• Lun a Sáb 9a.m. a 7p.m. | Dom 12a.m. a 4p.m.

Tel.

(646) 176-1005 y 176-1040

Dirección

Ave. Espinoza #313, Col. Obrera. CP 22830

Archivos de etiquetas: Azúcar

sugar and cancer

Azúcar y Cáncer – una relación comprobada

El papel del azúcar en nuestra salud está incuestionablemente ligado a muchos aspectos negativos. Cuanto más sabemos de nutrición, mejor entendemos este problema. Esto también ocurre en su relación con el cáncer.

Al día de hoy sabemos que el exceso de azúcar es una razón por la cual puede aparecer algún tipo de tumor relacionado con el  sistema digestivo. ¿Quiere decir que el azúcar “provoca” Cáncer? No. Esta relación es más compleja de lo que parece.

Relacionados pero no directos

No, el azúcar no provoca Cáncer. La sacarosa, que forma el azúcar común, no es en sí una molécula carcinogénica y no provoca mutaciones ni Cáncer por sí misma. Pero su exceso sí aumenta la probabilidad de sufrir un cáncer.

¿Cómo ocurre?

Existen varios estudios que relacionan el Cáncer de páncreas o de colon, por poner dos ejemplos, con el consumo de azúcar. Esto se debe, básicamente, a que el exceso de azúcar provoca problemas como la obesidad y exceso de grasa. Esto, a su vez, deteriora diversos tejidos y afecta al metabolismo, que al no funcionar bien provoca daños celulares.

A medio y largo plazo aparece el cáncer como consecuencia de este mal funcionamiento producido por el exceso de consumo de azúcar.

El azúcar también afecta al metabolismo

Por otro lado, el azúcar en sangre sí que tiene un efecto directo en el  metabolismo de las células tumorales. Estas obtienen una gran cantidad de energía a partir del azúcar en sangre. Las moléculas de glucosa libres son especialmente importantes en este proceso, que se conoce como “efecto warburg”. De esta forma, el azúcar que comemos va a la sangre y allí ayuda a alimentar a las células de los tumores.

Por supuesto esto no es tan sencillo, pero sabemos a ciencia cierta que los niveles de glucemia (concentración de azúcar en sangre) afectan a la proliferación de tumores cuando estos están presentes.

Por otro lado, Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos han comprobado que el exceso de azúcar aumenta la actividad de una molécula llamada beta-catenina, que está directamente relacionada con la progresión de ciertos tipos de Cáncer de intestino delgado, mama, ovario, páncreas y colon, entre otros.

De nuevo, hemos de insistir en que el azúcar no provoca Cáncer. Sin embargo, sí que ayuda a promover su crecimiento, además de ayudar a fomentar su aparición por los mecanismos indirectos de los que hablábamos antes.

  • Bostick, Roberd M., John D. Potter, Lawrence H. Kushi, Thomas A. Sellers, Kristi A. Steinmetz, David R. McKenzie, Susan M. Gapstur, y Aaron R. Folsom. «Sugar, Meat, and Fat Intake, and Non-Dietary Risk Factors for Colon Cancer Incidence in Iowa Women (United States)». Cancer Causes & Control 5, n.o 1 (1 de enero de 1994): 38-52. https://doi.org/10.1007/BF01830725.
  • Chocarro-Calvo, Ana, Jose Manuel García-Martínez, Soraya Ardila-González, Antonio De la Vieja, y Custodia García-Jiménez. «Glucose-Induced β-Catenin Acetylation Enhances Wnt Signaling in Cancer». Molecular Cell 49, n.o 3 (7 de febrero de 2013): 474-86. https://doi.org/10.1016/j.molcel.2012.11.022.
  • Gatenby, Robert A., y Robert J. Gillies. «Why Do Cancers Have High Aerobic Glycolysis?» Nature Reviews. Cancer 4, n.o 11 (noviembre de 2004): 891-99. https://doi.org/10.1038/nrc1478.
  • Michaud, Dominique S., Simin Liu, Edward Giovannucci, Walter C. Willett, Graham A. Colditz, y Charles S. Fuchs. «Dietary Sugar, Glycemic Load, and Pancreatic Cancer Risk in a Prospective Study». JNCI: Journal of the National Cancer Institute 94, n.o 17 (4 de septiembre de 2002): 1293-1300. https://doi.org/10.1093/jnci/94.17.1293.
  • «Overweight, obesity and cancer: epidemiological evidence and proposed mechanisms | Nature Reviews Cancer». Accedido 14 de febrero de 2019. https://www.nature.com/articles/nrc1408

