Imagen del cerebro en un plato

Así afecta la obesidad al cerebro

La obesidad conduce a alteraciones en la estructura cerebral al causar encogimiento de algunas de sus regiones.

Entre los hombres, el mayor porcentaje de grasa corporal se relacionó con un menor volumen de materia gris en el cerebro, desde un 5.5% más de grasa corporal total.

En las mujeres, un 6.6% más de grasa corporal total se asoció con un volumen más pequeño de la región que apoya funciones como la motivación, la cognición y la acción.

La obesidad está asociada con la inflamación, la cual aumenta el riesgo de demencia.

La resistencia a la insulina, símbolo de la obesidad, se encuentra involucrada en el deterioro cognitivo y en la enfermedad de Alzheimer.

La obesidad se asocia a un menor volumen de las regiones cerebrales que regulan los circuitos de recompensa alimenticia, lo que puede influir en el consumo excesivo de alimentos.

Las tasas de obesidad se han triplicado mundialmente desde 1975, y en el 2016, el 39% de los adultos tenía sobrepeso y el 13% obesidad. Los riesgos de salud asociados, como enfermedades cardiovasculares y diabetes, son bien conocidos, pero muchas personas no saben que su cerebro puede verse afectado por esta condición.

Las tasas de trastornos neurodegenerativos, incluyendo la demencia, también van en aumento, y se estima que 115 millones de personas tendrán demencia para el 2050. Es posible que el aumento de las tasas de obesidad sea la fuerza impulsora detrás de esta creciente carga, y una que es prevenible hasta cierto punto.

La obesidad puede encoger el cerebro

La investigación publicada en Radiology encontró que la obesidad puede conducir a alteraciones en la arquitectura cerebral al causar encogimiento de ciertas regiones. Entre los hombres, un alto porcentaje de grasa corporal total se relacionó con un menor volumen de materia gris. Específicamente, con solo un 5.5% más de grasa corporal total se asoció a menor volumen de materia gris.

La materia gris es la capa externa del cerebro asociada con las funciones de alto nivel, como la resolución de problemas, el lenguaje, la memoria, la personalidad, la planificación y el discernimiento. Entre los hombres, un 5.5% más de grasa corporal total también se asoció con una reducción del globo pálido (en las mujeres con el 6.6%).

La obesidad también se asoció con cambios en la microestructura de la materia blanca, relacionados con la función cognitiva.

Investigaciones anteriores demostraron que las personas obesas tienen más altas concentraciones de placa beta amiloide en el cerebro, asociada al Alzheimer, en comparación con las personas no obesas.

La grasa abdominal está vinculada al encogimiento cerebral

El exceso de grasa corporal se ha relacionado con cambios cerebrales durante décadas. En el 2010, los investigadores descubrieron que la grasa visceral se asocia con un volumen cerebral inferior, incluso entre adultos sanos de mediana edad.

¿Cómo daña la obesidad al cerebro?

La obesidad se encuentra asociada con la inflamación, y esta aumenta el riesgo de demencia. Además, los niveles más altos de marcadores inflamatorios también se asocian a un menor volumen cerebral, que incluye una “mayor atrofia de la prevista por la edad”.

Los autores del estudio de Radiology consideraron que la grasa corporal total puede estar asociada negativamente con el volumen cerebral y la integridad microestructural por la inflamación sistémica subyacente.

“Esto ha sido respaldado por hallazgos previos del estudio Framingham Heart, el cual demostró que numerosos biomarcadores inflamatorios relacionados con la obesidad también se han asociado con un menor volumen cerebral”, explicaron.

La resistencia a la insulina, símbolo de la obesidad, también se encuentra involucrada en el deterioro cognitivo y en la enfermedad de Alzheimer. Tanto la diabetes como los niveles más altos de glucosa en ayunas se encuentran relacionados con menor volumen cerebral, e incluso un incremento leve del azúcar en sangre se asocia con un riesgo elevado de demencia.

Al redactar para el New England Journal of Medicine (NEJM, por sus siglas en inglés), los investigadores explicaron:

“Los niveles elevados de glucosa contribuyen a un mayor riesgo de demencia mediante numerosos mecanismos potenciales, que incluyen la hiperglucemia aguda y crónica, la resistencia a la insulina y el aumento de enfermedades microvasculares del sistema nervioso central”.

Otro peligro relacionado al exceso de grasa corporal, particularmente la grasa visceral, está relacionado con la liberación de proteínas y hormonas inflamatorias, que a su vez dañan las arterias e ingresan al hígado, afectando la descomposición de azúcares y grasas en el cuerpo.

De acuerdo con un estudio en Annals of Neurology, “las hormonas derivadas del tejido adiposo, como la adiponectina, leptina, resistina o ghrelina, también desempeñan un papel importante en la relación entre el tejido adiposo y la atrofia cerebral”.

Además, la obesidad puede asociarse a un menor volumen de las regiones cerebrales que regulan los circuitos de recompensa alimenticia, influyendo en la sobrealimentación.

¿Sus neuronas lo hacen comer en exceso?

También existen muchas otras conexiones entre el cerebro, los niveles de grasa corporal y la tendencia a comer en exceso. La corteza prefrontal (CPF), involucrada con el razonamiento complejo y el autocontrol, tiene menos actividad en quienes comen en exceso, mientras que su activación se asocia con el éxito de la pérdida de peso. Esto se revisa en Trends in Cognitive Sciences.

Investigadores de la Universidad de Rockefeller en Nueva York también identificaron un grupo de neuronas que reducen la ingesta de alimentos al activarse.

