Cómo sería el mundo si desaparecieran los virus

Los virus parecieran existir solo para crear caos y hacer sufrir a la humanidad. Se han cobrado incalculables vidas durante milenios, eliminando grandes sectores de la población, como los 200 millones que murieron de viruela en el siglo XX.

La actual pandemia es solo una de una larga serie de interminables ataques virales.

Si se pudiese desaparecerlos la mayoría aprovecharía la oportunidad, sobre todo ahora. Pero esto sería un error mortal, más que cualquier virus.

“Si todos los virus desaparecen repentinamente, el mundo sería un lugar maravilloso…tan solo un par de días…, y luego moriríamos todos”, dice Tony Goldberg, Epidemiólogo de la Universidad de Wisconsin-Madison.

“Todas las tareas esenciales que hacen los virus en el mundo superan por lejos a las malas”.

 

Visión equilibrada

La gran mayoría de los virus no son patógenos para los humanos, y muchos son esenciales en el mantenimiento de los ecosistemas.

Otros mantienen la salud de organismos, desde hongos y plantas hasta insectos y humanos.
“Vivimos en un equilibrio perfecto”, y los virus son parte de ello, dice Susana López Charretón, viróloga de la UNAM.
“Estaríamos acabados sin los virus”. La mayoría no es consciente de que ellos mantienen gran parte de la vida en la Tierra, porque nos enfocamos en los que nos causan problemas”.

Casi todos los virólogos estudian únicamente patógenos; pero “un pequeño grupo de científicos intentan brindar una visión equilibrada del mundo de los virus, y mostrar que existen virus buenos”, dice Goldberg.

Se sabe a ciencia cierta que, sin virus, la vida en el planeta, tal y como la conocemos, dejaría de existir. Y además, es imposible aniquilarlos a todos.

 

¿Cuántos hay?

No se sabe cuántos existen. Miles han sido clasificados, pero puede haber millones. “Hemos descubierto solo una fracción porque no hemos buscado mucho”, dice Marilyn Roossinck, ecologista de virus de la Penn State University, en EE.UU.

“Es solo un prejuicio: la ciencia solo se interesa por los patógenos”.

Tampoco sabemos qué porcentaje de los virus son nocivos para los humanos. Pero “Estadísticamente estaría cerca de cero”, señala Curtis Suttle, virólogo ambiental de la Universidad British Columbia, en EE.UU.

 

Clave para los ecosistemas

Lo que sí sabemos es que los fagos —los virus que infectan bacterias— son muy importantes. Su nombre, del griego phagein, significa devorar. “Son los mayores depredadores del mundo bacteriano”, dice Goldberg.

“Regulan las poblaciones bacterianas en el océano, y en muchos ecosistemas del planeta”

Si los virus desaparecen, las poblaciones bacterianas crecerían de manera desproporcionada. Esto sería muy problemático en los océanos, donde más del 90% de toda la vida es microbiana y produce casi la mitad del oxígeno del planeta, apoyada por los virus.

Estos virus matan cada día a un 20% de los microbios oceánicos, y al 50% de todas las bacterias oceánicas. Así, los virus aseguran que el plancton productor de oxígeno tenga nutrientes para su fotosíntesis, que mantiene gran parte de la vida en la tierra.

“Si no hay muerte, no hay vida; y esta depende del reciclaje de materiales”, explica Suttle. Y “los virus son importantes para el reciclaje”.

 

Pocas especies

Investigadores que estudian plagas de insectos descubrieron que los virus son críticos para controlar la población de especies. Si una especie se crece en exceso, “aparece un virus y los elimina”, explica Roossinck.

Este proceso es común en otras especies, incluyendo la nuestra, como evidencian las pandemias.

“Cuando las poblaciones se tornan muy abundantes, los virus se replican muy rápido y reducen a la población, creando espacio para que puedan vivir el resto de las cosas”, señala Suttle.

Si los virus desaparecen, “se pierde rápidamente la biodiversidad en el planeta”, añade Suttle. “Pocas especies tomarían el control”.
Algunos organismos también dependen de virus para sobrevivir, o tener una ventaja en un mundo competitivo.

Roossinck y sus colegas descubrieron evidencia de esta teoría. Examinaron un hongo que coloniza un pasto en el Parque Yellowstone, en EE.UU. Este virus le permite al pasto tolerar las altas temperaturas del suelo. “Cuando los tres están allí —el virus, el hongo y la planta— puede crecer en suelos calientes”, dice Roossinck. “Ni el hongo ni el pasto solos lo hacen”.

Descubrieron que las plantas y el hongo pasan el virus de generación en generación.

 

Protectoras para los humanos

Algunas infecciones con virales benignas protegen a los humanos de algunos patógenos. El virus inofensivo GB-C de la Hepatitis G, pariente del dengue, induce el que las personas VIH-positivo retarden su progresión hacia el sida, y que la gente infectada con ébola sea menos propensa a morir.

