Candidiasis: fermentación mental e intestinal

No todas las “ñáñaras” son mentales. Cuando usamos antibióticos multiplicamos las levaduras, que liberan toxinas y debilitan las defensas, y conducen a infecciones repetitivas. Pero como cada infección es tratada nuevamente con antibióticos, se vuelven a fortalecer instalando un círculo vicioso. 

Además, una alimentación rica en azúcares y carbohidratos refinados también las promueve. Y se generan problemas mentales porque las defensas, las hormonas y el cerebro están íntimamente relacionados. 

Depresión 

Millones sufren depresión y toman prozac y otros medicamentos controlados, que nunca deberían administrarse sin conocer la causa subyacente de la depresión. 

Como otros padecimientos crónicos, la depresión tiene diversas causas. La Candidiasis es de las primeras, en especial para mujeres. Entonces, si sufres depresión o alteraciones similares, puedes tener historial de: 

1.- Uso reiterado o prolongado de antibióticos

2.- Síntomas digestivos persistentes 

3.- Infecciones de: vagina, próstata, pie de atleta, hongos en uñas o genitales. 

Entonces cualquier tratamiento contra levaduras puede aliviar dramáticamente las depresiones. 

Trastorno Maniaco Depresivo (TMD) 

Recientemente muchas personas con TMD reportan respuesta positiva a la terapia anti-fúngica que llega a detener las crisis, aminorando y abreviando las depresiones hasta desaparecerlas en 3 meses. 

Autismo 

Desde los 80’s muchos padres de niños autistas reportaron que mejoraban con terapias anti-cándida y que esto se incrementaba con dietas sin azúcar. Casi siempre, los primeros síntomas de autismo surgieron durante el 2do y 3er año justo después de tratamientos repetitivos contra infecciones de amigdalitis, otitis y otras relacionadas. 

En 1994 un estudio con 8,700 padres de autistas encontró lo siguiente: 

De 31 medicamentos prescritos, el Ritalin fue el más recetado. Solo 26% reportó mejoría, y 46% empeoró con Ritalín. El antifúngico Nystatin produjo la mayor mejoría con 49% y solo 4% empeoró. 

Otras investigaciones encontraron elevados los metabolitos fúngicos y otros ácidos en la orina de niños con autismo y Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad (SDAH). Después de tratamiento con medicamentos antifúngicos y dieta apropiada todos mejoraron. 

El Autismo, al igual que otras disfunciones devastadoras, en muchos niños están relacionadas con las levaduras. 

SDAH 

Casi todos los niños con el síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad tienen historial de tratamientos con antibióticos como Amoxilina y otros de amplio espectro. Un estudio demostró que 69% de niños con problemas escolares medicados para SDAH tenían un historial de más de 10 tratamientos. 

Los antibióticos barren las bacterias digestivas amigables convirtiendo a la Candida albicans, de flora benéfica, en organismo invasivo y tóxico que afecta sistemas nervioso, inmunológico, hormonal y diferentes órganos y tejidos. 

La dieta es otro factor. Muchos síntomas mentales son causados por intolerancias alimentarias que producen “alergias cerebrales”. 

Los más culpables son: leche de vaca y muchos lácteos, trigo y derivados, chocolate, huevo y maíz sin nixtamalizar. Además, endulzantes como azúcar de caña y jarabe de alta fructosa, son causa de hiperactividad. 

En un experimento, se trataron 182 niños con estos problemas, eliminando de su dieta durante 7 días los alimentos mencionados, más naranja, colorantes y conservadores. Cuando mejoraba su condición se introducían uno a la vez por un solo día y se anotaban sus reacciones. Después de 5 años: 

El 70% de los padres estuvieron seguros de que la hiperactividad de sus niños estaba relacionada con ciertos alimentos. Los mayores responsables de la hiperactividad en 136 niños fueron: Azúcar 77; Colorantes, aditivos y saborizantes 48; Lácteos 38; Maíz 30; Chocolate 28; Trigo 15. 

Esquizofrenia 

El Dr. Pfeiffer, pionero en tratamiento nutricional de problemas mentales, menciona que la candidiasis crónica es una de las causas menos conocida de esquizofrenia. 

En Resumen: 

La alimentación, la nutrición y la ecología digestiva, son factores fundamentales para el bienestar físico y mental, y también son las herramientas para recuperar la salud y el equilibrio.

