La enfermedad de Parkinson y la nutrición

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que se caracteriza por movimientos lentos e involuntarios y músculos rígidos.

Generalmente se manifiesta en adultos mayores de 40 años. Los síntomas primarios y tempranos son anosmia, bradiquinesia, depresión, tics musculares y temblor.

Desde el punto de vista de la terapia bioquímica nutricional, hemos encontrado niveles altos de homocisteína en estos pacientes. Otros investigadores han llegado a la misma conclusión (Firshein, R. The Nutraceutical Revolution. Riverhead Books via Penguin Putnam Inc., New York, USA. 1998:147).

La deficiencia nutricional típica en los pacientes con Parkinson es la de la vitamina B-6, que facilita la producción de la dopamina en el cerebro. La evidencia clínica muesta que suplementar con vitamina B-6 puede mejorar el control de la vejiga, disminuir los calambres, los temblores y la rigidez.

Quienes sufren de Parkinson no deben consumir aspartame ni glutamato monosodico ya que puedeN exacerbarla por sus efectos excitotóxicos.

Entre los metales pesados que pueden dañar a estos individuos, el aluminio está elevado en personas con Parkinson. En la literatura médica existen otros reportes con el mismo hallazgo (Dalton, et al, Aluminium and calcium in soil and food from Guam, Palau and Jamaica: implications for ALD and Parkinsonism-dementia syndromes of Guam. Brain. 112:45-53, 1989).

La exposición excesiva al monóxido de carbono está implicada en el surgimiento del Parkinson (Parkinsonism alter carbon monoxide poisoning, Choi IS, Eur Neurol, 2002;48:30-33).

También la exposición excesiva a pesticidas organoclorados y a los fosfatos, está implicada en el surgimiento de esta enfermedad.

Se piensa que los radicales libres están involucrados en el surgimiento de varias alteraciones neuronales como la de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la lipofuscinosis ceroide neuronal. También se asume que juega un papel en la lesión cerebral causada por la isquemia o algún traumatismo. Varios pacientes recibieron diferentes antioxidantes como el ácido ascórbico, la coenzima Q-10 y luego se midieron sus niveles en el líquido cefalorraquídeo y el plasma (Free Radic Biol Med 1996;21(2):211-7).

Por otro lado, se piensa que la neuropatología asociada con el Parkinson dentro y alrededor de la substantia nigra, involucra la producción excesiva de radicales libres, autoxidación de la dopamina, defectos en la expresión de la glutatión peroxidasa, niveles bajos de glutatión reducido, homeostasis alterada del calcio, excitotoxicidad y defectos genéticos en la actividad mitocondrial del complejo I. En un estudio se demostró que la coenzima Q-10 produjo una protección significativa en ambos modelos de investigación (Neurotoxicology 2001, Apr;22(2):283-8).

Hay evidencia de que la disfunción mitocondrial y el daño oxidativo, juegan un papel en la patogénesis del Parkinson. Hay evidencia de que las mitocondrias son una importante fuente de radicales libres dentro de las células. Entre los agentes que han demostrado ser benéficos en los modelos animales de la enfermedad de Parkinson se encuentran la creatina y la coenzima Q-10. Esta última ha demostrado efectos prometedores en ensayos clínicos del Parkinson lo mismo que en la enfermedad de Huntington y la Ataxia de Friedreich (Ann Neurol 2003;53(3Suppl 1):539-48).

En otro estudio clínico con 210 hombres y 184 mujeres con Parkinson, hubo una asociación positiva encontrada entre la ingesta de productos lácteos y el riesgo de contraer la enfermedad de parkinson en los hombres, pero no en las mujeres. No se pudo asociar otro grupo alimenticio con el riesgo de sufrir la enfermedad de Parkinson en hombres y en mujeres. Los hombres mostraron asociaciones positivas con el riesgo del Parkinson por la ingesta de varios alimentos lácteos (el calcio lácteo, la vitamina D láctea, la lactosa y la proteína láctea, pero no la grasa lactea (Diet and Parkinson´s disease: A potencial role of dairy products in men. Chen H Zang SM, Hernan Ma et al. Ann Neurol, December 2002;52(6):793-801).

Al estudiar a un grupo de casi 100 pacientes con Parkinson, el beber agua de pozo y las lesiones en la cabeza, fueron factores de riesgo para que se desarrollara a una edad más temprana. Por otro lado, se demostró que el ejercicio tiene un efecto protector contra dicha enfermedad (Environmental risk factors of young onset Parkinson´s disease: A case-control study. Tsai CH, Lo SK et al. Clin Neurol Neurosurg, 2002;104:328-333).

La coenzima Q-10 es un catalizador vital muy importante en la producción de la energía que las células necesitan para subsistir. Si se rompe la cadena de energía celular, no habrá energía, y por lo tanto tampoco habrá vida. Para que nuestro cuerpo pueda producir energía, se requiere de una complicada cadena de procesos bioquímicos. Dentro de esta cadena, uno de los químicos más importantes, es la Coenzima Q-10. Parece que mejora la función de las mitocondrias y las protege de la oxidación. Las mitocondrias son básicamente los generadores de poder en las células, incluyendo a las del corazón y a las neuronas cerebrales. Las mitocondrias producen la molécula de energía llamada ATP, que se requiere dentro de todas las células para funcionar normalmente. El cerebro y el corazón consumen grandes cantidades de ATP. Muchas enfermedades del envejecimiento, como alzheimer, parkinson, enfermedades cardíacas, etc. son causadas por la degeneración y muerte de las mitocondrias.