Igualmente, el herpes hace que los ratones sean menos susceptibles a ciertas infecciones bacterianas, incluidas la peste bubónica y la listeria.

Si bien las infecciones con este virus “son consideradas patogénicas”, la data muestra que el herpes entra en una “relación simbiótica” con su anfitrión, otorgándole beneficios inmunológicos.

Sin virus, nosotros y otras especies seríamos mucho más proclives a padecer otras enfermedades.

 

Tratamientos con virus

Los virus son uno de los agentes terapéuticos más promisorios para ciertas enfermedades. La fagoterapia utiliza virus para atacar infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos. También se estudian los virus oncolíticos, que infectan y destruyen células cancerosas, como un tratamiento menos tóxico y más eficiente.

“Todos los organismos que pueden ser infectados por virus pueden absorber genes virales y usarlos a su favor”, explica Goldberg.

“La inserción de nuevo adn en genomas es una modalidad evolutiva”. La desaparición de los virus perjudicaría la evolución en el planeta. Los elementos virales representan casi el 8% del genoma humano, y los mamíferos incluyen cerca de 100,000 restos de genes virales.

En 2018, por ejemplo, se hizo un descubrimiento fascinante. Un gen de origen viral, codifica una proteína que participa en la formación de la memoria a largo plazo, trasladando información entre células del sistema nervioso.

Pero el ejemplo más impactante es el de la evolución de la placenta de los mamíferos. La evidencia indica que somos vivíparos gracias a un código genético cooptado de antiguos retrovirus que nos infectaron hace más de 130 millones de años.

Como dijeron los autores del estudio del 2018 en la revista Plos Biology: “el embarazo humano sería muy diferente —o inexistente— si no fuera por eones de pandemias retrovirales que afectaron a nuestros ancestros”.

Cuanto más aprendamos de todos los virus, estaremos mejor equipados para utilizar algunos en nuestro beneficio y desarrollar defensas contra otros que podrían generar una próxima pandemia.

Aprender más sobre la diversidad viral nos ayudará a entender mejor cómo funciona nuestro planeta, los ecosistemas y nuestros cuerpos.

Como dice Suttle: “Necesitamos dedicar nuestros esfuerzos para tratar de entender qué hay allá afuera, para nuestro propio beneficio”.

Esta nota fue publicada originalmente en BBC Future: What if All Viruses Disappeared

Niños jugando

Los niños necesitan microbios para desarrollar inmunidad

Claro que es importante lavarnos las manos, particularmente en temporada de gripes y resfríos o cuando hacemos visitas a hospitales.

El problema es que –sobre todo en Occidente- los padres han llevado esto al extremo.

La “nueva” ciencia no muestra que el arrasar con los microbios usando los geles desinfectantes, jabones anti-bacterianos y dosis generosas de antibióticos está teniendo un impacto negativo en los sistemas inmunológicos de nuestros niños, es lo que afirma Mari-Claire Arrieta, co-autora del libro Let Them Eat Dirt: Saving Our Children from an Oversanitized World (Déjalos que coman tierra: cómo salvar a nuestros niños de un mundo esterilizado).

Esta profesora de la Universidad de Calgary, junto con su co-autor, el connotado microbiólogo Brett Finlay, parten de que estamos criando a los niños en un ambiente más limpio e hiper-higiénico que nunca jamás. Dicen que en la forma en que estamos exagerando, contribuimos a crear un montón de condiciones crónicas que van desde las alergias hasta la obesidad.

 

¿Qué la inspiró a escribir el libro “Déjalos que coman tierra”?

“Ambos somos microbiólogos y hemos estudiado la comunidad de microbios que viven en nuestro tacto digestivo, conocida como Microbioma. En años recientes, la investigación en nuestro laboratorio y en otros, ha demostrado que la salud de este microbioma desde una edad temprana es crucial para la salud el resto de nuestras vidas. Y no solo somos científicos sino padres también. Pensamos que tanto otros padres como quienes cuidan niños se beneficiarían de tener acceso público a este conocimiento.

Se ha estado hablando sobre que el abuso de antibióticos puede conducir a infecciones hospitalarias resistentes a los antibióticos, algo que podemos asociar a los ancianos y gente inmuno-comprometida. Pero concluimos que las implicaciones son más inmediatas e individuales que eso.

 

¿Cuál es la conexión entre los microbios y el desarrollo del sistema inmunitario durante la infancia?

Cuando nacemos no tenemos microbios. Nuestro sistema inmunitario está sub-desarrollado. Pero en cuanto los microbios entran en escena, disparan los mecanismos que hacen que nuestro sistema inmunitario trabaje apropiadamente. Sin microbios nuestro sistema inmunitario no podría combatir bien las infecciones.

