Higado graso

Causas y efectos del hígado graso no alcohólico

La enfermedad del hígado graso no alcohólico es una acumulación excesiva de grasas o de triglicéridos en el hígado, incluso sin consumo de alcohol. Es normal que el hígado tenga grasa, pero acumular más del 5% al 10% de su peso es problemático.

El hígado graso no alcohólico es más común en quienes tienen sobrepeso u obesidad, y los que muestran altos niveles de triglicéridos.

Con frecuencia no presenta síntomas, aunque puede causar fatiga, ictericia, hinchazón en las piernas y abdomen, confusión mental, entre otros. Si no se trata a tiempo el hígado se inflama e incluso degenera en cirrosis y puede contribuir al cáncer y a la insuficiencia hepática.

En sus primeras etapas basta comer bien, hacer ejercicio, y evitar fuentes de triglicéridos.

El exceso de fructosa es la principal causa

Lo primero a eliminar es el jarabe de maíz de alta fructosa, junto con los jugos de frutas, bebidas endulzadas, y todo lo que lo contenga. Deberán restringirse el Jarabe de Agave y la Miel.

La fructosa es muy similar al alcohol y causa el mismo daño al cuerpo y al hígado. Y la fructosa sólo se metaboliza por el hígado.

Y como la típica alimentación occidental incluye altas cantidades de fructosa, termina causando estragos y dañando al hígado al igual que el alcohol y otras toxinas. Causa iguales estragos metabólicos.

Según el Dr. Robert Lustig, la fructosa es una “toxina hepática crónica dependiente de la dosis”. y al igual que el alcohol, es metabolizada en grasa, no en energía celular como la glucosa.
Sus hallazgos se publicaron en la revista Academy of Nutrition and Diabetics, donde el Dr. Lustig explicó las tres similitudes entre fructosa y alcohol etanol:

1. Su metabolismo en el hígado es similar: ambos llevan a convertir los carbohidratos en grasa, lo que promueve la resistencia a la insulina, la dislipidemia (niveles anormales de grasa en sangre) y el hígado graso.
2. Ambos pueden causar inflamación hepática.
3. Ambos estimulan la “vía hedónica del cerebro, y crean habituación y dependencia”

Cómo contribuye la fructosa al hígado graso no alcohólico

En la revista Hepatobiliary Surgery and Nutrition, los investigadores observaron que el consumo excesivo de jarabe de maíz de alta fructosa en las sodas, se relaciona con este problema, y concluyeron que “los carbohidratos ingeridos contribuyen más al hígado graso no alcohólico que el consumo de grasa.”

Sus efectos pro-inflamatorios y de generación de grasa parecen relacionarse con el agotamiento del ATP transitorio (el almacenamiento químico de energía). Esto a su vez provoca la formación de ácido úrico.

La fructosa aumenta el ácido úrico haciendo que las células quemen rápido su ATP, causando “un choque celular” y aumentando su muerte.

Después de un exceso de fructosa, las células empiezan a carecer de energía y entran en shock.

Las células que carecen de energía se inflaman y son más susceptibles al estrés oxidativo. Las células grasas se vuelven enfermizas y se inflaman por el exceso de grasa. La muerte celular masiva aumenta el ácido úrico.

Por tanto, si los niveles de ácido úrico son altos, se generan niveles dañinos en las células, donde actúa como pro-oxidante. Según la investigación del dr. richard johnson, el ácido úrico es líder en el desarrollo de problemas de salud cuando alcanza niveles de 5.5 mg/dl o más, y a ese nivel, genera mayor riesgo de desarrollar hipertensión, diabetes,

Obesidad, y enfermedad renal.

La conexión entre el consumo de fructosa y los niveles elevados de ácido úrico es tan fiable que se puede utilizar como marcador de toxicidad por fructosa.

Las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de NAFLD

Las bebidas azucaradas son fuente importante de fructosa. Una nueva investigación de la Universidad Tufts reveló que ponen en riesgo la salud, ya que con solo una diaria, se tiene mayor riesgo de daño hepático y NAFLD.

Estas bebidas son un factor en las tasas alarmantes de niños con hígado graso (NAFLD), que cuanto más tiempo se tenga, es más probable que progrese a la fibrosis hepática, cirrosis, e insuficiencia hepática.