Estefanía P. Azevedo, autora del estudio, del Laboratorio de Genética Molecular, dijo a la prensa. “Estas células impiden que un animal se alimente en exceso. Hacen que el comer sea menos gratificante

y ajustan la relación del animal con la comida”.

La obesidad envejece al cerebro rápidamente

Un estudio publicado en la revista Neurobiology of Aging también encontró cambios en el cerebro de las personas con sobrepeso y obesidad, que se observan más en personas mucho mayores. En este caso, fue el volumen de materia blanca el que disminuyó con la obesidad, correspondiendo a una edad cerebral 10 años mayor.

Cada vez es más claro que la obesidad parece aumentar el riesgo de la neurodegeneración, no solo a través de la inflamación, sino también al aumentar el estrés oxidativo. Pero la restricción calórica o el ayuno ayudan a proteger el cerebro y retrasar su envejecimiento.

Consejos para evitar la obesidad y reforzar al cerebro

Es importante dormir bien. Los problemas del sueño, como el insomnio, pueden tener un impacto distinto en el cerebro a lo largo del tiempo, haciendo que se contraiga rápidamente en comparación con quienes duermen bien.

Mientras tanto, dormir menos de cinco horas por cada noche se relaciona con aumento de grasa abdominal a lo largo de cinco años.

Tener niveles elevados de cortisol en la sangre, la hormona del estrés, puede afectar las habilidades de comprensión y memoria con el tiempo, y crear mayor riesgo de inicio temprano de Alzheimer.

El estrés crónico también aumenta el riesgo de acumular grasa visceral con el tiempo, por lo que es necesario manejar los niveles de estrés para un peso ideal y ayudar al cerebro.

Sin embargo, implementar cambios positivos en el estilo de vida, dormir bien y manejar el estrés no causa inconvenientes y puede ayudar a alcanzar un peso ideal mientras se mantiene una buena salud cerebral.

 

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Imagen representativa de la obesidad

La obesidad envejece el cerebro

La obesidad está relacionada con la pérdida acelerada de materia blanca del cerebro —el tejido que permite la comunicación entre sus diferentes partes.

Las personas de 50 años con sobrepeso tuvieron un volumen de materia blanca comparable al de las personas delgadas de 60 años, lo que sugiere que el exceso de peso puede cambiar la edad cerebral en unos 10 años, una vez que ha rebasado los 40 años.

Algunas estrategias de estilo de vida pueden ayudar a optimizar la salud cerebral y perder peso: el ejercicio, la restricción de calorías o ayuno intermitente, y aumentar las grasas saludables.

Es un hecho que el exceso de azúcar daña la salud al crear las condiciones para la obesidad y la diabetes. Las investigaciones (1) han mostrado que una alimentación alta en jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) puede dañar las capacidades cognitivas al producir una disminución de la actividad sináptica.

En un estudio con ratas alimentadas con JMAF durante 6 semanas, mostraron daños cognitivos, ya que se les dificultaba encontrar el camino para salir de un laberinto. Sus neuronas tuvieron problemas para mandarse señales, lo que interrumpió su capacidad para pensar claramente y recordar la ruta aprendida 6 semanas antes.

Las ratas alimentadas con JMAF también mostraron resistencia a la insulina, una hormona que, además de controlar el azúcar en la sangre, controla la función sináptica del cerebro.

Debido a que la insulina puede atravesar la barrera hematoencefálica, puede desencadenar procesos neurológicos importantes para el aprendizaje y la memoria. Consumir grandes cantidades de JMAF puede bloquear la capacidad de la insulina para regular la forma en que las neuronas almacenan y utilizan el azúcar como energía para impulsar los pensamientos y emociones.

Considerando que el JMAF omnipresente en los alimentos procesados es un factor de riesgo de obesidad, podemos imaginar que esta podría estar relacionada con la disminución de la salud cerebral, y eso es exactamente lo que muestran los estudios.

 

La obesidad acelera el envejecimiento del cerebro

En un estudio publicado en la revista Neurobiology of Aging se encontraron cambios estructurales en el cerebro de los obesos, propios de las personas mayores. Según reportó Borneo Post:

“Después de escanear el cerebro de 473 personas entre los 20 y 87 años, y separarlas en categorías de personas delgadas y obesas, los científicos descubrieron que el peso extra podría acelerar la pérdida de la materia blanca del cerebro…

Los científicos calcularon qué tanto se relacionaba ese volumen de materia blanca con la edad, y encontraron que una persona de 50 años con obesidad tuvo un volumen comparable al de una persona delgada de 60 años.

‘El mensaje es que el cerebro parece ser 10 años más viejo si se tiene sobrepeso u obesidad’, dijo Lisa Ronan, autora principal del estudio de la Universidad de Cambridge”.

La materia blanca permite la comunicación entre las partes del cerebro, y este tejido tiende a disminuir con la edad. Su pérdida también se ha relacionado con el deterioro cognitivo y es un factor reconocido de riesgo de demencia.

Las células grasas promueven la inflamación que acelera el envejecimiento cerebral

Mientras que los obesos mostraron mayor aceleración en la pérdida de la materia blanca, otros estudios han relacionado la obesidad con mayor riesgo de Alzheimer. Aun no se determina la razón por la que el exceso de peso promueve la pérdida de la materia blanca cerebral. WebMD cita al Dr. Mike Henne, vocero de la Federación Americana para la Investigación del Envejecimiento:

“Una posibilidad es que, cuando se es obeso, las células de grasa producen más sustancias inflamatorias y la materia blanca es más sensible a ellas”.