Candidiasis crónica…un mal común poco conocido

¿Sufres síntomas crónicos inexplicables como: cansancio, molestias intestinales, migrañas, dolores musculares, alergias?… ¿Los análisis no revelan nada?, ¿te han dicho que tus síntomas son por ansiedad, estrés o depresión? 

La buena noticia es que no estás poseído ni has sido abducido por los E.T’s. La mala es que, como muchos otros millones, sufras de candidiasis crónica. 

Esta enfermedad es un pandemia moderna; jamás hemos tenido tanta comida y estado tan desnutridos, y jamás hemos tomado tantos antibióticos, hormonas sintéticas (en fármacos y alimentos) y cortisona. Y estos factores disparan la candidiasis. 

Hay dos grupos de personas que la sufren: 

  1. Los pacientes diagnosticados con cándidas vaginales u orales y los que sufren inmuno-depresión, reciben quimioterapia o son diabéticos. Los tratamientos calman sus síntomas, pero los hacen intermitentes, tal vez de por vida. 
  1. Las personas no diagnosticadas (la mayoría). Con sintomatología muy extensa, confusa, cíclica y recurrente, pero las pruebas de laboratorio suelen ser normales. Pueden llevar una vida “normal”, pero siempre se sienten por debajo de sus posibilidades. Por falta de diagnóstico y ausencia de tratamiento, la candidiasis se hace crónica. 

¿Qué es la candidiasis? 

Es una infección causada por levaduras del género cándida. Las levaduras aparecen después de nacer y conviven con nosotros en piel y aparatos digestivo y genitourinario. Su función es absorber metales pesados, degradar carbohidratos mal digeridos, y ayudar a mantener el equilibrio intestinal y el pH.

Nuestra flora interna y nuestras defensas las mantienen controladas pero cuando se destruye la ecología intestinal se deprime la inmunidad, crecen sin control las levaduras, por factores como: 

Azúcar y carbohidratos refinados; Agua del grifo y dentríficos con fluor; Antibióticos, cortisona y hormonas sintéticas; Estrés contínuo; Disminución de secreciones digestivas y falta de nutrientes. 

Las cándidas producen 79 toxinas como el acetaldehído. Aquí sus efectos negativos y los síntomas más comunes: Deseo compulsivo por comer carbohidratos (dolor de músculos, sensación de resaca por las mañanas); Diarrea y/o estreñimiento (infecciones crónicas, ahogo); distensión abdominal (insomnio y alergias); dolores de cabeza (retención de líquidos y picor anal); fatiga (depresión y congestión nasal); indigestión (problemas de uñas y ardor estomacal); malestar general (mareo y afonía); molestias de ojos y oídos (dolor de articulaciones y molestias vaginales). 

Las enfermedades relacionadas con una candidiasis crónica son: 

Artritis reumatoide, lupus, asma, enfermedad de crohncolitis , depresión y ansiedad, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, hipotiroidismo, hipoglucemia, síndrome de intestino irritable, anemia, soriasis y eccema, sinusitis y esclerosis múltiple. 

Tratamiento de la candidiasis. La parte fundamental es a la alimentación. 

Muchas personas no han sido diagnosticadas y son tratadas como hipocondríacos, depresivos o ansiosos y llegan a tomar prozac o ansiolíticos en vez de seguir tratamiento para candidiasis 

Hay que eliminar: Azúcares y almidones (azúcar, miel, dextrosa, alta fructosa, miel karo, endulzantes artificiales, sodas, cereales azucarados, pan dulce, postres, helados, harina refinada, arroz blanco, etc.), frutas de fácil fermentación, jugos de fruta, lácteos, incluido yogur comercial, alcohol en general, papas, champiñones y setas, cacahuates y pistaches, productos fermentados. 

Se puede comer: Carnes magras, pescado y huevos, vegetales, algas marinas, legumbres, frutos secos y semillas, granos integrales, moderando el trigo, tostadas de centeno, galletas de arroz, limón y aguacate, leches vegetales sin endulzar, tofu y soya texturizada, aceite de oliva, arroz, uva y canola, 

jugos vegetales (excepto zanahoria y betabel), agua alcalina, infusiones y té verde, especias suaves. 

No malpasarse: respetar las comidas principales y picar algo a media mañana y media tarde. Incluir proteína en cada comida (pescado, huevo, legumbres, algas, derivados de soya, frutos secos crudos y semillas). 

Adicionalmente, incluir remedios y suplementos especializados de Medicina Nutricional, Herbolaria y Homeopatía.