Y no es solo su presencia, sino también lo que estos microbios producen. Generan moléculas y sustancias que interactúan directamente con las células del recubrimiento de nuestro tracto digestivo, pero también con otras células inmunológicas que se encuentran del otro lado de ese recubrimiento. Literalmente las entrenan. Es solamente por estos encuentros con esas sustancias microbianas que una célula inmunológica obtiene la información de lo que se supone deba hacer. Luego, estas células de los intestinos tienen la capacidad de transportarse a otras partes del cuerpo para continuar con su entrenamiento.

 

¿Qué hay de la teoría de la “hipótesis de la higiene”?

Esta hipótesis intenta explicar el porqué de las alergias, así como de la obesidad y de las enfermedad del colon irritable, y hasta del autismo, enfermedades todas que van al alza, lo que no puede explicarse solamente por los genes. Nuestros genes no cambian así de rápido. La investigación ha mostrado consistentemente que es la falta de exposición a los microbios la que está impulsando al alza estas enfermedades, ya que es ese intercambio con los microbios desde que nacemos, es lo que requiere el sistema inmunitario para entrenarse y así poder evitar el desarrollo de estas enfermedades.

 

¿Qué pueden hacer los padres?

Existe evidencia epidemiológica que muestra que los niños que crecen en un ambiente campirano, de rancho, tienen una menor posibilidad de desarrollar el asma, siendo que se trata de un ambiente menos limpio que el urbano actual. Pero esto sugiere que exponer con prudencia a los niños a esos ambientes naturales y jugar con sus mascotas, mejora su respuesta inmunológica.

También los estudios muestran que desinfectar todo lo que el bebé se lleva a la boca aumenta sus posibilidades de desarrollar asma. Esta incidencia disminuye si el chupón es limpiado con la boca por la madre del bebé.

Y todo esto apunta al hecho de que estamos viviendo demasiado “limpios” hasta el punto en que ya no resulte de beneficio.

Por supuesto que la higiene es crucial para la salud. Hay que seguirse lavando las manos, como antes de comer o después de ir al retrete, o de haber entrado en contacto con enfermos activos o en el hospital, pero más allá de eso no resulta necesario.

Así es que si el niño está jugando con tierra en el jardín, no se la quites. Tiene que existir un equilibrio entre prevenir las infecciones –que siempre son una amenaza a la sociedad- y promover una saludable exposición a los microbios.

Brandie Weikle – Special to the Star Oct. 20, 2016

https://letthemeatdirt.com/

https://letthemeatdirt.com/resources/articles/

Exponerse a la tierra y a los gérmenes para mejorar la salud

¿Las alergias y el asma se gestan por demasiada limpieza?

Exponernos a gérmenes mejora nuestra salud

Hoy es común lavarse las manos con jabón antibacteriano o limpiarlas con geles antibacterianos, desinfectar baños y cocinas con cloro y otros químicos agresivos, y lavar trastes y ropa con fórmulas mata bichos. Y claro que todas son armas efectivas para reducir y controlar gérmenes.

Pero eso no significa que debamos buscar que nuestra familia, y los niños -cuyos sistemas inmunes aún están desarrollándose1- eviten todos los gérmenes ¡como si fuera posible!

Existe un creciente volumen de estudios que demuestran que los microbios y la tierra, son cruciales para nuestro bienestar.

La investigación indica que la exposición temprana a una variedad de microbios ayuda a reducir el riesgo de desarrollar condiciones como asma2 y alergias3.

Con la llegada de escusados y sistemas de drenaje a comienzo de los 1900’s y el posterior uso masivo de jabones y detergentes antibacterianos y otros productos agresivos4, las condiciones de vida son más higiénicas que nunca. Pero según algunos expertos ¡ese es el problema!

De acuerdo a la hipótesis de la higiene, la gente que crece con altos niveles de sanidad carece de un intercambio evolutivo normal con microbios, polen, y otras cosas microscópicas del ambiente, y esto perjudica el desarrollo de su sistema inmunológico.

 

Demasiado esteril

“Creo que somos una sociedad demasiado limpia” dice el Dr. Christopher Carpenter, Jefe De Enfermedades Infecciosas y Medicina Internacional del Hospital Beaumont5 en Royal Oak, Michigan, EUA. “nuestro miedo por los gérmenes nos ha llevado demasiado lejos a intentar mantener todo seguro y estéril al extremo de hacernos más daño que beneficio.”

“Estamos esterilizando demasiado” agrega Kiran Krishnan, un microbiólogo y científico en jefe de los Laboratorios Microbiome de St. Augustine, Florida, EUA. “Exponernos a los microbios es parte esencial de ser humanos. Mucho de nuestro sistema inmune se compone de tejidos que requieren ser activados por microbios a los que nos exponemos, y requiere la presencia de bacterias amigables para regular sus funciones.

Piensa en el sistema inmune como un ejército cargado de pertrechos pero sin general que los comande. Ese General son los microbios amigables en nuestro cuerpo.” La vasta mayoría de microbios (entre 97% y 99%) son benignos o benéficos, y son la mejor protección para combatir microrganismos patógenos, dice Krishnan.

