Aseándose con el enemigo

Millones de personas despertamos con la noticia de que nuestro aseo personal podría estarnos enfermando.

En un estudio de la Universidad de Reading se relacionaron químicos como los parabenos con riesgo de cáncer mamario, después de descubrir rastros de parabenos (conservadores en los desodorantes que imitan a los estrógenos) en muestras de tumores de mama humanos.

Este descubrimiento llega sólo una semana después de que los científicos revelaron que los conteos de esperma de hombres han caído un tercio desde 1989. Se piensa que la exposición a químicos disruptores de hormonas -incluyendo a los parabenos- ha jugado un papel importante en ello.

El año pasado Greenpeace publicó un reporte revelando que los “químicos disruptores endocrinos” y otros que pueden dañar los órganos reproductores, que interfieren con el crecimiento y desarrollo y pueden dañar el sistema inmunológico, han sido encontrados en fetos. Al mismo tiempo, esta dio a conocer los resultados de pruebas independientes en muestras de productos como pijamas, juguetes y mamilas para bebés adonde se encontraron los mismos químicos peligrosos. Por ejemplo, las pijamas contenían falatos, que están prohibidos en los juguetes para la dentición porque pueden causar daños al hígado, los riñones y los testículos.

Aunque todavía se especula sobre la conexión entre el uso de químicos en el hogar y el aumento en los cánceres, particularmente en los hormonales, lo que no puede cuestionarse son los siguientes hechos: los porcentajes de cáncer mamario han aumentado en más de 50 por ciento en las tres décadas pasadas, mientras que los porcentajes de cáncer testicular y prostático casi se han duplicado.

Como consumidores, no tenemos opinión sobre si nos exponemos o no a estos químicos potencialmente peligrosos. Ahora están en las partículas de polvo y en los ríos, son parte de nuestro ambiente. Y es prácticamente imposible evitar comprar productos que los contengan. Los detergentes, los productos de limpieza y los juguetes, no tienen que enlistar todos sus ingredientes. Sólo los cosméticos deben hacerlo por ley, y las protecciones de confidencialidad les permiten dejar fuera algunos ingredientes.

Afortunadamente ya existen, al menos en el caso de los desodorantes axilares, alternativas naturales, que eliminan este riesgo de cáncer mamario.

Sana Sana

Los bebés aprenden a comer sano desde antes de que nazcan. 

Desde antes que el niño pruebe su primer bocado, conoce los sabores a través del líquido amniótico en la matriz, y más tarde en la leche materna. 

Las mujeres pueden dar a sus hijos una probada de comida saludable desde antes de que nazcan, comiendo muchas verduras durante el embarazo, según hallazgos científicos. 

Una serie de estudios han demostrado que lo que una mujer consume durante el embarazo y la lactancia puede tener influencia decisiva en el tipo de comida que su bebé preferirá cuando sea destetado. 

La notoria dificultad de enseñar a niños muy pequeños a comer verduras en vez de alimentos dulces y grasosos se puede superar si las madres se dan cuenta de la importancia de que ellas mismas coman bien, señalan científicos. 

La buena noticia es que la investigación muestra que los bebés y su paladar pueden aprender desde muy temprano a comer alimentos saludables, incluso antes de su primer bocado, señaló Jule Mennella, bióloga del desarrollo del Centro Monell de Química de los Sentidos, en Filadelfia, EUA. 

El mensaje es: coman alimentos saludables que disfruten y cuando el bebé sea destetado, ya estará familiarizado con esos sabores, declaró la científica en la reunión de la asociación estadounidense para el avance de la ciencia, en Boston. 

Un estudio con 46 bebés de entre 6 meses y 1 año de edad descubrió que aquellos cuyas madres tomaron jugo de zanahoria con regularidad cuando estaban embarazadas, o en los primeros 3 meses de lactancia, comieron casi 2 veces más cereal sabor zanahoria que aquellos cuyas mamás no tomaban jugo. 

Fue la primera vez que los bebés probaron alimento sólido, y muestra la influencia que nuestras primeras exposiciones tienen sobre nosotros. La investigación muestra que los niños reciben información sensorial en la matriz y mediante la leche materna. 

Durante el destete 

Hasta los niños alimentados con biberón pueden aprender con rapidez a gustar de las verduras si se les expone al sabor durante el destete. Sea que un niño haya sido alimentado con leche materna o de fórmula, puede aprender desde que es destetado. Si se le expone desde el principio a las frutas y verduras con regularidad, pronto aceptará esos alimentos. 

El consejo es: coman una variedad de alimentos saludables que disfruten durante el embarazo y la lactancia, y una vez que sus bebés empiecen a comer alimentos sólidos denles repetidas oportunidades de probar esos alimentos, hasta que lleguen a gustar de su sabor. 

Los bebés están programados para gustar de los alimentos dulces y grasosos porque esos sabores se asocian a las altas calorías, en tanto muchos vegetales tienen un sabor amargo por las sustancias naturales que las plantas generan para evitar ser comidas.