La evidencia de que la dieta occidental es un factor de riesgo para el asma continua creciendo. Se trata de un problema de salud muy serio y en alarmante aumento mundial.

Uno de los estudios que validan la relación entre el asma y la dieta occidental fue publicado en la Revista Europea de Padecimientos Respiratorios (European Respiratory Journal) en 2008. Investigadores franceses y mexicanos dividieron a 54,673 mujeres francesas en 3 grupos clasificados según sus hábitos dietéticos: el prudente (con alta ingesta de frutas y verduras); el nueces y vino por el marcado consumo de ambos, y el occidental por su consumo elevado de carnes frías y embutidos, pizza, postres y botanas.

Las del grupo occidental experimentaron más ataques de asma que en los otros dos grupos, mientras que las del grupo nueces y vino (cercano a la dieta mediterránea) tuvieron significativamente menos.

Por lo anterior concluyeron que la dieta puede estar involucrada en la exacerbación de las crisis del asma.

 

Hay que bajarle a las hamburguesas.

A este estudio siguió otro publicado en la revista Thorax en 2010 que incluyó a más de 50,000 niños en 20 países. Encontraron que entre los niños que vivían en países ricos, comer 3 o más hamburguesas por semana estaba asociado a un mayor riesgo de desarrollar asma. Pero tomando a todos los países en su conjunto, el mayor consumo de frutas y verduras estuvo asociado a un riesgo significativamente menor de desarrollar asma.

Otro estudio de 2013 publicado en la revista Allergy encontró una relación aún más fuerte: los niños que consumían 1 hamburguesa por semana eran 75% más susceptibles de sufrir asma y 2 veces más susceptibles de sufrir sibilancia que los que comían menos hamburguesas. Otras comidas rápidas también fueron ligadas con un mayor riesgo de asma.

Otro estudio publicado en 2013 puso su atención, no en las hamburguesas, sino en una variedad mayor de alimentos, incluyendo: carnes, comidas rápidas, lácteos, huevo, papas, granos y sus derivados, frutas y verduras.

La ingesta de comida rápida estuvo asociada con mayor riesgo de asma entre adolescentes e infantes mayores.

El mayor consumo de frutas y verduras -de 3 o más veces por semana estuvo asociado con menor riesgo.

El mayor consumo de comida rápida también aumentó la frecuencia y severidad de los síntomas del asma en ambos grupos.

 

Cambiar la dieta para un alivio inmediato.

De acuerdo a un estudio de 2010 en la Universidad de Newcastle, una dieta alta en grasas -como la occidental- no solo aumenta el riesgo de desarrollar asma, sino de empeorar sus efectos inmediatos.

Los investigadores asignaron a 40 participantes consumir, o una comida grasosa de 1,000 calorías (52% provenientes de grasas) o una baja en grasa con solo 200 calorías (13% provenientes de grasas).

Encontraron que inmediatamente después de la comida grasosa, tuvieron mayores niveles de neutrófilos (células que disparan la inflamación) que los de la comida baja en grasa. Además, 3 a 4 horas después de la comida, los del grupo grasoso respondieron menos al inhalador que los del grupo bajo en grasa.

La investigadora Lisa Wood señaló que esto sugiere que reducir la ingesta de grasas podría ser muy útil en el manejo del asma.

http://www.vitasearch.com/get-clp-summary/37771

http://www.naturalhealingnews.com

http://www.sciencedaily.com/releases/2013/01/130116085352.htm