Las frutas con arrugas 

Que por su riqueza en nutrientes le ayudan a combatirlas. Usando el método más antiguo de conservación de la fruta, podemos comerlas todo el año. Al perder agua concentran nutrientes y azúcares naturales. 

Joyas de Nutrición 

Su valor calórico es elevado (desde 163 calorías en ciruelas hasta 264 en uvas por cada 100gr) por su abundancia en azúcares naturales. Los higos frescos por ejemplo, pasan de 18gr de azúcares a más de 60gr por cada 100 gr. 

Tienen elevados niveles de Potasio, Calcio, Hierro, Beta-caroteno, Niacina o B3. La vitamina C se pierde casi toda. Son fuente excelente de fibra soluble e insoluble (20% de su peso), inmejorable para facilitar el tránsito intestinal. 

El potasio es necesario para nervios, músculos y el equilibrio de agua intra y extra celular. 

El beta-caroteno se transforma en vitamina A, esencial para la visión, piel, cabello, mucosas, huesos y sistema inmunológico, y es antioxidante. 

El magnesio mejora el funcionamiento intestinal, nervioso y muscular; forma parte de huesos y dientes; mejora la inmunidad y es un suave laxante. 

La vitamina B3 o Niacina permite aprovechar los carbohidratos, ácidos grasos esenciales y los aminoácidos, mejorando la microcirculación. 

Origen y variedades 

Formaban parte de la cocina Europea de la Edad Media. En Turquía, Irán, Arabia Saudí, Yemen y Norte de África siguen siendo tradicionales en las recetas. 

Las ciruelas proceden del Turquestán, luego introducidas en Italia en tiempos de Catón (149 a.d. C.) y así extendidas por toda Europa. Ricas en potasio, magnesio, hierro y vitamina B, destacan por su riqueza en fibra. 

El coco es generoso en proteínas, grasas y carbohidratos. Indispensable en la supervivencia de millones de habitantes tropicales. 

El dátil es excelente para los huesos y prevenir la osteoporosis. Muy energético y rico en Calcio, Hierro y Vitamina C. 

Los higos son generosos en minerales como el Zinc para defensas y próstata. Nutritivos y fáciles de digerir, y muy ricos en fibra. 

Los chabacanos, los originales Orejones. Alimentan la piel porque aportan provitamina A, hierro, cobre, potasio y magnesio, fortaleciendo el trabajo muscular y la recuperación, sobre todo para deportistas. 

Las pasas de uva contienen excelentes azúcares, y benefician el hígado, aportan calcio, y su ingesta es recomendable para los niños y embarazadas. 

Cómo conservarlos 

Hay que guardarlas en frascos bien cerrados y en un lugar fresco, seco y protegido de luz e insectos. No deben conservarse en bolsas de plástico, ya que acaban enmoheciéndose. 

Precauciones. 

Por su alto contenido en azúcar puede resultar nocivo para encías y dientes, a los que se adhiere y da más tiempo para que las bacterias debiliten el esmalte. Hay que lavarse los dientes. 

Martha Piccolo .“13 Amazing Health Benefits of Eating Dried Fruit”. Drying all foods https://bit.ly/3YJRLKX

Anthony Komaroff, M.D.“Is eating dried fruit healthy?”. Harvard Health Publishing, 13 de octubre de 2016. https://bit.ly/3PI2yBe

Adda Bjarnadottir:“Dried Fruit: Good or Bad?” Healthline, Junio 4 2017 https://bit.ly/2LRXBrg

Jesionkowska: “Dried fruit and its functional properties from a consumer’s point of view” 7 de noviembre 2015. https://bit.ly/3G9gH7j

La temporada del azúcar

La Navidad es una época de fiestas y excesos en el comer, pero el desenfrenado consumo navideño de azúcares y licores no es digno de celebrar.