 

La alimentación mediterránea aumenta la capacidad cognitiva

Un análisis de 135 estudios concluyó que la alimentación mediterránea es beneficiosa para la capacidad cognitiva y reduce la probabilidad de desarrollar Alzheimer. Según Medical News Today:

“En relación con la memoria, los participantes experimentaron mejoras en la memoria a largo y corto plazo, así como mejoras en el retraso cognitivo, función ejecutiva y las construcciones visuales. También se relacionó con mejoras en la atención y el lenguaje…”

Este tipo de alimentación es alta en alimentos de origen vegetal y grasas saludables, como frutos secos y aceite de oliva, y enfatiza el consumo de pescado y aves por encima de la carne roja. Y lo más importante: se concentra en alimentos reales.

La alimentación mediterránea ha demostrado:

  • Reducir la inflamación
  • Mejorar el control del peso y reducir el riesgo de obesidad
  • Aumentar el consumo de micronutrientes
  • Mejorar el consumo de antioxidantes
  • Mejorar el equilibrio de vitaminas y minerales
  • Mejorar el metabolismo de la energía celular
  • Mejorar los perfiles lipídicos
  • Mejorar la microbioma intestinal

 

El cerebro requiere grasas saludables para su función óptima

En un estudio de 2015, se descubrió que los adultos mayores con factores de riesgo cardiovascular, que siguieron una alimentación baja en grasa, sufrieron disminución de la memoria y la capacidad cognitiva, en comparación con quienes llevaron una alimentación mediterránea alta en aceite de oliva o frutos secos.

A los que les fue mejor en términos de memoria, fueron a los que llevaron una dieta mediterránea suplementada con 30 gr diarios de frutos secos, con las mejoras más significativas.

Y los que llevaron una alimentación mediterránea suplementada con 1 litro de aceite de oliva extra virgen cada semana, tuvieron las mejoras más altas en la función cognitiva.

Tanto los frutos secos como el aceite de oliva son grasas saludables y sin procesar que el cuerpo necesita, así que las mayores cantidades de grasas saludables mejoraron la función cerebral.

Algunas investigaciones de Mayo Clinic demostraron que las dietas altas en grasa están relacionadas con un riesgo 42% menor de daños cognitivos leves (precursor del Alzheimer), mientras que las dietas ricas en carbohidratos refinados elevan el riesgo a 89%, como lo reportó USA Today en 2012.

No solo se necesitan grasas saludables para la función del cerebro, sino también para la energía, producción de hormonas y gran variedad de otras funciones, como la función mitocondrial y, aunque no lo crea, el control del peso.

 

El DHA: un componente importante para la salud cerebral

Quizá la grasa más importante para el cerebro sea la omega-3 de origen animal, ácido docosahexaenoico (DHA), que se encuentra en pescados y mariscos.

La importancia de las omega-3 para la salud cerebral se ha demostrado en muchos estudios. Por ejemplo, que ayuda a prevenir el Alzheimer, que mejora los síntomas del trastorno de hiperactividad con déficit de atención (THDA) y la depresión, y retrasa el desarrollo de la psicosis entre los pacientes con alto riesgo de esquizofrenia.

En el estudio con ratas ya mencionado, las que recibieron DHA junto con su alimentación alta en JMAF fueron capaces de atravesar el laberinto más rápido y mejor que las del grupo sin DHA, lo que sugiere que protege contra los efectos dañinos de la fructosa.

El DHA es esencial para la función sináptica: ayuda a las neuronas a transmitirse señales, que es el mecanismo que hace posible el aprendizaje y la memoria.

El DHA es un elemento estructural en cada célula y juega un papel en la comunicación dentro y entre las células.

Que sea un elemento estructural de las células ayuda a explicar por qué la deficiencia de omega-3 es tan dañina para la salud. Y, ya que más del 90% de la omega-3 que se encuentra en el cerebro es DHA, es muy importante para la salud.

 

La obesidad se relaciona con el deterioro de la capacidad cognitiva

Numerosos estudios presentan la idea de que el peso sería un factor de riesgo de Alzheimer. Los adultos obesos a menudo tienen otros factores de riesgo de Alzheimer, como hipertensión y diabetes. La obesidad también está relacionada con la inflamación crónica, que podría empeorar el Alzheimer, junto con la resistencia a la insulina, otro conocido factor de riesgo de Alzheimer.

En 2008, las investigaciones revelaron que la obesidad central (exceso de peso alrededor del vientre) se relaciona con un mayor riesgo de demencia.

Las investigaciones publicadas en 2011 encontraron una fuerte correlación entre el índice de masa corporal (IMC) y los niveles altos de la beta-amiloide, la proteína que se acumula en placas en el cerebro de los pacientes con Alzheimer. Se cree que esta destruye las neuronas, causando los problemas cognitivos y conductuales típicos de esta enfermedad.

Un estudio de 14 años de duración, publicado en julio de 2016, encontró que, entre quienes desarrollaron Alzheimer, aquellos con sobrepeso u obesidad a la edad de 50, desarrollaron los síntomas 7 meses antes, en comparación con aquellos que tenían un peso saludable durante los 40. Aquellos con un IMC alto también fueron más propensos a tener un mayor nivel de proteínas amiloideas en el cerebro.

