Miso: Sanarte comiendo

Su origen es chino, pero se perfeccionó en Japón en el siglo VII, y hace unas décadas llegó a occidente. El miso es pasta de soya fermentada y de sabor salado. 

Es de consistencia cremosa, rica en aroma y compleja en matices de sabor. Es muy buen acompañante en sopas, caldos, cereales y legumbres. 

 Para usarlo bastará con disolver una o más cucharaditas de miso a la sopa cuando vayamos a tomarla, nunca antes, porque no debe hervir, ya que perdería sus enzimas vivientes que son las que le otorgan sus propiedades medicinales. 

Virtudes:  

  • Depurativo, desintoxicante. 
  • Antioxidantes y antienvejecimiento. 
  • Favorece la digestión, muy bueno para personas que tienen gases frecuentes, acidez, reflujos, etcétera. 
  • Promueve el crecimiento de la flora intestinal, es decir, de las bacterias probióticas que nos ayudan a hacer la digestión de los alimentos ingeridos. 
  • Expulsa del cuerpo las radiaciones procedentes de los rayos X o de escapes nucleares, de hecho la sociedad japonesa que consumió soja y otros alimentos macrobióticos no murió en las explosiones de Hiroshima y Nagasaki. 
  • Alcalinizante, elimina la acidez causada por comida rica en alimentos como carne, queso, pescado, lácteos, embutidos, grasas saturadas (animales). 
  • La pasta viene en una bolsa hermética, una vez abierta se puede observar en el frigorífico varios meses, cerrarlo con una pieza para que no se seque. 

Es aconsejable tomar el miso siempre antes de las comidas principales, para preparar el estómago para una buena digestión, para ello prepararemos un caldo  vegetal: echamos en una olla bastante agua y las verduras elegidas troceadas en trocitos pequeños, por ejemplo, cebolla, judías verdes, zanahorias, puerros, apios, etcétera.  

También un trozo de alga y un poco de sal marina, los hervimos a fuego lento,  durante un par de horas. Cuando esté hecho y vayamos a comer, calentamos lo que vayamos a tomar y lo ponemos en el cuenco junto a la cucharadita de miso, la disolvemos y … ¡a comer!, ya verás cómo te encanta. 

Miso: Alimento milagroso de Japón para el mundo 

Significa “fuente del sabor”. Mi es “sabor” o “condimento” y So “fuente”.

Es una pasta de soya fermentada con sal marina, a veces con otros cereales. 

Su origen es chino y llegó al Japón en el siglo VII. A partir de los años 70’s empieza a conocerse en occidente gracias a la dieta macrobiótica. 

Propiedades 

Gracias a sus enzimas y bacterias favorece la digestión y fortalece la flora intestinal, siendo aconsejable tanto en diarreas como en estreñimiento. Ideal para la mala digestión (acidez de estómago, gases, eructos, etc.) Ya que el miso está vivo y alcaliniza. 

Para enfermedades cardiovasculares ya que contiene ácido linoléico y lecitina de soya que disuelven el colesterol y evitan endurecimiento de arterias. 

Contiene Isoflavonas que favorecen el equilibrio hormonal de la mujer. Muy adecuado en la menopausia combate síntomas como sofocaciones y pérdida de calcio (osteoporosis). De hecho las asiáticas que consumen soya en sus presentaciones tradicionales apenas tienen síntomas de la menopausia. 

Es antioxidante y eficaz contra las radiaciones (como en los pacientes que sufrieron radiaciones nucleares en Hiroshima y Nagasaki y sanaron con el consumo de sopa miso o miso-shiro, rica en miso y algas marinas). 

También los fumadores deberían tomarlo. Es un buen alcalinizante y aporta muchos minerales, favoreciendo la eliminación de la acidez causada por alimentos acidificantes como el azúcar blanco, alimentos refinados y grasas animales. Si unimos ese poder alcalinizante junto a sus glúcidos y minerales de fácil absorción muchas personas sienten mayor energía. 

La piel también agradece su efecto antioxidante y depurativo. 

Para fatiga. Mejor que el café, porque al alcalinizar aumenta la captación de oxígeno y aporta aminoácidos, minerales y carbohidratos complejos que entran rápido a la sangre. Solo mezclar al gusto con agua caliente y un chorrito de jugo de limón. 

Para hipoglucémicos, tomar este consomé entre comidas recupera la energía. 

Su consumo debe ser moderado en personas con hipertensión arterial o que necesiten reducir consumo de sal. 

Información Nutricional 

Contiene proteína completa, vitamina B-12, magnesio, calcio y hierro y vitaminas A, B, E y Ácido Fólico. 

¿Cómo se consume? 

El miso se vende en envases de plástico. Se conserva bien por ser salado pero si vivimos en un sitio cálido es mejor ponerlo en la nevera. 

De forma tradicional se toma como condimento en sopas, patés, legumbres y cereales. 

Al ser un fermento no se hierve para no perder sus cualidades. Normalmente se añade cuando ya hemos terminado de cocinar un plato y se ha apagado el fuego. 

Entonces diluimos una cucharadita por ración en un poco de sopa o caldo y lo volvemos a añadir a la olla. Dejamos que repose unos minutos y lo servimos.