Ha habido reportes en la literatura médica que indican que los medicamentos que bajan el colesterol pueden causar disminución en los niveles de la coenzima Q-10 llevándonos hacia algunos efectos colaterales, que incluyen la destrucción de las células nerviosas y musculares.

Afortunadamente se realizó el primer gran estudio en seres humanos. Esta investigación clínica fue multicéntrica, randomizada, con grupos paralelos, controlada con placebo, doble ciego con rango de dosificación. El objetivo fue evaluar un rango de dosis de la coenzima Q-10 para la seguridad y la eficacia en el tratamiento de la enfermedad temprana de Parkinson.

Todos los pacientes del estudio tenían 3 características primarias del Parkinson, temblor, rigidez y movimientos lentos, y habían sido diagnosticados dentro de los 5 años desde el momento en que fueron enrolados.

Después de un sondeo inicial y pruebas sanguíneas básicas, los pacientes fueron divididos al azar en 4 grupos, 3 grupos recibieron Coenzima Q-10 en 3 diferentes dosis junto con vitamina E, mientras que el cuarto grupo recibió un placebo que sólo contenía vitamina E. Cada persona participante recibió una evaluación clínica 1 mes más tarde, y cada 4 meses por un total de 16 meses, o hasta que el investigador determinó que el paciente necesitaba tratamiento con levo dopa. Ninguno de los pacientes o de los investigadores sabía cuál tratamiento había recibido cada paciente hasta que el estudio terminó.

Durante el período del estudio, el grupo que recibió la dosis más grande de coenzima q-10 tuvo 44% menos declinación en la función mental, la función motora, y la habilidad para realizar las actividades cotidianas como como alimentarse y vestirse.

Los grupos que recibieron coenzima Q-10 también tuvieron incrementos significativos en las reacciones productoras de energía dentro de sus mitocondrias.

Las conclusiones de este estudio son que la coenzima Q-10 es Segura y bien tolerada, y lo más importante es que la coenzima Q-10 retrasa el progreso de la enfermedad de Parkinson.

 

Evitar:

  • Carbohidratos refinados (harina de trigo, almidón de maíz, azúcares –sacarosa, alta fructosa, dextrosa- y endulzantes artificiales)
  • Alimentos Inflamatorios y reacciones auto inmunológicas
  • Grasas transgénicas, aceites vegetales hidrogenados
  • Sal refinada, Glutamato Monosódico

 

Suplementos clave:

  • PRKN Homeopático: 20 gotas 2-3 veces al día
  • Comer crema de habas secas 2-3 veces/semana
  • Magnesio: 1 gr dos veces al día
  • Mucuna: 1 gr en polvo 2-3 veces al día, con una bebida
  • Triptofano: 1 gr dos veces al día
  • Gaba: 1 gr dos veces al día
  • Vitamina B-6: 500 mg dos veces al día
  • Coenzima Q-10: en combinación con antioxidantes y glutation liposomales
  • Yerba Mate en vez de café (uso preventivo)

Dr. Héctor Solórzano del Río. Prof. Farmacología CUCS, Universidad de Guadalajara

Niña con expresión de preocupación

La mitad de los niños serán autistas para el 2025

Por la Alliance For Natural Health [2] y anh-usa.org [2]

Existe evidencia de que nuestros alimentos están intoxicados con herbicida glifosato (Roundup o Faena) de la Monsanto.

Por más de 3 décadas, la Dra. Stephanie Seneff, investigadora en bio-tecnología, ha publicado cerca de 170 artículos [3], incluidos la relación entre nutrición y la salud, en tópicos como el alzheimer, autismo, y padecimientos cardiovasculares, así como en el impacto que sobre la salud humana tienen las deficiencias nutricionales y las toxinas ambientales.

En una conferencia reciente, en un panel de especialistas para discutir sobre los organismos genéticamente modificados OGM’s (GMO’s en inglés), sorprendió al declarar que, “si se mantiene la tasa actual de incidencia, para el años 2025, 1 de cada 2 niños será autista”.

Recalcó que los efectos secundarios del autismo son casi una réplica de los de la toxicidad por glifosato, y presentó la información que demuestra una correlación consistente [4] entre el uso del glifosato en las cosechas (y de semillas OGM’s con glifosato) y la creciente incidencia del autismo.

Un colega panelista reportó [5] que “después de la presentación los más de 70 asistentes se mostraron nerviosos y preocupados por el futuro de sus propios hijos, en cuyas dietas se incluyen alimentos como la soya y el maíz que han sido modificados genéticamente e incluso han incorporado el glifosato en sus constituyentes”.

La Dra. Seneff resaltó la ubicuidad del uso del glifosato: “Debido a que se le usa en las cosechas de soya y maíz, todos los dulces, repostería y bebidas endulzados con jarabe de alta fructosa y todas las botanas y cereales que contienen maíz o soya, presentan pequeñas cantidades de glifosato al igual que el ganado las aves alimentados con esos maíces y soya trans-genicos.