Carpenter y Krishnan dicen que no están en contra de la buena higiene. Pero la sociedad moderna se ha pasado de la raya con tanto producto germicida y antibacteriano, que mata indiscriminadamente a todo tipo de microbios, incluidos los benignos que ayudan a mantener fuerte y diversificado a nuestro microbioma6. Cada quien tiene un microbioma, un conjunto de más de 100 mil billones de microbios que viven sobre, o dentro, de nuestro cuerpo, la mayoría en el tracto digestivo. “Entre más diverso sea el microbioma, mayor será la salud” dice Krishnan.

Un estudio publicado en 2015 en la revista Internacional Occupational & Environmental Medicine, estudió los efectos del uso del cloro en los hogares de más de 9,000 niños con edades entre 6 y 12 años en españa, holanda y finlandia. La incidencia de infecciones como la influenza, amigdalitis, sinusitis, bronquitis y neumonía, fue mayor en las casas donde se usó el cloro.

 

Los beneficios de la tierra

La hipótesis de la higiene es algo más que ver como limpiamos y desinfectamos los hogares modernos. Los niños entran en contacto con los microbios en una variedad de formas, incluyendo el contacto con familiares y con sus mascotas o solo por estar al aire libre. Seguramente su madre los regañó por jugar en la tierra, pero hacerlo puede ser muy saludable, de acuerdo con el estudio publicado en 2016 en la revista New England Journal of Medicine. Los investigadores estudiaron a dos grupos agrícolas cristianos tradicionales: los Amish y los Huteritas. Los Amish practican la agricultura tradicional usando herramientas manuales, mientras que los Huteritas usan equipos agrícolas modernos como tractores y trascabos.

Comparados con los niños Huteritas, el grupo Amish tuvo una prevalencia mucho más baja de asma. Los investigadores analizaron la sangre de ambos grupos de niños y encontraron que los Amish tenían significativamente más glóbulos blancos, que son clave para combatir infecciones. Un autor teoriza esto era porque los niños Amish tenían un mayor contacto con microbios, lo cual estimulaba su sistema inmune7.

Más allá de la limpieza, otros factores, como la dieta o el abuso de antibióticos, también afecta el equilibrio de los bichos en nuestro microbioma. Además, en la creciente disminución del contacto con microbios juega una parte el aumento de partos por cesárea, dicen los proponentes de la hipótesis de la higiene.

Existe evidencia para demostrar que lo que pasa en el útero al nacer también impacta a los bichos de nuestro tracto digestivo. Se encontró que el parto vaginal expone a los bebés a microbios benignos que ayudan a establecer un microbioma digestivo saludable, en comparación con bebés que nacen por cesárea. Hay evidencia publicada en 2018 en the lancet8 en que se menciona que los riesgos de nacer por cesárea incluyen alteraciones en el desarrollo del sistema inmune, una mayor incidencia de alergias y asma, y menor diversidad del microbioma intestinal de los niños.

Estudios epidemiológicos han relacionado el parto por cesárea

Con mayor incidencia de asma, alergias, problemas autoinmunes, y obesidad, según la investigación publicada en 2018 en Frontiers of Medicine9. Pero sugiere que hay otros factores como el recibir lactancia materna por tiempo suficiente, un factor que también determina la diversidad del microbioma intestinal.

 

Bienvenidos esos microbios

No se tiene que vivir en una granja para aumentar la diversidad de nuestro microbioma. Los expertos sugieren otras estrategias:

Llevar la cuenta de nuestro microbioma.

Solo un pequeño porcentaje de bacterias –como clostridium difficile que puede causar diarrea severa- pueden ser nocivos en nuestro microbioma si este no tiene la diversidad suficiente. Existen estudios clínicos que analizan nuestros microorganismos digestivos, dice Carpenter, como el American Gut Project de la Uc San Diego, incluido el de la piel.

Y existen maneras sencillas de tonificar el sistema inmune, dice Krishnan. “casí a cualquier parte que vayamos, desde parques hasta bosques y ríos, entramos en contacto con microbios”. Entran por nuestro sistema respiratorio, el sistema digestivo, o se cuelgan de nuestra piel.

Reducir el uso de limpiadores base cloro.
Estos productos esterilizan superficies, pero el vivir en un ambiente esterilizado puede ser malo para el microbioma. “tenemos que construir un ambiente microbiano saludable en el hogar”, dice Krishnan. “no queremos vivir en una casa esterilizada”.

Evitar jabones antibacterianos 10.
A menos de que se esté en un hospital y se requiera evitar infecciones, no usarlos, ya que matan microbios buenos y malos sin distinción, dice carpenter. Los limpiadores biológicos, basados en cítricos o vinagre, u otra composición orgánica, son buenas alternativas, dice el microbiólogo, porque protegen de las infecciones pero sin matar los microbios de nuestra piel.

Iniciar un huerto – jardinear.
Es una excelente manera de llenarse las manos de tierra, y de enseñar a los niños también. Además lo que sembremos diversificará la dieta con alimentos frescos que a su vez fortalecen la salud del tracto digestivo.