 

Tres claves para la pérdida de peso y la salud cerebral

Da la casualidad de que son idénticas a las que ayudan a la pérdida de peso:

  • Ejercicio, especialmente el entrenamiento en intervalos de alta intensidad.
  • Restricción calórica (el ayuno intermitente parece tener muchos de los mismos beneficios, mientras que es más fácil de realizar).
  • Reducción de carbohidratos netos (azúcares y granos refinados) y aumentar las grasas saludables (aceite de oliva, coco, mantequilla orgánica, frutos secos, yemas de huevo de gallinas sueltas y aguacates).

De acuerdo con el Dr. David Perlmutter, neurólogo y autor del libro “Grain Brain” (“Cerebro de Pan”), una alimentación baja en carbohidratos refinados y alta en grasas saludables es el componente clave para la prevención del Alzheimer.

 

Otras estrategias para proteger al cerebro

Vitamina D: Se han localizado vías metabólicas para la vitamina D en el hipocampo del cerebro y el cerebelo, áreas involucradas en la planeación, procesamiento de la información y formación de recuerdos. En adultos mayores, los niveles bajos de vitamina D están relacionados con menor función cerebral.
Colina: La colina reduce la inflamación y participa en la comunicación de los nervios. El huevo y la carne son dos de las mejores fuentes de colina.
Salud del tracto gastrointestinal: Es otra cuestión importante con una influencia significativa en la función cerebral. El intestino es el “segundo cerebro”. También se tienen neuronas en el intestino, y las bacterias intestinales transmiten información del tracto gastrointestinal al cerebro, a través del nervio vago.
La microbioma intestinal dañada se ha relacionado con el desarrollo anormal del cerebro y podría ser causa de muchos casos de depresión. Además de evitar el azúcar, una de las mejores formas de apoyar la salud intestinal es consumir vegetales fermentados.

 

Por último – La importancia del sueño.

Las normas del sueño recientes, basadas en 300 estudios sobre los efectos del sueño sobre la salud, confirman que la mayoría de adultos necesitan unas 8 horas de sueño para una salud óptima.

Es particularmente importante para la salud cerebral, ya que el único momento en que el cerebro puede desintoxicarse es durante el sueño profundo, razón por la que quienes duermen mal son más propensos a desarrollar trastornos neurológicos, como el Alzheimer.

  1. Science Daily May 15, 2012
  2. Borneo Post August 6, 2016
  3. WebMD August 9, 2016
  4. Medical News Today August 10, 2016
  5. JAMA Internal Medicine May 11, 2015;175(7):1094-1103
  6. USA Today October 17, 2012
  7. Alzheimer’s News Today July 2, 2015
  8. Neurology March 26, 2008
  9. Neurology. 2011 Nov 22;77(21):1913-20.
  10. Molecular Psychiatry July 2016;21(7):910-5
Fotografía de bacteria de tuberculosis

La tuberculosis en una pandemia y amenaza mundial y en México

  • La Covid-19 revirtió los avances alcanzados en la Estrategia Fin de la TB.
  • Las muertes por TB aumentaron por primera vez en más de una década.

La Tuberculosis (TB) es una enfermedad mundial que se encuentra en todos los países del mundo. Es la principal causa infecciosa de muerte en todo el mundo. La OMS estima que 1,800 millones, cerca del 25% de la población mundial, están infectadas con la Mycobacterium TB, la bacteria que causa la TB. El año pasado, 10 millones enfermaron de TB y 1.5 millones murieron. La TB es responsable de la devastación económica y del ciclo de pobreza y enfermedad que atrapa a familias, comunidades e incluso países enteros.

Entre los más vulnerables están las mujeres, los niños y personas con VIH/SIDA. Hay una resistencia creciente a los medicamentos, por lo que la enfermedad se está volviendo más mortal y difícil de tratar. El año pasado se registraron más de medio millón de casos de TB resistente a los medicamentos.

 

Resistencia a las Drogas

La TB resistente se desarrolla cuando se administra incorrectamente el largo y complejo tratamiento, o cuando el enfermo deja de tomar los medicamentos antes de que la enfermedad haya sido erradicada. La TB multirresistente (MDR-TB) y la TB extremadamente resistente (XDR-TB) son difíciles de curar y tienen altas tasas de mortalidad. Una vez desarrollada una cepa resistente, puede transmitirse directamente a otros.

La TB es la enfermedad infecciosa crónica más frecuente del mundo, pero es prevenible y curable; sin embargo, sigue causando muertes y siendo el padecimiento infeccioso más letal. “Es un mal que aún no está resuelto”, afirmó Yolanda López Vidal, académica de la Facultad de Medicina (FM).

En México, esta enfermedad se relaciona con el nivel socioeconómico: a mayor pobreza, mayor riesgo, por falta de educación, nutrición y vacunación.

En el Día Mundial de la Tuberculosis se recuerda que en 1882 Robert Koch anunció el descubrimiento de la bacteria que provoca la TB, lo que posibilitó diagnosticarla y curarla.

 

De Fácil Contagio

La científica explicó que la TB se origina por la bacteria Mycobacterium TB. Los enfermos tienen más probabilidades de transmitirla a las personas con quienes conviven todos los días: familiares, amigos y compañeros de trabajo o escuela.

Este padecimiento se manifiesta con fiebre, neumonía y granulomas, y tiene la capacidad de causar daño en cualquier órgano o tejido, siendo el más importante el pulmón. También puede afectar hígado, riñones, meninges infantiles o varios órganos al mismo tiempo. “Las fallas en el estado general de salud del paciente le pueden ocasionar la muerte”.