A casi todo el trigo se lo rocía glifosato antes de la cosecha, “lo que significa que todo el pan comercial y los derivados del trigo, pueden ser fuente de toxicidad por glifosato”.

Si bien la cantidad de glifosato en cada producto pueda no ser grande, el efecto acumulativo (que es mayor cuando se consume comida rápida y alimentos chatarra o altamente procesados) podría resultar devastador.

Un estudio [6] mostró que las mujeres embarazadas que viven cerca de granjas adonde se aplican pesticidas, tienen un riesgo 60% mayor de tener niños con espectro autista.

Otras sustancias tóxicas pueden inducir al autismo.

Un “soplón” del $ de los EUA (el centro para el control y la prevención de la enfermedad), reveló [7] que el gobierno oculta la conexión que existe entre la inmunizacion triple MMR (para rubeola, sarampión y paperas) y el súbito incremento del autismo, particularmente en niños afroamericanos.

Otros estudios [8] muestran una relación entre la exposición de niños a pesticidas y el autismo.

También los niños que viven en casas con pisos de vinilo –que desprenden químicos conocidos como ftalatos, son más propensos a tener autismo.

Los niños de madres fumadoras tienen el doble de probabilidad de tener autismo.

También contaminantes ambientales como PCB, PBD y el mercurio, pueden alterar el funcionamiento neuronal en los bebés desde antes de nacer.

Además[10], el número de reacciones adversas de las inmunizaciones pueden ser correlacionadas con el autismo, aunque la Dra. Seneff dice que dicha correlación es aún más fuerte con el glifosato.

Por supuesto que el autismo es un problema complejo con muchas causas potenciales. pero los datos de la Dra. Seneff son importantes porque es una científica de reputación impecable.
su presentación en la conferencia Autism One está disponible en YouTube [11].

La Dra. Seneff indica que todas las bacterias de nuestra flora digestiva se destruyen con el glifosato.
Al morir la flora se abre el espacio al crecimiento de microorganismos patógenos, como las levaduras (Candida SPP); esto interfiere con la síntesis de aminoácidos, lo que lleva a deficiencias en neurotransmisores y folatos; además elimina minerales vitales como el hierro, cobalto y manganeso; entre otros daños.

El glifosato ya está presente en cantidades inusitadamente elevadas en la leche de madres lactantes en los EUA, en un rango que va desde 760 hasta 1600 veces más que el límite de seguridad de la Unión Europea para el agua potable.

Las muestras de orina indican que los norteamericanos tienen 10 veces más glifosato que los europeos.

La Dra. Seneff cerró su participación diciendo: “en mi opinión, la situación está más allá de toda reparación, y requiere que tomemos medidas drásticas”.

El artículo completo es la cita[2].

Article printed from Health Impact News: http://healthimpactnews.com
URL to article: http://healthimpactnews.com/2014/mit-researcher-glyphosate-herbicide-will-cause-half-of-all-children-to-have-autism-by-2025/


URLs in this post:
[2] Alliance For Natural Health: http://www.anh-usa.org/half-of-all-children-will-be-autistic-by-2025-warns-senior-research-scientist-at-mit/
[3] over 170 scholarly peer-reviewed articles: http://people.csail.mit.edu/seneff/
[4] remarkably consistent correlation: http://themindunleashed.org/2014/10/mit-researchers-new-warning-todays-rate-half-u-s-children-will-autistic-2025.html
[5] reported: http://thecompletepatient.com/article/2014/june/9/its-everywhere-mit-scientist-presents-dire-portrait-damage-monsantos-roundup
[6] A recent study: http://news.discovery.com/human/health/autism-pesticide-link-found-in-calif-study-140623.htm
[7] our story on the CDC whistleblower: http://www.anh-usa.org/autism-vaccine-cover-up-latest-updates/
[8] Other studies now show: http://www.anh-usa.org/genetics-environmental-chemical-soup-autism/
[9] released a study: http://www.reuters.com/article/2014/12/19/us-usda-pesticides-report-idUSKBN0JX2FZ20141219
[10] as we have previously reported: http://www.anh-usa.org/autism-diagnoses-have-risen/
[11] available on YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=a52vAx9HaCI
[12] the shikimate pathway: http://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2013/06/09/monsanto-roundup-herbicide.aspx
[13] she notes: http://people.csail.mit.edu/seneff/glyphosate/Groton_Seneff.pdf
[14] Learn more about Glyphosate: http://healthimpactnews.com/tag/glyphosate/

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Comida ultra procesada y no saludable

La obesidad amenaza con sobrepasar al hambre como principal causa de preocupación mundial

En 1950, se estimó que el número de muertes por hambre en la Tierra era alrededor de 700 millones; y 100 millones, principalmente en países ricos, eran obesos.

Para el 2010, el hambre mundial había crecido a 800 millones, mientras que el número de obesos creció a 500 millones.

Las estimaciones indican que para el 2030, más de mil millones de personas en todo el mundo serán obesas.

Los alimentos ultra procesados, ricos en carbohidratos vacíos, son los principales factores en estas estadísticas. Dondequiera que esta alimentación se convierte en la norma, sobreviene la obesidad.