Tener una mascota.
La investigación11 sugiere que la exposición temprana con mascotas o animales de granja reduce el riesgo de desarrollar asma en los niños. En el menor de los casos, se divertirán y desarrollarán habilidades de convivencia.

Tener mayor interacción con otras personas.
“No abrazamos ni besamos tanto como deberíamos”, dice Krishnan. Necesitamos mayor interacción con otros humanos, porque el intercambio de microbios12 que realizamos es importante para nuestro sistema inmune.”

Estas interacciones nos dan la oportunidad de enriquecer nuestra variedad en el microbioma –y así tener una mejor salud.

  1. https://health.usnews.com/wellness/family/articles/2017-07-11/is-your-home-too-clean-for-your-childs-health
  2. https://health.usnews.com/conditions/respiratory-disease/asthma
  3. https://health.usnews.com/conditions/allergies7
  4. https://health.usnews.com/wellness/articles/2016-09-28/the-toxic-chemicals-lurking-in-your-household-dust
  5. https://health.usnews.com/best-hospitals/area/mi/beaumont-hospital-6442245
  6. https://health.usnews.com/wellness/mind/articles/2018-05-01/gut-check-is-a-microbiome-imbalance-undermining-your-mental-health
  7. https://health.usnews.com/health-news/blogs/eat-run/articles/2016-11-28/7-ways-not-to-get-sick-this-season
  8. https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(18)31930-5/fulltext
  9. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5945806/pdf/fmed-05-00135.pdf
  10. https://health.usnews.com/drugs/rankings/top-rec-antibacterial-soaps
  11. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4805472/7
  12. https://health.usnews.com/health-news/patient-advice/articles/2015/06/08/exploring-the-link-between-gut-microbes-and-diabetes

Christopher Carpenter, MD y Kiran Krishnan, PhD
Escrito por By Ruben Castaneda y Michael O. SchroederSept. 19, 2019
Ruben Castaneda ha colaborado con U.S. News desde Septiembre, 2016.
Michael O. Schroeder ha colaborado como editor de salud con U.S. News desde 2015.

¡Come tierra!

Vivimos en la era de la híper higiene y la desinfección galopante, especialmente en lo referente a los niños. Usamos jabones antibacterianos y evitamos que nuestros hijos se expongan a las bacterias necesarias para construir y fortalecer su sistema inmunológico.

De acuerdo con esta hipótesis de higiene, “el sistema inmune humano desarrolló evolutivamente dos tipos de defensas biológicas. Cuando uno de los sistemas carece de entrenamiento, el otro sistema se vuelve demasiado fuerte e híper reactivo a sustancias inofensivas como el polen (1).”

Así es que resulta igual de importante darles a los hijos una dieta saludable como exponerlos a la tierra para una buena salud. Mantener a los niños demasiado limpios puede contribuir a disfunciones autoinmunes como son alergias y asma. Los niños ya no están interactuando con patógenos desde temprana edad, los cuales entrenan y fortalecen al sistema inmune, y entonces terminan teniendo problemas más adelante en la vida (2).

Hay demasiados factores que afectan nuestro sistema inmune, y en especial nuestro microbioma intestinal. El estrés, los antibióticos, los alimentos procesados, los petroquímicos y pesticidas, los productos de aseo anti- bacterianos, y los azúcares refinados, destruyen nuestro microbioma.

Un estudio en niños criados en granjas de Menonitas, encontró que tenían menor incidencia de alergias comparados con niños urbanos equivalentemente sanos, y con la única diferencia de haber sido criados, unos en granja en contacto con la tierra, y otros en ciudad (3).

El abuso de jabones antibacterianos, especialmente aquellos con Triclosan, ha demostrado aumentar las bacterias resistentes a los antibióticos (4). Ello significa que han forzado a las bacterias a evolucionar para sobrevivir, y se han convertido en un peligro porque no responden a los antibióticos. Predominan ya en los hospitales y crean serios problemas de salud, algunos de ellos fatales. Con esta evolución bacteriana forzada, y sin estar expuestos a microorganismos que pueden proteger nuestro sistema inmune, se generan riesgos serios para la salud.

Se ha demostrado que los microrganismos y bacterias de los suelos son muy benéficos para mejorar nuestra sintomatología (5). Parece que las bacterias de los suelos son cepas más fuertes y sobreviven al tracto digestivo para llegar hasta donde necesitan a mejorar la salud intestinal.

Las bacterias del suelo no solo protegen nuestro sistema inmune, sino que también ayudan a equilibrar nuestros estados de ánimo. A un grupo de pacientes con cáncer de pulmón se les inyectó con bacterias del suelo, y, aunque su mal no mejoró, si fueron notables las mejorías en sus síntomas físicos y sensación mental de bienestar (6).