Pero solo el 10% de la población enferma. Suele pasar a infantes y adultos mayores, pero la TB pulmonar tiene mayor incidencia entre los 25 y 50 años. A pesar de disminuir los decesos, este mal continúa en el mundo, debido a que muchos pacientes no completan el tratamiento y la bacteria genera resistencia.

 

Las Cifras

Los estados que para el 2013 presentaron las tasas más altas de mortalidad por TB fueron: Baja California, Sonora, Nuevo León, Sinaloa y Veracruz.

Baja California no solo tiene el mayor número de casos y defunciones, sino también el promedio de edad más joven de los fallecidos: 45 años.

Se calcula que un 33% al 35% de la población mundial tiene TB latente; es decir, son portadoras, pero aún no han enfermado ni pueden transmitir la infección.

Según la OMS, la TB es una de las 10 principales causas de mortalidad en el mundo. En 2015, unos 10.4 millones enfermaron y 1.8 millones murieron por TB.

Más del 95% de las muertes se producen en países de ingresos bajos y medios. Y el riesgo es mayor para personas con el sistema inmunológico dañado, como ocurre con quienes viven con VIH, desnutrición, diabetes y tabaquismo.

La OPS precisa que la diabetes aumenta el riesgo de contraer TB, sobre todo en poblaciones hispanas de América Latina y EUA, en jóvenes menores de 40.

La diabetes y la TB “conviven” en un círculo de alta correlación. Por ejemplo, la gravedad de la diabetes y el control glucémico deficiente aumentan el riesgo de padecer TB. Y por otro lado, las infecciones, como en el caso de la TB, empeoran el control glucémico en los diabéticos.

 

Peligro para México

El coronavirus no es la única amenaza para México. En los primeros 2 meses de 2020 se reportaron 8,029 casos de TB respiratoria, casi el doble de lo que se registró en el mismo período de 2019: 4,448.

Y mientras la atención y prevención están sobre los casos de coronavirus, la TB repuntó en el país, a pesar de haberse casi extinguido. Conocida como la enfermedad “de los pobres”, esta infección brotó en Chiapas y Baja California (Tijuana), siendo los estados más afectados por la migración. Y lo alarmante de un brote de TB es que va de la mano de la desigualdad social, desnutrición, falta de recursos y políticas públicas ineficaces. Así, Tijuana es un foco rojo, pues ahí vive 1 de cada 10 personas con TB del país.

Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que menos del 5% de los tuberculosos resistentes a medicamentos reciben nuevas terapias. La TB mata 5 mil personas por día, alrededor de 10.4 millones al año. Y un tercio de las infectadas (4.3 millones) no están diagnosticadas.

MSF agregó que “los enfermos que reciben tratamiento para la TB resistente, siguen regímenes antiguos y tóxicos, que solo curan el 50% de los casos, con efectos secundarios graves, desde la sordera hasta la psicosis”.

 

Círculo Vicioso

Además de la migración, la pobreza, la mala vivienda y el saneamiento, la TB es un fenómeno agravado por factores de riesgo como tabaco, alcohol, VIH y diabetes, los que aumentan la prevalencia de contraer la enfermedad.

Radiografía de pulmones

Tuberculosis

La OMS estima que el 25% de la población mundial está infectada.

Es una enfermedad bacteriana que afecta principalmente a los pulmones y es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Se propaga a través de gotas en el aire de una persona infectada. Antes de existir ciertos antibióticos en la década de 1940, la TB era la principal causa de muerte.

Aunque la TB no es tan común como lo era en los EE. UU., ha resurgido en los últimos años debido al VIH, el SIDA, la diabetes y la propagación de formas resistentes a los medicamentos, y sigue siendo un grave problema de salud en todo el mundo, especialmente en los países pobres.

Signos y síntomas Si usted ha estado expuesto a la TB, puede estar infectado pero no tener síntomas y no ser contagioso. Entre el 20% y el 30% de los expuestos a una persona con TB activa se infectan.

Por ello, los médicos suelen distinguir entre infección (prueba de TB positiva) y una infección activa.

Después de que uno se contagia, el sistema inmunológico ataca la bacteria, y:

  1. O el cuerpo mata todas las bacterias,
  2. O las bacterias permanecen en el cuerpo sin causar una infección,
  3. O se desarrolla la enfermedad.

La TB puede afectar otras áreas del cuerpo fuera de los pulmones, pero la infección pulmonar es la más común. Las bacterias de la TB que crecen en los pulmones pueden causar:

  • Cansancio
  • Dificultad para respirar
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de garganta
  • Dolor torácico por inflamación en los pulmones
  • Escalofríos
  • Fiebre leve
  • Ganglios inflamados
  • Pérdida de apetito, pérdida de peso
  • Sudores nocturnos
  • Tos con sangre
  • Tos, con o sin mucosidad, y pus

¿Qué causa la TB? La mayoría de los casos son por micobacterias. Se contagia de una persona a otra a través de bacterias transmitidas por el aire. Sin embargo, no es fácil contraerla.

Se necesita una exposición constante a la persona contagiosa durante mucho tiempo. Por esa razón, hay mayor probabilidad de contraerla de un pariente que de un extraño.

Una persona con TB pulmonar o en la garganta tose y/o estornuda, y luego las personas cercanas respiran la bacteria. Y cuando alguien la inhala, puede asentarse en los pulmones y comenzar a crecer.

¿Quién tiene más riesgo? La TB solo se transmite por inhalación de partículas respiratorias infectadas, y no es probable contraerla por otros medios, como apretones de manos o al compartir platos y utensilios. Las personas con TB son más propensas a contagiar a quienes conviven con ellos más tiempo, como familiares, amigos, compañeros de clase y de trabajo.