En términos generales, es mejor centrar la alimentación en alimentos enteros, evitar los azúcares refinados y alta fructosa, y aumentar las grasas saludables.

Las estadísticas han cambiado dramáticamente en las últimas 6 décadas. Como se mencionó en el documental “Globesidad: Fat’s New Frontier”, ningún país de bajo a mediano ingreso se las ha ingeniado para reducir el hambre sin causar obesidad, y muy rápidamente.

La tasa de obesidad extrema (personas con IMC superior a 40) se incrementó en un 350% en los últimos años, únicamente en los EE. UU.

Las estimaciones indican que para el 2030, más de mil millones en todo el mundo serán obesos. Como se indicó en el sitio donde se filmó el Documental Principal:

“En la India, se prevé que 100 millones de personas tendrán diabetes en un futuro próximo y en México, el mayor consumidor mundial de sodas, donde la diabetes es el asesino principal, y donde el problema de sobrepeso es muy grave, se están creando programas para ofrecer ejercicio y cirugía bariátrica.

Si se pensaba que la obesidad era un problema exclusivo de los países de primer mundo, como EE. UU., Reino Unido y Australia, este documental aclara las cosas.”

Los alimentos ultra procesados, ricos en carbohidratos, junto con la falta de ejercicio, son los factores principales que impulsan estas estadísticas. Donde se normalice una dieta de alimentos ultra procesados, la obesidad será la resultante.

Hoy en día, la mayoría de los alimentos, incluso en países en desarrollo, son ultra procesados, y llenos de azúcares, grasas procesadas dañinas y aditivos químicos. Y el vínculo más fuerte es el consumo de soda, más común en los países en desarrollo, donde las tasas de obesidad se han disparado junto con su venta.

Por eso, los mexicanos se hicieron tan obesos, ya que consumen enormes cantidades de soda, en gran parte por la falta de acceso al agua limpia y de alternativas de agua purificada de bajo costo.

 

La obesidad como precursora de muerte

Junto con el exceso de peso sobreviene una gama de otros problemas de salud. En EE. UU., 8 enfermedades relacionadas con la obesidad representan el 75% del costo de atención de salud:

– Alzheimer
– Cáncer (Mamario, de Próstata, Endometrial, de Colon, Vejiga y Renal) Enfermedades Cardiovasculares
– Diabetes 2
– Hígado Graso No Alcohólico
– Hipertensión
– Ovario Poliquístico
– Problemas Lipídicos

Ahora, 1 de cada 5 muertes en EE. UU. se relaciona con la obesidad. Y entre más joven, mayor es la influencia de la obesidad en la muerte.

Teniendo en cuenta el aumento de la obesidad infantil (33-35% de 2-19 años tienen sobrepeso u obesidad), esto se traduce en problemas graves para la calidad de vida de muchas personas.

Como se informó en The Guardian Express, los niños de hoy son un 40% más pesados en comparación con los de hace 25 años, y varios estudios relacionan el aumento de la obesidad infantil al mayor consumo de bebidas azucaradas.

La mayoría de los padres hacen todo lo posible para proteger a sus hijos de los peligros físicos, pero les dan a sus hijos alimentos dañinos sin pensar en las consecuencias futuras.

El hecho es que muchos niños de todo el mundo son criados con alimentos ultra procesados, y el resultado es idéntico en todos los países.

Como se indica en el documental, los alimentos ultra procesados son tan peligrosos para la salud como el tabaco y el alcohol. Los datos de más de 60,000 canadienses lo han confirmado, demostrando que la obesidad ya supera al tabaquismo en términos de crear una mala salud.

 

Para normalizar el peso, se debe cambiar la alimentación

Llevar un estilo de vida de sentido común es la mejor opción para lograr la salud y la longevidad, y empieza con su elección de alimentos.

Hay dos claves principales para controlar el peso:

1. Restringir severamente los carbohidratos refinados (azúcares, fructosa y harinas y granos refinados) y aumentar el consumo de grasa saludable.
2. La cantidad de proteína consumida. El Dr. Ron Rosedale cree que la mayoría de adultos necesitan 1 gramo de proteína por kilogramo de masa corporal magra al día. (Si la masa grasa corporal es del 20%, entonces la masa magra es el 80% del peso corporal total).

Pero si se comen mayores cantidades de las que el cuerpo necesita, se convertirán la mayoría de las calorías adicionales en azúcar. Además, se tendrán que eliminar los productos nitrogenados de desecho que estresan a los riñones. También es en gran parte responsable del crecimiento del cáncer.

Por último, la humanidad también tiene que regresar a la comida tradicional, como los alimentos fermentados. Casi todos los países tienen una historia de fermentar alimentos, y estos son importantes para la salud intestinal.

Alrededor del 80% del sistema inmunológico reside en el intestino y los probióticos afectan la salud en diferentes formas, y pueden influir en el control de peso.

Una alimentación saludable es la forma ideal para mantener un intestino sano, y el consumo regular de alimentos fermentados es la manera más fácil y más rentable para una óptima flora intestinal.

 

Ejercicio y ayuno intermitente

Hacer ejercicio también es importante a pesar de comer bien. Aumenta la producción de la hormona del crecimiento (HGH), esencial para una salud óptima, fuerza y vigor, y para regular el peso.

