocondrias.

Las conclusiones de este estudio son que la coenzima Q-10 es Segura y bien tolerada, y lo más importante es que la coenzima Q-10 retrasa el progreso de la enfermedad de Parkinson.

 

Evitar:

  • Carbohidratos refinados (harina de trigo, almidón de maíz, azúcares –sacarosa, alta fructosa, dextrosa- y endulzantes artificiales)
  • Alimentos Inflamatorios y reacciones auto inmunológicas
  • Grasas transgénicas, aceites vegetales hidrogenados
  • Sal refinada, Glutamato Monosódico

 

Suplementos clave:

  • PRKN Homeopático: 20 gotas 2-3 veces al día
  • Comer crema de habas secas 2-3 veces/semana
  • Magnesio: 1 gr dos veces al día
  • Mucuna: 1 gr en polvo 2-3 veces al día, con una bebida
  • Triptofano: 1 gr dos veces al día
  • Gaba: 1 gr dos veces al día
  • Vitamina B-6: 500 mg dos veces al día
  • Coenzima Q-10: en combinación con antioxidantes y glutation liposomales
  • Yerba Mate en vez de café (uso preventivo)

Dr. Héctor Solórzano del Río. Prof. Farmacología CUCS, Universidad de Guadalajara