Ese aumento estacional del consumo de azúcares constituye una tremenda transición en la salud mundial, y muchos países en desarrollo están afrontando las consecuencias: modificaciones de la dieta, menor actividad física y mayor uso de alcohol y tabaco.

Esos cambios se deben a la globalización y a una mayor urbanización, factores que producen sedentarismo además de alterar la dieta.

No debería entonces extrañar que las enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiovasculares (ECV), la obesidad, la diabetes y el cáncer, maten anualmente a más de 45 millones en el mundo y causen el 60% del total de muertes. De hecho representan casi la mitad de la morbilidad mundial.

Se espera que en 2020 esto aumente hasta el 73% de todas las muertes y el 60% de la morbilidad mundial. Además, más del 60% de dichas muertes se producen en países en desarrollo donde las ENT afectan cada vez más a los más jóvenes, lo que disminuye la productividad de un país.

Datos de China reflejan la amplitud del problema: En las zonas rurales Chinas, con más de 800 millones de personas, las ENT representan más del 80% de las muertes.

Ahora muchos países están afectados por una doble carga de morbilidad: por un lado luchan contra la malnutrición y enfermedades como paludismo, tuberculosis y VIH/SIDA, y por otro deben afrontar una explosión de ECV, Diabetes y Obesidad.

De hecho, 5 de las 10 causas principales de muerte a escala mundial están relacionadas con la dieta y la actividad física. Se requiere un examen crítico de lo que comemos y de nuestros niveles de actividad física.

La OMS ha formulado una estrategia mundial sobre la dieta, la actividad física y la salud. Le tomó 18 meses y consultas en más de 80 países, y con aportaciones de la ONU, grupos cívicos y productores de alimentos. ¿Conclusiones?

Los gobiernos pueden actuar:

  • Proveyendo vialidades seguras para que niños y jóvenes vayan a la escuela en bicicleta.
  • Gravando alimentos insanos y subvencionando a los sanos.
  • Exigiendo comidas sanas en las escuelas.

La mayoría de estas recomendaciones fueron refrendadas por muchos países, pero hay muchos intereses en juego que provocan mañosamente debates sobre la composición de una dieta sana aduciendo que se dispone de pruebas suficientes para actuar. Desgraciadamente esos grupos sobornan y controlan a los Ministerios de Salud.

El aumento de ENT y ECV es una bomba de relojería para la salud mundial y el talón de Aquiles de nuestro país. Aplicar las estrategias de la OMS podría transformar históricamente la salud humana y producir la adopción de hábitos para mejorar el bienestar y longevidad mundiales.

Pero mientras, nosotros seguimos dale que dale al vicio del licor y los azúcares decembrinos. Nomás échenle un vistazo a lo que se ingiere en las posadas. Al menos aprovechemos que las piñatas de cartón son casi irrompibles y hagamos buen ejercicio intentando romperlas. Aconsejo rellenarlas de electrolitos y “gerolanes”, porque a como estamos, más de uno estará en riesgo de infarto.

Fuente: Kaare R. Norum. Profesor de Medicina y Nutrición. Universidad de Oslo. Project Syndicate.

Kaare R. Norum. Profesor de Medicina y Nutrición. Universidad de Oslo. Project Syndicate 30 de diciembre, 2004.https://bit.ly/3WhlN7o

Hábitos que dañan el cerebro

  • No Desayunar

La gente que no desayuna tiene bajo nivel de azúcar en la sangre. Esto genera insuficiente suministro de nutrientes al cerebro causando su degeneración paulatina.

  • Comer de más

Esto causa el endurecimiento de las arterias del cerebro, causando además baja capacidad mental.

  • Fumar

Causa la disminución del tamaño cerebral y promueve además Alzheimer.

  • Consumir altas cantidades de azúcar

El alto consumo de azúcar refinada y/o alta fructosa, interrumpe la absorción de proteínas y nutrientes causando malnutrición y puede interferir en el desarrollo del cerebro.