Los factores de riesgo para desarrollar TB incluyen:

  • Trabajar en el sector salud o como embalsamador
  • Haber nacido o pasar tiempo en un país donde la TB es común (el Caribe y Latinoamérica, o África y Asia, excepto Japón).
  • Vivir en medios superpoblados e insalubres (refugios para los sin hogar, campamentos de migrantes, prisiones y algunos asilos o centros de atención a largo plazo).
  • Tener VIH o SIDA. A medida que el VIH ataca el sistema inmunológico, las infecciones de TB latentes pueden activarse. Y las bacterias de la TB, a su vez, hacen que el virus del VIH se replique más rápidamente.
  • Usar medicamentos que inhiben el sistema inmunitario (Remicade, Enbrel)
  • Fumar
  • Alcoholismo
  • Trasplante de órganos
  • No tener acceso o tener acceso inadecuado a la atención de la salud
  • Tener diabetes (el riesgo de contraer TB es de 2 a 3 veces mayor entre los diabéticos en comparación con quienes no tienen diabetes).
  • Tener una enfermedad reumática

Qué esperar en el consultorio Si el médico sospecha de infección por TB, se hará una prueba cutánea. Si es positiva significa que es probable estar infectado, aunque existen resultados falsos positivos y falsos negativos. Para confirmar el diagnóstico y saber si la infección está activa, se toman muestras de esputo (moco y material tosido) o líquido estomacal, así como una radiografía de tórax.

Opciones de tratamiento Prevención La TB es difícil de tratar, por lo que la prevención es más importante. En países donde la TB es común, se administra la vacuna BCG.

La mejor manera de evitar que la TB se propague es que los infectados tomen sus medicamentos como se los recetaron, o caso contrario se puede desarrollar TB multi-resistente, que luego se contagie a otros, y que es un grave problema de salud mundial.

Si no se puede hospitalizar, se aísla al paciente en una habitación con rejillas de ventilación que impidan la propagación de la bacteria. Y no puede salir mientras sea contagioso (2 semanas después de comenzar el tratamiento). Quienes entran, usan máscaras especiales para protegerse.

Terapias con medicamentos Las bacterias de la TB mueren muy lentamente. El medicamento tarda de 6 meses a 1 año en destruir todas las bacterias, y más tiempo para la TB multi-resistente. Los medicamentos más comunes son:

  • Isoniazida (INH)
  • Rifampicina
  • Pirazinamida
  • Etambutol
  • Estreptomicina

Terapias complementarias y alternativas Pueden combinarse con los medicamentos recetados.

Nutrición – Para reducir riesgos y síntomas:

  • Eliminar todos los alérgenos alimentarios sospechosos como lácteos (leche, queso, huevos y helados), trigo (gluten), soya, maíz, conservantes y aditivos químicos.
  • Comer alimentos ricos en vitaminas B y hierro como granos enteros, verduras oscuras y vegetales marinos (como árame, wakame, etc.).
  • Incluir alimentos ricos en antioxidantes como frutas (arándanos, cerezas y tomates) y verduras (calabaza amarilla y pimientos).
  • Evitar alimentos refinados, como panes blancos y azúcar.
  • Menos carnes rojas y más: pescado, tofu, frijoles y otras leguminosas.
  • Usar aceites saludables, como de oliva, salvado de arroz, etc.
  • Reducir las grasas trans de los productos procesados como galletas, pasteles, frituras, donas y margarina.
  • Evitar café, alcohol y tabaco.

Suplementos – Para las deficiencias nutricionales:

  • Multivitamínico diario con A, C, E, D, complejo B y minerales como magnesio, calcio, zinc y selenio.
  • Vitamina C de 1 a 3 gramos al día. Dosis más altas bajo supervisión médica. Puede interferir con la B12, así que tomarla con 2 horas de diferencia. Reducir la dosis si se desarrolla diarrea.
  • Vitamina D, 2000 a 4000 UI diarias. Niveles bajos de vitamina D explican por qué algunos grupos étnicos son más susceptibles a la TB. Muchos médicos recomiendan dosis más altas de vitamina D.
  • NAC (N-Acetil Cisteína) 600mg, 2 cápsulas 3 veces al día, antioxidante poderoso y para descomponer el moco acumulado.
  • Probióticos de 5 a 10 mil millones de UFCs al día, para mantener la salud gastrointestinal e inmunológica.
  • Ácido alfa-lipoico, 25 a 50 mg dos veces al día, como antioxidante.
  • Resveratrol, 50 a 200 mg diarios, para efectos antioxidantes.
  • Beta-sitosterol, 60 mg diarios.

Yerbas o plantas medicinales – están en extractos secos estandarizados, en cápsulas o tabletas, en tisanas, en tinturas y extractos líquidos. Los polvos y líquidos se mezclan con jugo o licuados. Las tisanas se prefieren con los alimentos.

  • Ajo Rey Dragón (Allium sativum triple: Negro, Japonés y Tradicional), 2-3 cápsulas con cada alimento, con propiedades antibacterianas e inmuno-tónicas.
  • Astrágalo (Astragalus membranaceus) extracto en polvo, 1 gramo 2 a 4 veces al día. Un estudio indica que puede ser útil para tratar la TB.
  • Rhodiola (Rhodiola rosea) extracto en polvo, 1 gramo 2 a 4 veces al día, como apoyo inmunológico. Ayuda a adaptarse al estrés.