Ahora bien, ¿cómo agregamos más tierra a nuestra dieta sin terminar comiendo tierra? Aunque comer un poco tampoco nos hace daño, aquí van algunos consejos:

  • Cada tanto permitir que los niños jueguen en la tierra, y que solo se laven las manos y la cara con agua, no con jabón, antes de comer. Esto puede parecer una locura, pero así obtendrán bacterias benéficas desde sus manos.
  • Caminar descalzos en la tierra y el pasto. Es sorprendente lo aterrizado que uno se siente y como mejora el estado anímico.
  • ¡Jardinear! Esta actividad es benéfica y muy terapéutica, y permite llenarse las manos de tierra. Además, si sembramos verduras en nuestro huerto, estas también llevarán consigo esas bacterias benéficas. Exponernos a las cepas nativas ayuda a fortalecer el sistema inmune contra los alérgenos nativos, como el polen. Hay que hacer que los niños ayuden con el huerto y el jardín. No solo cosecharán los beneficios de enmugrarse sino que además se sentirán orgullosos de comer algo que han cultivado. Si de plano no puede tener un huerto o maceteros, al menos compre a los agricultores locales.
  • Compre calidad orgánica tanto como pueda, y no desinfecte sus verduras con sustancias químicas. Solo enjuague bien con agua. (Esto no puede hacerse con vegetales comerciales). Las bacterias en las plantas las protegen de las enfermedades igual que lo harán con nosotros.
  • Las mascotas meten todo tipo de objetos foráneos a las casas. Los hogares con perros y gatos tienen 56 cepas más de bacterias que los hogares sin mascotas. La probabilidad de alergias y asma para niños con mascotas es menor que la de niños sin mascotas (7).

Ahora resulta que lo habíamos estado entendiendo y haciendo mal en cuanto a cuan limpios necesitan estar los niños. Hemos exagerado con la obsesión de desinfectarlo todo y ahora

Necesitamos volver a la tierra, que es donde todo comienza.

  1. http://www.pbs.org/wgbh/evolution/library/10/4/l_104_07.html
  2. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2647631/
  3. http://www.jacionline.org/article/S0091-6749%2812%2900519-2/fulltext
  4. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16922622
  5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16117982
  6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15151947
  7. https://healthbeat.spectrumhealth.org/studies-dogs-may-help-childrens-immune-systems-allergies-immunity-asthma-lungs-bacteria/
Foto de pastillas

El Tylenol/Paracetamol/Acetaminofen puede duplicar el riesgo de autismo

• La exposición hormonal anormal durante el embarazo influye en el desarrollo cerebral del feto. Una investigación del 2014 advirtió que el paracetamol es un irruptor hormonal

• Según ese estudio del 2014, usar paracetamol durante el embarazo se relacionó con un riesgo 37% mayor de que el niño fuera diagnosticado con trastorno hiperquinético, una forma grave de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

• Un estudio del 2019 descubrió que, en comparación con hijos de madres con la menor concentración de paracetamol, los hijos de madres con la mayor exposición, tenían un riesgo 286% mayor de TDAH y un riesgo 362% mayor de trastorno del espectro autista (TEA) al llegar a los 9 años

• Los resultados del 2016 revelaron que el uso de paracetamol a las 18 y 32 semanas de embarazo se relacionó con un riesgo 42% mayor de problemas del comportamiento, y riesgo 31% mayor de hiperactividad en el niño.

• Otra investigación del 2016 encontró que los niños de ambos sexos, cuyas madres utilizaron paracetamol en el embarazo, tenían una probabilidad 41% mayor de TDAH a los 5 años, y además, mayores probabilidades de padecer TEA

 

Muchos consideran que los medicamentos de venta libre (OTC) son seguros porque no requieren receta médica, pero esto es engañoso. El paracetamol (o Acetaminofén, o Tylenol) es uno de los medicamentos más peligrosos a los que se puede tener acceso.

A pesar de las estadísticas que demuestran que es la principal causa de insuficiencia hepática aguda en los EUA,1 la mayoría no dudan en tomar esas pastillas. Y se encuentra en muchos productos para dolor de cabeza, fiebre y resfriados, y en analgésicos mezclados con codeína o hidrocodona.2 La mayoría de hogares tienen más de uno de estos fármacos, lo que puede provocar una sobredosis muy fácil.

Aunque en un principio se aclamó como un medicamento seguro para el dolor, en 20133 surgieron demandas que citaban 56,000 visitas a la sala de emergencias cada año, porque el tylenol causaba insuficiencia hepática y renal.4 La triste realidad es que ya desde el 2005 los científicos sabían que “la hepatotoxicidad grave por paracetamol ocasionaba insuficiencia hepática aguda”.5

Y no solo eso, los informes también demostraron que las sobredosis involuntarias representaron cientos de intentos de suicidio, muertes y trasplantes de hígado. En ese sentido, los análisis de los datos nacionales en 20066 demostraron que el paracetamol causa un estimado de 56,000 visitas a la sala de emergencias y 26,000 hospitalizaciones al año. El promedio anual de muertes por sobredosis de paracetamol fue de 458 personas.