Además, el ayuno intermitente es eficaz para perder peso al mejorar la sensibilidad a la insulina y leptina. Nuestros antepasados nunca tuvieron acceso a los alimentos 24/7 y por ello nuestros cuerpos están programados para no comer por lapsos prolongados.

El ayuno también aumenta las catecolaminas y eso aumenta el gasto de energía en reposo, mientras que disminuye los niveles de insulina, lo que permite que la grasa almacenada sea quemada.

En conjunto, estos factores convertirán al cuerpo en una máquina eficiente para quemar grasa.

 

Al volante de la salud

Es importante entender que el azúcar es un factor principal que promueve la obesidad y el desarrollo de enfermedades crónicas. Muchas personas también comen poca grasa saludable, y la combinación de exceso de azúcar y muy poca grasa está impulsando las tasas de enfermedad por el techo.

  1. Top Documentary Films, Globesity
  2. Surgeon General: Overweight and Obesity
  3. American Journal of Public Health, April 5, 2013
  4. Guardian Express, August 5, 2013
  5. GreenMedInfo.com, Fructose
Imagen del cerebro en un plato

Así afecta la obesidad al cerebro

La obesidad conduce a alteraciones en la estructura cerebral al causar encogimiento de algunas de sus regiones.

Entre los hombres, el mayor porcentaje de grasa corporal se relacionó con un menor volumen de materia gris en el cerebro, desde un 5.5% más de grasa corporal total.

En las mujeres, un 6.6% más de grasa corporal total se asoció con un volumen más pequeño de la región que apoya funciones como la motivación, la cognición y la acción.

La obesidad está asociada con la inflamación, la cual aumenta el riesgo de demencia.

La resistencia a la insulina, símbolo de la obesidad, se encuentra involucrada en el deterioro cognitivo y en la enfermedad de Alzheimer.

La obesidad se asocia a un menor volumen de las regiones cerebrales que regulan los circuitos de recompensa alimenticia, lo que puede influir en el consumo excesivo de alimentos.

Las tasas de obesidad se han triplicado mundialmente desde 1975, y en el 2016, el 39% de los adultos tenía sobrepeso y el 13% obesidad. Los riesgos de salud asociados, como enfermedades cardiovasculares y diabetes, son bien conocidos, pero muchas personas no saben que su cerebro puede verse afectado por esta condición.

Las tasas de trastornos neurodegenerativos, incluyendo la demencia, también van en aumento, y se estima que 115 millones de personas tendrán demencia para el 2050. Es posible que el aumento de las tasas de obesidad sea la fuerza impulsora detrás de esta creciente carga, y una que es prevenible hasta cierto punto.

La obesidad puede encoger el cerebro

La investigación publicada en Radiology encontró que la obesidad puede conducir a alteraciones en la arquitectura cerebral al causar encogimiento de ciertas regiones. Entre los hombres, un alto porcentaje de grasa corporal total se relacionó con un menor volumen de materia gris. Específicamente, con solo un 5.5% más de grasa corporal total se asoció a menor volumen de materia gris.

La materia gris es la capa externa del cerebro asociada con las funciones de alto nivel, como la resolución de problemas, el lenguaje, la memoria, la personalidad, la planificación y el discernimiento. Entre los hombres, un 5.5% más de grasa corporal total también se asoció con una reducción del globo pálido (en las mujeres con el 6.6%).

La obesidad también se asoció con cambios en la microestructura de la materia blanca, relacionados con la función cognitiva.

Investigaciones anteriores demostraron que las personas obesas tienen más altas concentraciones de placa beta amiloide en el cerebro, asociada al Alzheimer, en comparación con las personas no obesas.

La grasa abdominal está vinculada al encogimiento cerebral

El exceso de grasa corporal se ha relacionado con cambios cerebrales durante décadas. En el 2010, los investigadores descubrieron que la grasa visceral se asocia con un volumen cerebral inferior, incluso entre adultos sanos de mediana edad.

¿Cómo daña la obesidad al cerebro?

La obesidad se encuentra asociada con la inflamación, y esta aumenta el riesgo de demencia. Además, los niveles más altos de marcadores inflamatorios también se asocian a un menor volumen cerebral, que incluye una “mayor atrofia de la prevista por la edad”.

Los autores del estudio de Radiology consideraron que la grasa corporal total puede estar asociada negativamente con el volumen cerebral y la integridad microestructural por la inflamación sistémica subyacente.

“Esto ha sido respaldado por hallazgos previos del estudio Framingham Heart, el cual demostró que numerosos biomarcadores inflamatorios relacionados con la obesidad también se han asociado con un menor volumen cerebral”, explicaron.

La resistencia a la insulina, símbolo de la obesidad, también se encuentra involucrada en el deterioro cognitivo y en la enfermedad de Alzheimer. Tanto la diabetes como los niveles más altos de glucosa en ayunas se encuentran relacionados con menor volumen cerebral, e incluso un incremento leve del azúcar en sangre se asocia con un riesgo elevado de demencia.

Al redactar para el New England Journal of Medicine (NEJM, por sus siglas en inglés), los investigadores explicaron:

“Los niveles elevados de glucosa contribuyen a un mayor riesgo de demencia mediante numerosos mecanismos potenciales, que incluyen la hiperglucemia aguda y crónica, la resistencia a la insulina y el aumento de enfermedades microvasculares del sistema nervioso central”.