  • Inhalar aire contaminado

El cerebro es el más grande consumidor de oxígeno del cuerpo. Inhalar aire contaminado disminuye su oxigenación generando disminución de la eficiencia cerebral.

  • Dormir poco

El dormir permite al cerebro descansar. La falta de sueño por periodos prolongados acelera la pérdida de células del cerebro.

  • Dormir con la cabeza cubierta

Dormir con la cabeza cubierta aumenta la concentración de dióxido de carbono y disminuye el oxígeno causando efectos adversos a nuestro cerebro.

  • Hacer trabajar al cerebro cuando estamos enfermos

Trabajar y estudiar cuando estás enfermo porque además de la dificultad del cerebro para responder en ese estado, lo daña.

  • Falta de estimulación

Pensar es la mejor manera de estimular nuestro cerebro; no hacerlo provoca que el cerebro disminuya su tamaño y por lo tanto su capacidad.

  • Practica la Conversación inteligente

Conversaciones profundas o intelectuales promueven la eficiencia cerebral.

Mathew Sloan. “The worst habits for your brain”. April 2022. Harvard Health Publishing. https://bit.ly/3W0Si9D

Dr. Kashouty. “10 Habits That Can Hurt Your Brain”. Premier Neurology and Wellness Center. https://bit.ly/3Fmm15S

Dan Brennan, MD and Jennifer Robinson. “Bad habits that can hurt your brain”. November 2022. Web MD https://wb.md/2KjUcwh

Dr. Rachita Narsaria,  M.D. “13 Daily habits that damage the brain”. MED India. Marzo 2022. https://bit.ly/3WdwXJM

MÉXICO, medalla de oro en consumo de refresco

Dicen algunos estudios que México es el país con mayor consumo de refrescos, pese a las consecuencias negativas que acarrea su ingesta. El hábito, como muchas otras costumbres, inicia en la infancia.

Los refrescos o bebidas carbonatadas se han establecido en gran número de mesas para acompañar los alimentos, o bien, se ingieren ávidamente entre comidas como “golosinas”, ocupando lugar destacado en la alimentación de los niños. No por nada, durante el decenio 1990-2000 se bebieron en México, en promedio, 140 litros por persona, lo que representa el primer lugar de consumo de estos productos por habitante en el orbe.

Sin embargo, el daño que provocan a la salud es mayúsculo, y apunta en diversas direcciones: sobre peso, desmineralización y trastornos digestivos.

Las bebidas carbonatadas provocan obesidad infantil, pues contienen grandes cantidades de azúcares, como sacarosa, glucosa y fructuosa; sólo como ejemplo, se publicó (1) (2) que para elaborar 10 litros del refresco más popular en el mundo, se requieren 8.8 litros de agua, 1,070 gramos de endulzante y 90 gramos de dióxido de carbono. Pues bien, tales compuestos llegan rápidamente al flujo sanguíneo del niño y son asimilados gracias a la insulina, lo que les permite pasar a los tejidos convertidos en grasas.

Así, diversas investigaciones han encontrado un vínculo directo entre el consumo de refresco y la obesidad hasta en 34% de los casos estudiados. Los resultados son contundentes: al beber un litro de refresco al día, se aumenta un kilo de peso en tres semanas.

Estas bebidas, además, afectan a los dientes disolviendo su esmalte protector y provocando caries. En particular, las bebidas de cola contienen ácido fosfórico, sustancia que impide la adsorción de calcio y que favorece la formación de huesos débiles: si un diente humano es sumergido en una bebida de cola, éste se ablanda en un par de días y comienza a disolverse.

Por otra parte, se sabe que el consumo de refrescos de cola genera hiperactividad en los niños: uno de sus componentes, la cafeína, es una sustancia que intoxica a las células nerviosas, provocando en ellas una reacción para eliminarla que se combina con sensación de euforia, si bien el resultado final es agotamiento. Por otro lado, el contenido de cafeína en estos productos es superior al de una taza de café y existen evidencias de que disminuir el consumo de refrescos en 50% mejora el comportamiento en 42% de los infantes.