El estudio Hepatobiliary Surgery and Nutrition vinculó el consumo del Jarabe de Maíz de Alta Fructosa a la gravedad de la fibrosis en pacientes con NAFLD. Por ello es preocupante que los niños estén desarrollando este padecimiento. Los siguientes hechos acerca del NAFLD pediátrico son inquietantes:

• Un 10% de niños en EUA tienen hígado graso no alcohólico.
• Esto incluye al 1% de niños de 2-4 años, y al 17% de jóvenes de 15-19 años.
• Aproximadamente el 38% de los niños obesos tienen NAFLD.
• Los niños con NAFDL están en riesgo de complicaciones y mal diagnóstico, incluyendo la necesidad de un trasplante de hígado como adultos.

¿Cuánta fructosa es demasiado?

La mayoría de individuos con sobrepeso tienen resistencia a la insulina y a la leptina. Esto incluye a diabéticos, hipertensos, y con colesterol elevado, y todos están en mayor riesgo de hígado graso.

La fructosa no sólo está en bebidas azucaradas, sino en muchos alimentos procesados, y los efectos de su abuso se acumulan con el tiempo.

Según el Dr. Johnson, el cuerpo no absorbe bien la fructosa, pero entre más se consuma, más lo absorbe el intestino. Los niños delgados absorben la mitad de la fructosa que consumen, pero los obesos con hígado graso absorben cerca del 100%.

El ejercicio es importante

Además de cambios alimenticios para la pérdida de peso, el ejercicio es muy importante. Con tan solo 150 minutos por semana durante 3 meses, se logran mejoras en el hígado graso.
Otro estudio en la European Journal Gastroenterology and Hepatology del 2006, también encontró que 3 meses de orientación nutricional, más un par de sesiones de ejercicio de 1 hora cada semana, ayudaron a que los adolescentes obesos mejoraran el hígado graso.

Suplementos para la enfermedad del hígado graso

Nutrición: Lecitina, Vinagre de Manzana, Omega-3, Colina, Vitamina D3, Vitamina E, Probióticos, Aceite de Semilla de Uva, Aceite de Oliva

Herbolaria: Kelp, Cardo Mariano y Cardo bendito, Alcachofa, Té Verde, Té Blanco, Té Rojo (Pu-Erh), Cúrcuma, Jengibre, Diente de León, Ajo, Astrágalo, Bardana, Achicoria.

  • Journal of Hepatology May 29, 2015
  • Hepatobiliary Surgery and Nutrition April 2015
  • TE Cake June 6, 2015
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  • American Liver Foundation, NAFLD
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  • Hepatobiliary Surg Nutr. 2015 Apr; 4(2): 109–116
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  • EWG Skin Deep
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  • Study presented at the annual meeting of the American Society for Biochemistry and Molecular Biology
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“Yodo”. National Institute of Health. Julio 2022 https://bit.ly/3YnWbal

“Porque la falta de yodo puede causar daños serios a tu salud”. BBC Mundo. Febrero 2018 https://bbc.in/3WlSXlE

Colesterol

¿Qué es el colesterol? – ¿Cuál es su función?

El colesterol es un cristal de alcohol sólido, conocido como esteroide. Existe en todas las células del cuerpo, y es absolutamente esencial para nuestra salud.

El cuerpo contiene aproximadamente 5 gr de colesterol, y sólo el 7% circula en la sangre.

Es un componente de las membranas celulares, que regula el intercambio de nutrientes y productos de desecho.

Ayuda en el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso y actúa como un conducto para los impulsos nerviosos.

Es un componente de los ácidos biliares, que promueven la digestión de los alimentos. sin colesterol, las vitaminas A, D, E y K (solubles en grasas), no podían ser absorbidas.

Es necesario para la producción en las glándulas suprarrenales de hormonas del estrés, de hormonas sexuales y hormonas de la pituitaria.

Es necesario para la piel, ya que se convierte en vitamina D con la luz del sol y crea una barrera que evita que otros líquidos entren en el cuerpo por la piel.

Se fabrica principalmente en el hígado y la pared intestinal, pero también se sintetiza en cada célula del cuerpo, excepto las del tejido nervioso. El cuerpo produce entre 1 mil y 2 mil miligramos diarios de colesterol.