Otro peligro relacionado al exceso de grasa corporal, particularmente la grasa visceral, está relacionado con la liberación de proteínas y hormonas inflamatorias, que a su vez dañan las arterias e ingresan al hígado, afectando la descomposición de azúcares y grasas en el cuerpo.

De acuerdo con un estudio en Annals of Neurology, “las hormonas derivadas del tejido adiposo, como la adiponectina, leptina, resistina o ghrelina, también desempeñan un papel importante en la relación entre el tejido adiposo y la atrofia cerebral”.

Además, la obesidad puede asociarse a un menor volumen de las regiones cerebrales que regulan los circuitos de recompensa alimenticia, influyendo en la sobrealimentación.

¿Sus neuronas lo hacen comer en exceso?

También existen muchas otras conexiones entre el cerebro, los niveles de grasa corporal y la tendencia a comer en exceso. La corteza prefrontal (CPF), involucrada con el razonamiento complejo y el autocontrol, tiene menos actividad en quienes comen en exceso, mientras que su activación se asocia con el éxito de la pérdida de peso. Esto se revisa en Trends in Cognitive Sciences.

Investigadores de la Universidad de Rockefeller en Nueva York también identificaron un grupo de neuronas que reducen la ingesta de alimentos al activarse.

Estefanía P. Azevedo, autora del estudio, del Laboratorio de Genética Molecular, dijo a la prensa. “Estas células impiden que un animal se alimente en exceso. Hacen que el comer sea menos gratificante

y ajustan la relación del animal con la comida”.

La obesidad envejece al cerebro rápidamente

Un estudio publicado en la revista Neurobiology of Aging también encontró cambios en el cerebro de las personas con sobrepeso y obesidad, que se observan más en personas mucho mayores. En este caso, fue el volumen de materia blanca el que disminuyó con la obesidad, correspondiendo a una edad cerebral 10 años mayor.

Cada vez es más claro que la obesidad parece aumentar el riesgo de la neurodegeneración, no solo a través de la inflamación, sino también al aumentar el estrés oxidativo. Pero la restricción calórica o el ayuno ayudan a proteger el cerebro y retrasar su envejecimiento.

Consejos para evitar la obesidad y reforzar al cerebro

Es importante dormir bien. Los problemas del sueño, como el insomnio, pueden tener un impacto distinto en el cerebro a lo largo del tiempo, haciendo que se contraiga rápidamente en comparación con quienes duermen bien.

Mientras tanto, dormir menos de cinco horas por cada noche se relaciona con aumento de grasa abdominal a lo largo de cinco años.

Tener niveles elevados de cortisol en la sangre, la hormona del estrés, puede afectar las habilidades de comprensión y memoria con el tiempo, y crear mayor riesgo de inicio temprano de Alzheimer.

El estrés crónico también aumenta el riesgo de acumular grasa visceral con el tiempo, por lo que es necesario manejar los niveles de estrés para un peso ideal y ayudar al cerebro.

Sin embargo, implementar cambios positivos en el estilo de vida, dormir bien y manejar el estrés no causa inconvenientes y puede ayudar a alcanzar un peso ideal mientras se mantiene una buena salud cerebral.

 

• World Health Organization, February 16, 2018
• World Health Organization, April 11, 2012
• Radiology. 2019 Apr 23:181012.
• SciNews, April 25, 2019
• Front. Neuroanat., 10 April 2017
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• Ann Neurol. 2010 Aug; 68(2): 136–144.
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• Cell Metabolism, January 8, 2019
• Trends in Cognitive Sciences, February 26, 2019
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• Medical News Today, April 1, 2019
• Neurobiol Aging. 2016 Nov; 47: 63–70.
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• Neurology, October 24, 2018, DOI: 10.1212/WNL.0000000000006549
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• Obesity (Silver Spring). 2018 May; 26(5): 869–876.

Imagen representativa de la obesidad

La obesidad envejece el cerebro

La obesidad está relacionada con la pérdida acelerada de materia blanca del cerebro —el tejido que permite la comunicación entre sus diferentes partes.

Las personas de 50 años con sobrepeso tuvieron un volumen de materia blanca comparable al de las personas delgadas de 60 años, lo que sugiere que el exceso de peso puede cambiar la edad cerebral en unos 10 años, una vez que ha rebasado los 40 años.

Algunas estrategias de estilo de vida pueden ayudar a optimizar la salud cerebral y perder peso: el ejercicio, la restricción de calorías o ayuno intermitente, y aumentar las grasas saludables.

Es un hecho que el exceso de azúcar daña la salud al crear las condiciones para la obesidad y la diabetes. Las investigaciones (1) han mostrado que una alimentación alta en jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) puede dañar las capacidades cognitivas al producir una disminución de la actividad sináptica.

En un estudio con ratas alimentadas con JMAF durante 6 semanas, mostraron daños cognitivos, ya que se les dificultaba encontrar el camino para salir de un laberinto. Sus neuronas tuvieron problemas para mandarse señales, lo que interrumpió su capacidad para pensar claramente y recordar la ruta aprendida 6 semanas antes.

