Ejercicio

Hábitos que impactan la salud

Razones para dormir y despertar temprano

De las 9-11 p.m.: Recarga de las glándulas suprarrenales para reponer la vitalidad gastada. Actividades de remoción y drenaje de desechos y toxinas mediante el sistema linfático. Este horario debe utilizarse para cultivar un estado de relajación, meditando, leyendo o escuchando música, por ejemplo.

Generalmente a esta hora las mamás realizan actividades tales como limpiar la cocina, monitorear que todo esté listo para el día siguiente, etc. lo que genera una falta de relajación y produce un efecto negativo para la salud.

De las 11 p.m.-1 a.m.: procesos de desintoxicación del hígado, que idealmente debe ser procesado en un estado de sueño profundo.

De la 1-3 a.m.: desintoxicación de la vesícula biliar, idealmente debe suceder también en un estado de sueño profundo.

De las 3-5 a.m.: desintoxicación de los pulmones. Es por esto que en ocasiones en este horario se producen accesos severos de tos. En esta etapa es mejor no tomar medicamentos para la tos ya que interfieren en el proceso de eliminar toxinas.

De las 5-7 a.m.: desintoxicación del colon, es el horario de ir al baño a vaciar el intestino.

De las 7-9 a.m.: absorción de nutrientes en el intestino delgado, Es el horario perfecto para tomar el desayuno. Si estás enfermo el desayuno debe tomarse más temprano: antes de las 6:30 a.m..

El desayuno antes de las 7:30 a.m. es benéfico para aquellos que quieren mantenerse en forma. Quienes siempre se saltan el desayuno, deben procurar cambiar el hábito, siendo lo menos dañino realizarlo entre las 9 y las 10 a.m. en lugar de no hacerlo por completo.

Dormirse tarde y despertar tarde interrumpirá el proceso de desintoxicación de químicos innecesarios de tu organismo.

Además de eso debes tener en cuenta que de las 12-4 a.m. es el horario en el que la médula ósea de tus huesos produce la sangre, así es que procura dormir bien y no te duermas tarde.

 

Hábitos que dañan el cerebro (matan neuronas)

  1. No Desayunar. La gente que no desayuna tiene bajo nivel de azúcar en la sangre. Esto genera insuficiente suministro de nutrientes al cerebro causando su degeneración paulatina.
  2. Comer de más. Esto causa el endurecimiento de las arterias del cerebro, causando además baja capacidad mental.
  3. Fumar. Causa la disminución del tamaño cerebral y promueve además Alzheimer.
  4. Consumir altas cantidades de azúcar. El alto consume de azúcar interrumpe la absorción de proteínas y nutrientes causando malnutrición y puede interferir en el desarrollo del cerebro.
  5. Contaminación del aire. El cerebro es el más grande consumidor de oxígeno del cuerpo. Inhalar aire contaminado disminuye su oxigenación generando una disminución de la eficiencia cerebral.
  6. Dormir poco. El dormir permite al cerebro descansar. La falta de sueño por periodos prolongados acelera la pérdida de células del cerebro.
  7. Dormir con la cabeza cubierta. Dormir con la cabeza cubierta aumenta la concentración de dióxido de carbono y disminuye el oxígeno causando efectos adversos a nuestro cerebro.
  8. Hacer trabajar al cerebro cuando estamos enfermos. Trabajar y estudiar cuando estás enfermo además de la dificultad del cerebro para responder en ese estado, lo daña.
  9. Falta de estimulación. Pensar es la mayor manera de estimular nuestro cerebro no hacerlo provoca que el cerebro disminuya su tamaño y por lo tanto su capacidad.
  10. Involucrarse en conversaciones sin sentido. Las conversaciones profundas o intelectuales promueven la eficiencia cerebral mientras que la palabrería sin sentido la limita.

 

Causas principales que dañan el hígado

  1. Dormirse tarde y despertarse tarde
  2. No orinar por la mañana
  3. Comer demasiado
  4. Saltarse el desayuno
  5. Consumir muchos medicamentos
  6. Consumir conservadores, colorantes, endulzantes artificiales
  7. Consumir aceites de cocina no saludables. Tanto como puedas reduce el consumo de alimentos fritos aún cuando utilices aceites sanos. No consumas alimentos fritos cuando estés cansado o enfermo a menos que seas muy delgado, pero si puedes evítalo.
  8. Consumir alimentos demasiado cocidos le agregan carga al hígado. Los vegetales deben ser comidos crudos o poco cocidos, Si consumes vegetales fritos debes hacerlo en una sola sentada, es decir no debes guardarlos para consumo posterior.