Asimismo, diversos estudios han relacionado el uso del paracetamol durante el embarazo con consecuencias de por vida en los niños, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trastornos del comportamiento, hiperactividad y autismo.

 

El uso de paracetamol está relacionado con niños hiperactivos

En 2014, un estudio de la revista JAMA Pediatrics7 reveló que “los datos sugieren que el Paracetamol es un irruptor hormonal y que las exposiciones hormonales anormales durante el embarazo pueden influir en el desarrollo del cerebro del feto”.

De acuerdo con ese estudio del 2014, el uso de paracetamol durante el embarazo se relacionó con un riesgo 37% mayor de que un niño sea diagnosticado con trastorno hiperquinético. Y esos hijos presentaron una probabilidad 29% mayor de recibir fármacos para el TDAH a los 7 años. Se observó una mayor relación en madres que utilizaron paracetamol en más de un trimestre, y cuanto mayor era la frecuencia de uso, más probabilidades tenían sus hijos de padecer problemas del comportamiento. De acuerdo con Forbes.8

“El paracetamol puede atravesar la placenta, llegar hasta el feto y afectar su delicado sistema nervioso en desarrollo. El medicamento es un conocido irruptor endocrino (hormonal) y previamente se ha relacionado con testículos sin descender en los bebés.

Dado que el entorno hormonal materno podría desempeñar un rol fundamental en el desarrollo del feto, los autores dicen que “es posible que el Paracetamol inhiba el desarrollo del cerebro al interferir con las hormonas maternas o por medio de la neurotoxicidad, como la inducción de estrés oxidativo que puede causar la muerte neuronal’”.

En 2016 se publicaron hallazgos similares,9 en JAMA Pediatrics, y se encontró que el uso de paracetamol a las 18 y 32 semanas del embarazo se relacionó con un riesgo 42% mayor de problemas del comportamiento y un riesgo 31% mayor de síntomas de hiperactividad en el niño.

Cuando la madre usó paracetamol a las 32 semanas de embarazo, el niño exhibió un riesgo 29% mayor de problemas emocionales y un riesgo 46% mayor de “dificultades totales”.

 

El uso de Tylenol durante el embarazo podría duplicar o triplicar el riesgo de autismo

Un estudio10,11,12 publicado en octubre 2019, en la revista JAMA Psychiatry reafirma aún más la relación entre el paracetamol y el TDAH, y señala un mayor riesgo de TEA. De acuerdo con los autores:13

“En comparación con los hijos de madres con la concentración más baja de paracetamol, los niños del segundo tercil tenían un riesgo 226% mayor de ser diagnosticados con TDAH, y un riesgo 214% mayor de TEA, alrededor de los 10 años de edad”.

Las personas con la mayor concentración de paracetamol (tercer tercil) tenían un riesgo 286% mayor de TDAH y un riesgo 362% mayor de TEA. Como señalaron los autores,14 sus hallazgos “apoyan estudios previos con respecto a la relación entre la exposición prenatal y perinatal al paracetamol y el riesgo de un mal desarrollo neuronal infantil”.

 

Evidencia adicional contra el uso de paracetamol durante el embarazo

Además de los ya mencionados, hay muchos otros que también han documentado esta perturbadora conexión entre el uso del paracetamol en el embarazo y los problemas neurológicos en los niños. Por ejemplo:

•Un estudio del 2013,15 publicado la International Journal of Epidemiology
encontró que “los niños expuestos al Paracetamol durante más de 28 días en el embarazo tenían el peor desarrollo motor, de la comunicación, de la conducta exteriorizada, del comportamiento de introspección y niveles de actividad más altos” que los niños de 3 años de edad no expuestos. El uso de ibuprofeno no se relacionó con estos efectos del desarrollo neurológico.

•Una investigación española del 201616,17 publicada en el International Journal of Epidemiology, encontró que los niños de ambos sexos, cuyas madres consumieron paracetamol durante el embarazo, tenían una probabilidad 41% mayor de tener síntomas de TDAH a los 5 años, y una mayor probabilidad de presentar TEA.

Además de un mayor riesgo de problemas de desarrollo neurológico, los estudios también demostraron lo siguiente:

•Utilizar paracetamol durante el embarazo podría aumentar su riesgo de desarrollar preeclampsia y enfermedades tromboembólicas.18
•Tomar el medicamento durante más de 4 semanas en el embarazo, en especial durante el primero y segundo trimestre, aumenta gradualmente el riesgo de criptorquidia en varones.19

•Utilizar Paracetamol en el tercer trimestre aumenta el riesgo de sufrir un parto prematuro.20

El uso de paracetamol después del parto también se relaciona con el autismo

De hecho, algunos argumentan que este mayor riesgo de autismo, observado después de suministrarles vacunas a los niños, podría deberse al so inapropiado del Paracetamol después de las inyecciones, y no a las vacunas.21

Un pequeño estudio preliminar,22 publicado en 2008, concluyó que “UTILIZAR PARACETAMOL DESPUÉS de la VACUNACIÓN contra el SARAMPIÓN, PAPERAS y la RUBÉOLA, se RELACIONÓ con el TRASTORNO AUTISTA”.