Las ratas alimentadas con JMAF también mostraron resistencia a la insulina, una hormona que, además de controlar el azúcar en la sangre, controla la función sináptica del cerebro.

Debido a que la insulina puede atravesar la barrera hematoencefálica, puede desencadenar procesos neurológicos importantes para el aprendizaje y la memoria. Consumir grandes cantidades de JMAF puede bloquear la capacidad de la insulina para regular la forma en que las neuronas almacenan y utilizan el azúcar como energía para impulsar los pensamientos y emociones.

Considerando que el JMAF omnipresente en los alimentos procesados es un factor de riesgo de obesidad, podemos imaginar que esta podría estar relacionada con la disminución de la salud cerebral, y eso es exactamente lo que muestran los estudios.

 

La obesidad acelera el envejecimiento del cerebro

En un estudio publicado en la revista Neurobiology of Aging se encontraron cambios estructurales en el cerebro de los obesos, propios de las personas mayores. Según reportó Borneo Post:

“Después de escanear el cerebro de 473 personas entre los 20 y 87 años, y separarlas en categorías de personas delgadas y obesas, los científicos descubrieron que el peso extra podría acelerar la pérdida de la materia blanca del cerebro…

Los científicos calcularon qué tanto se relacionaba ese volumen de materia blanca con la edad, y encontraron que una persona de 50 años con obesidad tuvo un volumen comparable al de una persona delgada de 60 años.

‘El mensaje es que el cerebro parece ser 10 años más viejo si se tiene sobrepeso u obesidad’, dijo Lisa Ronan, autora principal del estudio de la Universidad de Cambridge”.

La materia blanca permite la comunicación entre las partes del cerebro, y este tejido tiende a disminuir con la edad. Su pérdida también se ha relacionado con el deterioro cognitivo y es un factor reconocido de riesgo de demencia.

Las células grasas promueven la inflamación que acelera el envejecimiento cerebral

Mientras que los obesos mostraron mayor aceleración en la pérdida de la materia blanca, otros estudios han relacionado la obesidad con mayor riesgo de Alzheimer. Aun no se determina la razón por la que el exceso de peso promueve la pérdida de la materia blanca cerebral. WebMD cita al Dr. Mike Henne, vocero de la Federación Americana para la Investigación del Envejecimiento:

“Una posibilidad es que, cuando se es obeso, las células de grasa producen más sustancias inflamatorias y la materia blanca es más sensible a ellas”.

 

La alimentación mediterránea aumenta la capacidad cognitiva

Un análisis de 135 estudios concluyó que la alimentación mediterránea es beneficiosa para la capacidad cognitiva y reduce la probabilidad de desarrollar Alzheimer. Según Medical News Today:

“En relación con la memoria, los participantes experimentaron mejoras en la memoria a largo y corto plazo, así como mejoras en el retraso cognitivo, función ejecutiva y las construcciones visuales. También se relacionó con mejoras en la atención y el lenguaje…”

Este tipo de alimentación es alta en alimentos de origen vegetal y grasas saludables, como frutos secos y aceite de oliva, y enfatiza el consumo de pescado y aves por encima de la carne roja. Y lo más importante: se concentra en alimentos reales.

La alimentación mediterránea ha demostrado:

  • Reducir la inflamación
  • Mejorar el control del peso y reducir el riesgo de obesidad
  • Aumentar el consumo de micronutrientes
  • Mejorar el consumo de antioxidantes
  • Mejorar el equilibrio de vitaminas y minerales
  • Mejorar el metabolismo de la energía celular
  • Mejorar los perfiles lipídicos
  • Mejorar la microbioma intestinal

 

El cerebro requiere grasas saludables para su función óptima

En un estudio de 2015, se descubrió que los adultos mayores con factores de riesgo cardiovascular, que siguieron una alimentación baja en grasa, sufrieron disminución de la memoria y la capacidad cognitiva, en comparación con quienes llevaron una alimentación mediterránea alta en aceite de oliva o frutos secos.

A los que les fue mejor en términos de memoria, fueron a los que llevaron una dieta mediterránea suplementada con 30 gr diarios de frutos secos, con las mejoras más significativas.

Y los que llevaron una alimentación mediterránea suplementada con 1 litro de aceite de oliva extra virgen cada semana, tuvieron las mejoras más altas en la función cognitiva.

Tanto los frutos secos como el aceite de oliva son grasas saludables y sin procesar que el cuerpo necesita, así que las mayores cantidades de grasas saludables mejoraron la función cerebral.

Algunas investigaciones de Mayo Clinic demostraron que las dietas altas en grasa están relacionadas con un riesgo 42% menor de daños cognitivos leves (precursor del Alzheimer), mientras que las dietas ricas en carbohidratos refinados elevan el riesgo a 89%, como lo reportó USA Today en 2012.

No solo se necesitan grasas saludables para la función del cerebro, sino también para la energía, producción de hormonas y gran variedad de otras funciones, como la función mitocondrial y, aunque no lo crea, el control del peso.

 

El DHA: un componente importante para la salud cerebral

Quizá la grasa más importante para el cerebro sea la omega-3 de origen animal, ácido docosahexaenoico (DHA), que se encuentra en pescados y mariscos.