Homeopatía Los médicos homeópatas pueden recomendar tratamientos para la TB basados en su conocimiento y experiencia clínica. Antes de prescribir un remedio, los homeópatas toman en cuenta el tipo constitucional de una persona, incluyendo su constitución física, emocional e intelectual.

  • Arsenicum album: tos y dolor de pecho, especialmente por causas infecciosas. Síntomas que empeoran por la noche y a menudo van acompañados de fiebre, escalofríos, debilidad, agotamiento e inquietud. Es más apropiado para quienes se sienten asustados y ansiosos.
  • Calcarea carbonica: escalofríos, somnolencia, transpiración (sobre todo por la noche) e inflamación de ganglios linfáticos. Es particularmente apropiado para personas susceptibles a la infección, que tienden a ser tercas, y tienen antojo de huevos y bebidas frías.

La acupuntura Puede fortalecer la respuesta inmunológica y apoyar la función pulmonar.

Pronóstico/Posibles Complicaciones

Un ciclo completo de medicación puede curar la TB en personas que no tienen una cepa multirresistente. Puede ser mortal en los ancianos y en personas cuya enfermedad se ha propagado a otros órganos y tejidos distintos a los pulmones, incluyendo la TB miliar (se propaga mediante el torrente sanguíneo, afectando a muchos sistemas de órganos), y en aquellas con cepas de TB multirresistentes o con VIH.

Las posibles complicaciones de la TB incluyen:

  • Desarrollo de una cepa multirresistente
  • TB más allá de los pulmones, frecuentemente asociada con el VIH
  • Meningitis relacionada con la TB, en niños
  • Neumotórax (colapso de un pulmón debido a una acumulación de gas entre las membranas que rodean los pulmones)
  • Tos con sangre en masa

Seguimiento

La política de salud pública exige que los médicos, hospitales y laboratorios informen sobre los casos de TB y que traten o pongan en cuarentena a todas las personas infectadas. La mayoría puede permanecer en casa, pero aisladas de cualquier contacto nuevo durante un mínimo de 2 semanas después de iniciar el tratamiento. Los ancianos y los enfermos graves o con TB multirresistente deben ser hospitalizados durante las primeras semanas de tratamiento. Es esencial tomar el tratamiento exactamente como se prescribe y así prevenir la resistencia a los medicamentos. Se recolectarán y analizarán muestras de esputo mensualmente. Si las pruebas siguen siendo positivas después de 3 meses de tratamiento, la infección se considera multirresistente y es necesario cambiar medicamentos.

Consideraciones Especiales

Los bebés nacidos de madres con TB infecciosa deben ser separados de la madre hasta que deje de ser contagiosa. Debe examinarse al bebé para detectar la TB entre las semanas 4 y 6 y entre los 3 y 4 meses de edad. Las mujeres pueden recibir tratamiento contra la TB durante el embarazo y la lactancia, pero deben evitar la estreptomicina y la pirazinamida.

Imagen de muchas latas de refresco

Beber sodas al ejercitarse puede causar daño renal

Una investigación reciente ha demostrado los efectos nocivos agudos que las sodas pueden generar en la función renal cuando se usan para calmar la sed al realizar ejercicio durante un día caluroso.

Beber sodas puede causar deshidratación y elevar los marcadores de enfermedad renal cuando son consumidas después de realizar ejercicio a una temperatura de 35 °C.

Cuando se hace ejercicio en un ambiente caluroso, el cuerpo regula la presión sanguínea y conserva el agua al reducir el flujo de sangre hacia los riñones. Una disminución repentina y pronunciada en el flujo sanguíneo podría causar daño renal agudo debido a que disminuye la cantidad de oxígeno a los riñones.

La alimentación tiene gran influencia en la salud renal, ya que el azúcar y el exceso de proteínas encabezan la lista de elementos responsables de causar problemas al consumirlos de forma regular.

La disfunción renal también está relacionada con un sin número de problemas graves de salud, como la diabetes, hipertensión, y cardiopatías.

Cada día, los riñones filtran hasta 150 litros de sangre y eliminan sus residuos por la orina. Beber suficiente agua garantiza una función renal saludable. De hecho, la deshidratación crónica de baja intensidad es una de las causas más comunes de cálculos renales.

Los síntomas comunes de problemas renales incluyen:

  • Micción frecuente.
  • Problemas para orinar.
  • Dolor o sensación de ardor al orinar.
  • Sed crónica.

El buen funcionamiento renal es esencial para mantener la homeostasis corporal, comenzando por la composición de la sangre. Por ejemplo, los riñones son responsables de:

  • Mantener el nivel del pH.
  • Mantener el balance electrolítico (la proporción de sodio, potasio y fosfatos).
  • Producir hormonas que crean glóbulos rojos y que ayudan a regular la presión arterial.

Consumir sodas al hacer ejercicio es una pésima idea.

 

La alimentación influye en la salud renal.

El azúcar y el exceso de proteínas son los principales responsables de problemas.

En EE. UU., la mayoría consume entre 3 y 5 veces más proteínas de las necesarias, y entre 2 y 4 veces o más, los niveles de fructosa seguros. Por sí solos, estos dos factores, en especial cuando son combinados, causan un estrés renal significativo, y promueven enfermedad y cálculos renales.

El estudio, publicado en el American Journal of Physiology — Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, encontró que las sodas causaban deshidratación y elevaban los marcadores de la enfermedad renal cuando eran consumidas después de realizar ejercicio. Según informó Science Daily:

Cuando los voluntarios bebieron soda, el 75% presentó niveles elevados de creatinina en sangre, un marcador de daño renal. Solo el 8% de los que tomaron agua tenían esos niveles elevados.