Debemos seguir estos consejos sin que signifique mayor gasto.

Solo tenemos que adoptar un estilo de vida más sano y mejorar nuestros hábitos alimenticios.

El mantener buenos hábitos de alimentación y ejercicio es muy positivo para que nuestro organismo absorba lo que necesita y elimine los químicos en su “horario”.

 

Los alimentos “top-five” causantes de cáncer:

  1. Hot dogs
    Porque son altos en nitratos. La “Cancer Prevention Coalition” advierte que los niños no deben comer más de 12 salchichas al mes. Si no puedes vivir sin las salchichas compra de las que son hechas SIN nitrato de sodio.
  2. Carnes procesadas o embutidos y el tocino
    También contiene altos niveles de nitrato de sodio de las salchichas, contenido también en el tocino y otras carnes procesadas que además incrementan el riesgo de enfermedades del corazón. La grasa saturada en el tocino también es un gran colaborador en la generación de cáncer.
  3. Donas
    Las Donas son doblemente causantes de cáncer. Primero porque son elaboradas con flúor, azúcar refinada y aceite hidrogenado, después son FRITAS a altas temperaturas. Las donas son el primer “alimento” de todos los que puedas comer que elevarán altamente tu riesgo de generar cáncer.
  4. Papas fritas
    Así como las donas, las papas fritas son elaboradas con aceites hidrogenados y cocinadas después a altas temperaturas. También contienen acrilamidas que se generar durante el proceso de cocción a altas temperaturas. Deberían llamarse papas cáncer en lugar de papas fritas.
  5. Botanas fritas y galletas
    Todas estas son usualmente elaboradas con fluoro y azúcar. Hasta las que en sus etiquetas son orgullosamente presentadas como libres de grasas transgénicas generalmente los contienen solo que en cantidades menores.
Comida saludable

Alimentación sana combate calentamiento global

Científicos liderados por David Pimentel de la U. Cornell en Ithaca, NY, afirman que los norteamericanos consumen un promedio diario de 3,747 calorías, mucho más de las 1.200-1.500 calorías recomendadas.

Consumir menos comidas rápidas y más alimentos saludables, así como también métodos de producción más ecológicos podrían “reducir el consumo de energía fósil de la cadena alimentaria hasta en 50%”, señalan los científicos en “Human Ecology”, de la editorial Springer.

Esta reducción equivale a casi el 10% de todo el consumo energético de EUA.

En EUA se consumen mayormente comidas rápidas y alimentos preparados para los que se requiere más energía que en la elaboración de los alimentos básicos como papas, arroz, frutas o verduras.

El uso de métodos tradicionales en la agricultura también podría tener un efecto positivo en el clima, si tan solo los campesinos usaran más abono natural y menos pesticidas, añade el estudio.

Al mismo tiempo indican que en el envase y la distribución se puede ahorrar energía. De acuerdo al informe, los alimentos se trasladan en promedio unos 2.400 km antes de su consumo.

Según los autores, los consumidores están en la “posición más fuerte para reducir el consumo energético”. Deberían vivir de manera más saludable, comprar productos locales y evitar productos con mucho envoltorio o de menor calidad.

  • https://ecologyandevolution.cornell.edu/david-pimentel
  • https://progressivesforimmigrationreform.org/wp-content/uploads/2013/03/David_Pimentel_Human_Ecology_Class_2009_paper.pdf
  • https://books.google.com.mx/books?id=v6MmAQAAMAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false
  • https://www.jstor.org/stable/45351964
Fatiga adrenal

Estrés y fatiga adrenal

El estrés se ha convertido en el principal ingrediente de nuestras vidas y ya hasta se nos hace “normal” estar estresados..

Hay varios tipos de estrés: el que podemos manejar y el que se sale de control.

Con las múltiples presiones de la vida moderna hacemos que el estrés se salga de control haciendo que nuestras glándulas adrenales (ubicadas sobre los riñones) trabajen de más, hasta que es tanta la demanda de cortisol, provocan fatiga crónica producida por agotamiento adrenal.