La importancia de las omega-3 para la salud cerebral se ha demostrado en muchos estudios. Por ejemplo, que ayuda a prevenir el Alzheimer, que mejora los síntomas del trastorno de hiperactividad con déficit de atención (THDA) y la depresión, y retrasa el desarrollo de la psicosis entre los pacientes con alto riesgo de esquizofrenia.

En el estudio con ratas ya mencionado, las que recibieron DHA junto con su alimentación alta en JMAF fueron capaces de atravesar el laberinto más rápido y mejor que las del grupo sin DHA, lo que sugiere que protege contra los efectos dañinos de la fructosa.

El DHA es esencial para la función sináptica: ayuda a las neuronas a transmitirse señales, que es el mecanismo que hace posible el aprendizaje y la memoria.

El DHA es un elemento estructural en cada célula y juega un papel en la comunicación dentro y entre las células.

Que sea un elemento estructural de las células ayuda a explicar por qué la deficiencia de omega-3 es tan dañina para la salud. Y, ya que más del 90% de la omega-3 que se encuentra en el cerebro es DHA, es muy importante para la salud.

 

La obesidad se relaciona con el deterioro de la capacidad cognitiva

Numerosos estudios presentan la idea de que el peso sería un factor de riesgo de Alzheimer. Los adultos obesos a menudo tienen otros factores de riesgo de Alzheimer, como hipertensión y diabetes. La obesidad también está relacionada con la inflamación crónica, que podría empeorar el Alzheimer, junto con la resistencia a la insulina, otro conocido factor de riesgo de Alzheimer.

En 2008, las investigaciones revelaron que la obesidad central (exceso de peso alrededor del vientre) se relaciona con un mayor riesgo de demencia.

Las investigaciones publicadas en 2011 encontraron una fuerte correlación entre el índice de masa corporal (IMC) y los niveles altos de la beta-amiloide, la proteína que se acumula en placas en el cerebro de los pacientes con Alzheimer. Se cree que esta destruye las neuronas, causando los problemas cognitivos y conductuales típicos de esta enfermedad.

Un estudio de 14 años de duración, publicado en julio de 2016, encontró que, entre quienes desarrollaron Alzheimer, aquellos con sobrepeso u obesidad a la edad de 50, desarrollaron los síntomas 7 meses antes, en comparación con aquellos que tenían un peso saludable durante los 40. Aquellos con un IMC alto también fueron más propensos a tener un mayor nivel de proteínas amiloideas en el cerebro.

 

Tres claves para la pérdida de peso y la salud cerebral

Da la casualidad de que son idénticas a las que ayudan a la pérdida de peso:

  • Ejercicio, especialmente el entrenamiento en intervalos de alta intensidad.
  • Restricción calórica (el ayuno intermitente parece tener muchos de los mismos beneficios, mientras que es más fácil de realizar).
  • Reducción de carbohidratos netos (azúcares y granos refinados) y aumentar las grasas saludables (aceite de oliva, coco, mantequilla orgánica, frutos secos, yemas de huevo de gallinas sueltas y aguacates).

De acuerdo con el Dr. David Perlmutter, neurólogo y autor del libro “Grain Brain” (“Cerebro de Pan”), una alimentación baja en carbohidratos refinados y alta en grasas saludables es el componente clave para la prevención del Alzheimer.

 

Otras estrategias para proteger al cerebro

Vitamina D: Se han localizado vías metabólicas para la vitamina D en el hipocampo del cerebro y el cerebelo, áreas involucradas en la planeación, procesamiento de la información y formación de recuerdos. En adultos mayores, los niveles bajos de vitamina D están relacionados con menor función cerebral.
Colina: La colina reduce la inflamación y participa en la comunicación de los nervios. El huevo y la carne son dos de las mejores fuentes de colina.
Salud del tracto gastrointestinal: Es otra cuestión importante con una influencia significativa en la función cerebral. El intestino es el “segundo cerebro”. También se tienen neuronas en el intestino, y las bacterias intestinales transmiten información del tracto gastrointestinal al cerebro, a través del nervio vago.
La microbioma intestinal dañada se ha relacionado con el desarrollo anormal del cerebro y podría ser causa de muchos casos de depresión. Además de evitar el azúcar, una de las mejores formas de apoyar la salud intestinal es consumir vegetales fermentados.

 

Por último – La importancia del sueño.

Las normas del sueño recientes, basadas en 300 estudios sobre los efectos del sueño sobre la salud, confirman que la mayoría de adultos necesitan unas 8 horas de sueño para una salud óptima.

Es particularmente importante para la salud cerebral, ya que el único momento en que el cerebro puede desintoxicarse es durante el sueño profundo, razón por la que quienes duermen mal son más propensos a desarrollar trastornos neurológicos, como el Alzheimer.

  1. Science Daily May 15, 2012
  2. Borneo Post August 6, 2016
  3. WebMD August 9, 2016
  4. Medical News Today August 10, 2016
  5. JAMA Internal Medicine May 11, 2015;175(7):1094-1103
  6. USA Today October 17, 2012
  7. Alzheimer’s News Today July 2, 2015
  8. Neurology March 26, 2008
  9. Neurology. 2011 Nov 22;77(21):1913-20.
  10. Molecular Psychiatry July 2016;21(7):910-5