Asimismo, la cafeína provoca trastornos de sueño en el pequeño, hecho que adquiere relevancia si se considera que al dormir se estimula la hormona del crecimiento, por lo que la falta de descanso profundo y reparador afecta el desarrollo normal.

Por último, cabe destacar que el gas carbónico, sustancia que da a estas bebidas su característica burbujeante, tiene dos efectos nocivos: a corto plazo, ayuda a asimilar al ácido fosfórico y a la cafeína, aumentando los efectos antes descritos, mientras que a mediano plazo produce irritación en la piel que recubre al estómago o mucosa gástrica, con lo que se favorece la aparición de trastornos digestivos.

MÉXICO, medalla de oro en consumo de refresco

El Vigía 4 de agosto del 2012

Dicen algunos estudios que México es el país con mayor consumo de refrescos, pese a las consecuencias negativas que acarrea su ingesta. El hábito, como muchas otras costumbres, inicia en la infancia. 

 Los refrescos o bebidas carbonatadas se han establecido en gran número de mesas para acompañar los alimentos, o bien, se ingieren ávidamente entre comidas como “golosinas”, ocupando lugar destacado en la alimentación de los niños. No por nada, durante el decenio 1990-2000 se bebieron en México, en promedio, 140 litros por persona, lo que representa el primer lugar de consumo de estos productos por habitante en el orbe. 

Sin embargo, el daño que provocan a la salud es mayúsculo, y apunta en diversas direcciones: sobre peso, desmineralización y trastornos digestivos. 

 Las bebidas carbonatadas provocan obesidad infantil, pues contienen grandes cantidades de azúcares, como sacarosa, glucosa y fructosa; sólo como ejemplo, se publicó que, para elaborar 10 litros del refresco más popular en el mundo, se requieren 8.8 litros de agua, 1,070 gramos de endulzante y 90 gramos de dióxido de carbono. Pues bien, tales compuestos llegan rápidamente al flujo sanguíneo del niño y son asimilados gracias a la insulina, lo que les permite pasar a los tejidos convertidos en grasas. 

 Así, diversas investigaciones han encontrado un vínculo directo entre el consumo de refresco y la obesidad hasta en 34% de los casos estudiados. Los resultados son contundentes: al beber un litro de refresco al día, se aumenta un kilo de peso en tres semanas.  

Estas bebidas, además, afectan a los dientes disolviendo su esmalte protector y provocando caries. En particular, las bebidas de cola contienen ácido fosfórico, sustancia que impide la adsorción de calcio y que favorece la formación de huesos débiles: si un diente humano es sumergido en una bebida de cola, éste se ablanda en un par de días y comienza a disolverse. 

Por otra parte, se sabe que el consumo de refrescos de cola genera hiperactividad en los niños: uno de sus componentes, la cafeína, es una sustancia que intoxica a las células nerviosas, provocando en ellas una reacción para eliminarla que se combina con sensación de euforia, si bien el resultado final es agotamiento. Por otro lado, el contenido de cafeína en estos productos es superior al de una taza de café y existen evidencias de que disminuir el consumo de refrescos en 50% mejora el comportamiento en 42% de los infantes. 

Asimismo, la cafeína provoca trastornos de sueño en el pequeño, hecho que adquiere relevancia si se considera que al dormir se estimula la hormona del crecimiento, por lo que la falta de descanso profundo y reparador afecta el desarrollo normal. 

Por último, cabe destacar que el gas carbónico, sustancia que da a estas bebidas su característica burbujeante, tiene dos efectos nocivos: a corto plazo, ayuda a asimilar al ácido fosfórico y a la cafeína, aumentando los efectos antes descritos, mientras que a mediano plazo produce irritación en la piel que recubre al estómago o mucosa gástrica, con lo que se favorece la aparición de trastornos digestivos. 

  1. Radiografía de Coca Cola. El Poder del Consumidor. 25 de octubre de 2011. https://bit.ly/2TFL668
  2. ¿Cuánta agua se utiliza para producir un litro de Coca-Cola?. El Financiero. 16 de agosto de 2022. https://bit.ly/3Dp5oFR