Los voluntarios de las sodas también mostraron:

  • Menor tasa de filtración glomerular, otro marcador de daño renal.
  • Mayor nivel de ácido úrico.
  • Deshidratación moderada.
  • Mayores niveles de vasopresina, hormona antidiurética que eleva la presión arterial.

Como señalaron los autores:

“El consumo de sodas durante y después del ejercicio no rehidrata. Esto indica que consumir sodas durante y después del ejercicio puede inducir daño renal agudo [AKI]”.

Si bien las sodas que contienen grandes cantidades de jarabe de maíz de alta fructosa y cafeína son dañinas en cualquier momento, son mucho más nocivas en climas cálidos.

Las investigaciones previas han demostrado que el ejercicio en temperaturas altas puede incrementar los biomarcadores de daño renal agudo, incluso sin la adición de las sodas. Además, las bebidas con fructosa pueden elevar el riesgo de daño renal agudo cuando hay deshidratación.

Por lo tanto, la combinación de ejercicio en alta temperatura y el consumo de sodas impiden una función renal saludable y elevan el riesgo de daño renal agudo.

También se sabe que los analgésicos podrían dañar los riñones cuando son tomados en exceso o durante mucho tiempo. Esto incluye:

  • Acetaminofén.
  • Antiinflamatorios.
  • Aspirina.
  • Ibuprofeno.
  • Naproxeno.

Las investigaciones demostraron que combinar alcohol con paracetamol podría incrementar en un 123% el riesgo de daño renal, en comparación con tomarlos de forma individual.

Por este motivo, mezclar sodas, alcohol y analgésicos durante una actividad en clima caluroso, es una de las combinaciones más peligrosas.

 

Claves alimenticias para proteger la función renal

  • Restringir la fructosa.
  • Restringir las proteínas. Consumir alrededor de 1 g de proteína por kg de masa corporal magra, no del peso corporal total.
  • Beber agua pura y limpia. La mejor manera de determinar cuánta agua tomar es observar el color de la orina (debe ser color amarillo paja), y la frecuencia ideal debe ser de 7 a 8 veces al día.
  • Comer muchos vegetales frescos, idealmente orgánicos. De 3 a 4 porciones diarias de verduras y frutas. Los riñones producen hormonas que regulan la presión arterial y el volumen de sangre que circula. Estas dos funciones combinadas mantienen normal la presión. La hipertensión es la segunda causa de insuficiencia renal, pero la investigación demuestra que aumentando el consumo de vegetales se disminuye la presión sistólica en enfermos renales, mejor que con fármacos.
  • La Dra. Nimrit Goraya, autora del estudio y directora del Programa de Nefrología en Baylor Scott & White Health, en Temple, TX, dijo que para personas con insuficiencia renal, o para prevenirla, es más importante consumir los alimentos correctos que recurrir a fármacos.
  • Ajustar el consumo de potasio de acuerdo a la función renal. Los riñones mantienen el nivel de potasio en el cuerpo. Si no funcionan bien, este se eleva demasiado. Si funcionan bien, la cantidad para adultos será de unos 4700 mg diarios, equilibrados con sodio.
  • La proporción de potasio a sodio debe ser alrededor de 5:1. Una alimentación con vegetales frescos y alimentos enteros, brinda más potasio que sodio. Pero una alimentación con alimentos procesados da todo lo contrario.

 

Superalimentos para la salud renal

  • Ajo.
  • Bayas (moras azules, frambuesas, fresas).
  • Camote.
  • Cebolla.
  • Cerezas.
  • Col.
  • Col rizada o berza.
  • Coliflor.
  • Jugo de limón.
  • Manzana (incluso el vinagre de manzana).
  • Pepita de calabaza.
  • Pimiento rojo.
  • Sandía.
  • Uvas rojas y moradas.

 

Productos que desintoxican los riñones

  • Cúrcuma: Tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias que ayudan a prevenir y tratar la inflamación e infecciones renales.
  • Diente de león: Diurético natural que puede fortalecer los riñones y aliviar los problemas del tracto urinario.
  • Jengibre: Purifica los niveles de toxinas en la sangre y riñones.
  • Malvavisco: Diurético natural para infecciones urinarias y cálculos renales.
  • Milenrama: Diurético natural antiséptico y antiinflamatorio; útil para infecciones del tracto urinario.
  • Ortiga: Diurético natural que purifica la sangre y trata infecciones del tracto urinario; alta en hierro. Evitar si ya se tiene elevado el hierro.
  • Trébol rojo: Diurético para estimular la eliminación de desechos.
  • Uva Ursi: Para tratar problemas urinarios y de vesícula.

 

  • 141st Annual American Public Health Association Meeting, Online Program.
  • Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 2016 Jul 1;311(1):R57-65.
  • American Journal of Physiology — Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, January 2, 2019.
  • American Kidney Fund, Living Well With Kidney Disease.
  • Eur J Appl Physiol Occup Physiol. 1996;72(5-6):522-7.
  • Healthy and Natural World, Foods and Herbs to Cleanse Your Kidneys.
  • LowOxalateInfo.com.
  • Medical News Today, February 4, 2016.
  • Medical News Today, November 4, 2013.
  • National Kidney Foundation, 7 Kidney-Friendly Superfoods.
  • Natural Society, June 23, 2015.
  • NIH.gov, Potassium Fact Sheet.
  • Onegreenplanet.org.
  • Science Daily, January 17, 2019.
  • US News, September 14, 2016.
  • Yourkidneys.com.