Si la dieta no contiene suficiente colesterol, el cuerpo aumenta la producción interna. En otras palabras, el nivel de colesterol permanece casi constante, ya sea que se coma más colesterol o no.

Se habla de 2 Lipo-proteínas específicas:

• El HDL (de alta densidad) o colesterol bueno porque capta el exceso de colesterol de las células y lo elimina de la sangre.

• El LDL (de baja densidad) se considera colesterol malo ya que se piensa que crea depósitos en las arterias que causan la arterioesclerosis. a pesar de lo que se lee, todo esto es especulación.

Los niveles de colesterol en la sangre aumentan con:

1) el uso de la nicotina

2) el estrés, el dolor y el miedo

3) el embarazo

4) la falta de ejercicio

5) las hormonas sintéticas masculinas y femeninas

6) los tranquilizantes

7) la cortisona

8) exceso de vitaminas A y D

9) abuso de diuréticos

10) el alcohol

11) diversas enfermedades: hipotiroidismo, hepatitis, enfermedad renal y obstrucción de la vesícula biliar.

Recuerde que el 80% del colesterol se produce en el hígado, células, y suprarrenales, principalmente. solamente el 20% proviene de los alimentos que consume.

Alimentos para desintoxicar el hígado 

Tu cuerpo elimina las toxinas a través del hígado que limpia el cuerpo de forma continua, filtrando de la sangre los venenos que entran por el tubo digestivo, la piel y el sistema respiratorio. Pero cuando el hígado tiene un exceso de trabajo -por estrés o exposición excesiva a las toxinas-, todo el sistema puede perder el equilibrio, y tu salud verse seriamente comprometida. Sin un hígado funcional, tu cuerpo será incapaz de limpiarse y de absorber nutrientes, lo que es una forma segura para perder la salud. 

El hígado también produce la bilis, mediante la cual también elimina toxinas hacia el intestino y que es necesaria para descomponer y asimilar las grasas y las proteínas de los alimentos. La vesícula biliar es “el intestino” del hígado. 

Los miles de enzimas responsables de todas las actividades del cuerpo se construyen en el hígado. El buen funcionamiento de los ojos, el corazón, el cerebro, las gónadas, las articulaciones y los riñones, todos, depende de una buena actividad del hígado. Si el hígado se deteriora, hay un deterioro general y mayor estrés metabólico en la persona. 

Aquí tienes 7 alimentos que puedes incorporar a tu dieta para un hígado sano. 

El ajo contiene compuestos con azufre que activan las enzimas responsables de eliminar las toxinas del cuerpo. Al igual que la cebolla, contiene alicina y selenio, dos poderosos nutrientes que protegen al hígado y ayudan en la desintoxicación. 

La toronja es rica en vitamina C y antioxidantes, indispensables para la limpieza del hígado. Al igual que el ajo, contiene compuestos que estimulan la producción de enzimas para desintoxicar el hígado. 

También contiene flavonoides como la naringenina que estimula al hígado a quemar las grasas en lugar de almacenarlas. 

El té verde contiene catequinas, antioxidantes que han demostrado eliminar la acumulación de grasa hepática y promover su función adecuada. También protege contra las toxinas que tienden a acumularse y causar graves daños. 

Los vegetales verdes como arúgula, diente de león, espinaca, quelite, acelga, berza, y la chaya, también contienen compuestos de limpieza que neutralizan metales pesados. Las verduras también eliminan pesticidas y herbicidas que estimulan la creación y flujo de la bilis. 

Los aguacates promueven la salud del hígado al proteger contra una sobrecarga tóxica, y aumentando su poder de limpieza. Algunas investigaciones han demostrado que comer uno o dos aguacates a la semana en tan sólo 30 días puede reparar un hígado dañado. 

Las nueces, contienen altos niveles de aminoácido L-arginina, de glutatión y ácidos grasos omega- 3, que ayudan a todos a desintoxicar el hígado de las enfermedades causadas por el amoníaco metabólico. También oxigenan la sangre. 

La cúrcuma, uno de los alimentos más eficaces para un hígado sano, ha demostrado que lo protege activamente contra el daño tóxico, incluso regenera sus células dañadas. La cúrcuma también aumenta la producción de bilis y mejora la función de la vesícula biliar, utilizado en su purificación. 

Además de su uso directo es un ingrediente importante en el Curry.