Estas glándulas, además de manejar el estrés controlan en sangre los niveles de:

– Glucosa

– Proteína

– Ácidos Grasos Esenciales

– Evitan Alergias

– Fortalecen el Sistema Inmune

– Controlan la Inflamación

– Brindan Sensación de Bienestar.

Tanto los niveles altos, como los bajos de cortisol en sangre, provocan desbalances hormonales, principalmente en la tiroides y en la testosterona; además, cuando es  mucho el estrés, se necesita más progesterona para producir más cortisol, lo que resulta en un desbalance entre estrógeno y progesterona, lo cual provoca cambios de humor, de energía, de masa muscular…entre otras.

Síntomas de cortisol elevado:

Pérdida de masa muscular y ósea, incremento en la grasa abdominal, azúcar en sangre elevado, antojo compulsivo de alimentos ricos en azúcar, resistencia a la insulina, presión arterial elevada, sistema inmune débil, baja memoria, mal sueño y cambios bruscos de humor.

¿Cómo ayudar a nuestras glándulas adrenales?

• Haciendo ejercicios de relajación: yoga, caminar,…cualquier ejercicio en el que no tengamos que competir.

• No tomar bebidas con cafeína: café, refrescos ni bebidas energéticas.

• Tomar agua suficiente

• Comer más alimentos orgánicos

• Tomar un multivitamínico anti-estrés: vitaminas del complejo B, especialmente vitamina B5 (ácido pantoténico) y vitamina C, o bien, un suplemento especial para apoyar a las glándulas adrenales.

• Dormir lo suficiente

• Practicar Meditación

• ¡¡¡Reír!!! ¡¡¡Bailar!!! ¡¡¡Cantar!!!

 

Estres y sistema inmune

Así ataca el estrés al sistema inmunológico

Los seres humanos del siglo XXI enfrentamos problemas continuos que tardan semanas en solucionarse. Todas las reacciones elegidas para afrontar peligros fugaces se acaban convirtiendo en tóxicas cuando la sensación de alarma no finaliza en unos minutos.

La tensión muscular necesaria para luchar físicamente con un enemigo se convierte en contracturas y dolores de espalda si mantenemos la rigidez durante meses.

La interrupción momentánea de la digestión (necesaria en un momento de alerta)se convierte en un problema cuando el estado de alarma se repite cien veces al día.

La recarga de pilas que nos permitiría enfrentarnos a un peligro se convierte en ansiedad –exceso de energía latente– al no usarla, porque los riesgos en el mundo moderno no se resuelven a golpes.

Esta es la razón por la que, cada vez más, surgen investigaciones que nos hablan de problemas psico-fisiológicos relacionados con el estrés. Son conflictos biológicos reales, como hipertensión, cefaleas, problemas gástricos, problemas musculares, y disminución de la función  renal, que se relacionan con este sobreesfuerzo continuo que nos demanda la vida actual.

La doctora Esther M. Sternberg, profesora de la Universidad de Arizona, es uno de esos científicos que estudian esta relación. En libros como The Balance Within: The Science Connecting Health and Emotions se recopilan experimentos que muestran la influencia de los sistemas neurológico y endocrino –los del estrés– sobre el sistema inmunológico.

El sistema inmunológico es un mecanismo de vigilancia, una inteligencia fluída que nos defiende de virus, bacterias y sustancias extrañas. Sus soldados –linfocitos y macrófagos– persiguen, cazan, aíslan y destruyen lo que pueda perjudicarnos.

Pero la actividad de estos agentes depende de su general: el cerebro. El Sistema Inmunológico intercambia información con el sistema neurológico y con el sistema endocrino. En situaciones de alerta, desviamos la energía a los músculos y al cerebro, y movilizamos el cuerpo para la acción. Y eso le resta combustible al sistema de combate de las enfermedades, lo que nos hace más vulnerables.

Sternberg recopila en sus libros, estudios que muestran que el sistema inmune se deprime al día siguiente de una discusión de pareja, y se enlentece en época de exámenes, hasta el punto en que los estudiantes tardan más en sanar sus heridas.

Su conclusión: “En realidad, el estrés no nos enferma, pero limita el funcionamiento inmunológico, y eso hace que estemos más indefensos ante invasores extraños”.

Mahammad Juber “Things That Suppress Your Immune System”, Web MD 26 de febrero de 2022. https://wb.md/3XTBUIr

Sternberg, Esther M “The balance within: the science connecting health and emotions”. Publicado en el año 2000. https://bit.ly/3ZOySqO