Y es que a principios de los años 80, se solicitaba a los pediatras que comenzaran a usar paracetamol en vez de aspirina, ya que esta se relacionaba con el síndrome de Reye.23

Un estudio del 201724 afirma que “el uso de Paracetamol en bebés e infantes podría estar más relacionado con el autismo que con su uso durante el embarazo, tal vez por deficiencias reconocidas en la descomposición metabólica de los productos farmacéuticos durante etapas tempranas del desarollo”.

Aunque los padres administran Tylenol a los bebés y niños por muchas razones, un ejemplo típico es después de las vacunas infantiles, y de acuerdo con la investigación 25 publicada en Lancet en 2009, los bebés que recibieron paracetamol, justo después de una vacuna, experimentaron una menor respuesta inmunológica.

 

Los riesgos relacionados con el paracetamol

Las mujeres embarazadas no son las únicas que deben cuidarse de este típico analgésico para la fiebre. La sobredosis de paracetamol es responsable de casi la mitad del total de los casos de insuficiencia hepática aguda en los EUA, y además, su uso se relaciona con tres26 reacciones cutáneas graves; y dos de ellas requieren hospitalización y podrían ser fatales.

Esto puede pasarle a cualquiera, porque si bien el paracetamol se considera seguro en la dosis recomendada, hay un margen muy pequeño entre una dosis segura y una potencialmente letal.

Siempre que se tenga un hígado sano y no se consuma más de tres bebidas alcohólicas al día, la dosis recomendada de paracetamol es de hasta 1000 mg cada 4 a 6 horas, sin exceder los 3 gramos (3000 mg) por día.27 Como señaló el portal US San Diego Health:28

Además, la investigación29 demostró que tomar solo un poco más de la dosis recomendada durante pocos días o semanas (“sobredosis gradual”) puede ser más riesgoso que una gran sobredosis.

 

Por qué debe tener NAC en su botiquín

Se cree que el daño hepático que causa el paracetamol se debe en gran medida al hecho de que puede agotar los niveles de glutatión, un antioxidante liberado por el hígado en respuesta a la exposición tóxica. De igual manera, el glutatión ayuda a proteger las células del daño por radicales libres.

La NAC es el estándar contra casos de sobredosis por paracetamol, y que se aprobó en 1985 por la FDA, como antídoto para la toxicidad causada por este medicamento.32 Se demostró que la mortalidad debida a la toxicidad del paracetamol se elimina cuando se administra la nac de inmediato.

Si está embarazada y necesita un analgésico de venta libre, el ibuprofeno parece una opción más segura. Pero hay que ejercer precaución en los niños.

1 Mayo Clinic, Acute Liver Failure
2 DrugWatch.com
3 Drug Watch July 23, 2020
4 Hepatology. 2004 Jul;40(1):6-9. doi: 10.1002/hep.20293
5 Hepatotology November 29, 2005
6 Pharmacoepidemiol Drug Saf. 2006 Jun;15(6):398-405
7 JAMA Pediatrics April 2014
8 Forbes February 24, 2014
9 JAMA Pediatrics 2016;170(10):964-970
10 JAMA Psychiatry October 30, 2019 DOI: 10.1001/jamapsychiatry.2019.3259
11 Fox5 New York October 31, 2019
12 Daily Mail October 30, 2019
13 JAMA Psychiatry October 30, 2019 DOI: 10.1001/jamapsychiatry.2019.3259, Abstract and Key Points
14 JAMA Psychiatry October 30, 2019 DOI: 10.1001/jamapsychiatry.2019.3259, Conclusions and Relevance
15 International Journal Of Epidemiology December 2013; 42(6): 1702-1713
16 International Journal of Epidemiology 2016 Dec 1;45(6):1987-1996
17 Medical News Today August 19, 2016
18 J Matern Fetal Neonatal Med. 2010 May;23(5):371-318
19 Epidemiology 2010 Nov;21(6):779-85
20 International Journal of Epidemiology 2009; 38: 706-714 (PDF)
21, 23 Real Clear Investigations April 13, 2018
22 Autism 2008 May;12(3):293-307
24 Int Med Res. 2017 Apr;45(2):407-438
25 Lancet 2009 Oct 17;374(9698):1339-50
26 Hepatology 2004 Jul;40(1):6-9
27, 28 US San Diego Health June 29, 2018
29 British Journal of Clinical Pharmacology 2012 Feb;73(2):285-94
30 Medical News Today November 4, 2013
31 141st annual American Public Health Association Meeting, Online Program
32 Guidelines for the Management of Acetaminophen Overdose (PDF)
33 EWG Skin Deep Database