Colesterol

Todo lo que sabías del colesterol es incorrecto

Ahora sabemos que el colesterol no es una sustancia nociva: sin colesterol moriríamos. Así de simple.

Sus beneficios

Estructura celular: El colesterol es una materia prima multifuncional: las membranas celulares lo contienen, y sin él, serían unas plastas amorfas.   

Hormonas sexuales: La testosterona y los estrógenos se fabrican con colesterol. Por ello, un efecto secundario en varones medicados con estatinas es que reduce su libido y sufren disfunción eréctil. Varios estudios (1) confirman la conexión entre bajo colesterol y menor testosterona, y a la inversa.

Las células de LEYDIG (fabrican la testosterona en los testículos) requieren más colesterol que otras células (2). Incluso pueden crearlo cuando bajan los niveles corporales (3). El aceite de oliva permite a las células de Leydig absorber más colesterol provocando un aumento en los niveles de testosterona (4).

La vitamina D se fabrica con colesterol. La vitamina D es una hormona. Y así como el colesterol es un precursor de hormonas sexuales, también de la hormona “D”. Cuando el colesterol en nuestra piel se expone a la radiación UV-B del sol, ocurre una reacción química que resulta en “vitamina D3”.

Esta D3 participa en la respuesta inmunitaria, la regulación del calcio y el  fósforo, la reducción de la inflamación, y en la expresión genética. sus niveles óptimos están asociados con una mayor salud mental y emocional y con mejores niveles de testosterona en varones.

Los ácidos biliares están hechos de colesterol. La bilis ayuda a desdoblar los alimentos para asimilarlos, en particular las vitaminas liposolubles como la A, D, E y K.

Es vital para la salud cerebral. El cerebro está lleno de colesterol, y  permite replicar nuevas neuronas, mantener su integridad y facilitar la comunicación celular, ayudando a formar las vainas de mielina que forran las células.

Niveles bajos (160 mg/dl o menos) se relacionan con pérdida de la memoria, depresión y agresividad, ya que es clave en la liberación de los neuro-transmisores, y sin él, el cerebro no efectúa las conexiones necesarias para mantener su nitidez y vivacidad.

Ayuda a combatir infecciones. Existe una correlación inversa entre nivel de colesterol e infecciones: a menor colesterol, mayor vulnerabilidad a enfermar. Parece que el “colesterol malo” o ldl participa en la estimulación del sistema inmunitario contra las infecciones. al bajar sus niveles, disminuye la producción de ciertos anticuerpos.

¿Por qué tiene mala reputación? Por una combinación de mala ciencia y política. Una larga historia, aquí muy resumida.

En los 50’s, el científico Ancel Keys, creador de la Ración-K para la II Guerra Mundial, generó la hipótesis de que la dieta Norteamericana –rica en grasa saturada y colesterol- era la responsable de infartos entre los ejecutivos norteamericanos, y diseñó un estudio para probarlo.

Su famoso estudio “Siete Países” fue uno de los primeros sobre el efecto de la dieta en la salud. Examinó el consumo de grasa saturada y colesterol en 7 países y encontró una relación casi perfecta entre las cardiopatías y los niveles de colesterol y el consumo de grasa saturada, demostrando exactamente lo que él había predicho.

El médico Británico, John Yudkin, se mostró escéptico porque él había hecho una investigación similar y encontrado varios países con alto consumo de colesterol y grasa saturada, pero con bajas tasas de cardiopatías. 

Junto con otros científicos, acusó a Keys de “seleccionar” los países para que su estudio coincidiera con su hipótesis. Argumentaron que el verdadero culpable de las cardiopatías no era el colesterol ni la grasa, sino el elevado consumo de azúcar.

Pero como Keys tenía palanca política en el Congreso, con agencias burocráticas, y con los medios, y empezó a cabildear para que el Gobierno Federal de EUA recomendara una dieta baja en grasas y colesterol. En 1977 el Comité Especial sobre Nutrición y Necesidades Humanas del Senado, publicó una guía alimentaria basada en la investigación de Keys, que cambió la dieta Norteamericana.

Era una dieta baja en grasa y colesterol, y alta en carbohidratos de cereales y vegetales. La USDA recomendó sólo 300 mg/día de colesterol de la dieta, lo que es ridículo ya que tan solo 2 huevos dan 374 mg.

El resultado fue una explosión de productos “Bajo en Grasa”, “Sin Colesterol”, “Cardio-Saludable”, y apareció la Margarina “Sin Colesterol”. Los ciudadanos  reemplazaron sus alimentos naturales de siglos, con productos de fábrica ultra procesados. Dejaron de comer huevos y mantequilla, y cambiaron a leche descremada, margarina, y se olvidaron del tocino.

Y las Farmacéuticas se sumaron y crearon drogas para reducir el colesterol (las Estatinas), que bloquean una sustancia que necesita el cuerpo para crear su propio colesterol, y los médicos comenzaron a prescribirlos como dulces a todos los pacientes con niveles apenas sobre la “normalidad” (previamente ajustada para que esto fuera frecuente).

Pero… a pesar de que estaban comiendo alimentos desgrasados y sin colesterol, las tasas de cardiopatías y obesidad continuaron elevándose. ¿Por qué?

Porque Yudkin y sus colegas tenían razón. No era el colesterol y la grasa lo que causaba la obesidad y problemas cardiovasculares; era el azúcar y los carbohidratos refinados y procesados. Y encima, los fabricantes reemplazaron las grasas con almidones y azúcares refinados. 

¿Y la margarina “libre de colesterol”? Estaba hecha de aceite vegetal hidrogenado que crea grasas “trans”, relacionadas con infartos y cardiopatías.

Y esas pautas dietéticas, supuestamente saludables para el corazón, crearon un relajo en los sistemas circulatorios de decenas de millones.

¿Y las estatinas recetadas? Bajaron de maravilla el colesterol, demasiado bien. Muchos pacientes comenzaron a quejarse de pérdida de la memoria, depresión, infecciones recurrentes, disfunción eréctil, y menores niveles de testosterona. Los investigadores descubrieron que en muchos pacientes, las estatinas redujeron demasiado los niveles de colesterol, y el cuerpo dejó de recibir el necesario para su funcionamiento saludable. 

Ya se está confirmando que no es el colesterol dietético ni la grasa saturada la que ocasiona las cardiopatías, sino los azúcares refinados combinados con el estrés y el sedentarismo, lo que promueve inflamación.

Pero ya estamos recapacitando, y el Comité Consultor para Pautas Alimentarias (5) emitió un documento afirmando que el colesterol dietético NO participa en las cardiopatías, y que la mayoría no debería preocuparse sobre cuánto colesterol esté consumiendo.

En cuanto a recetar estatinas, muchos médicos ahora solo las recomiendan a pacientes de alto riesgo cardiovascular.

¿Cómo obtiene el cuerpo el colesterol que necesita?

El cuerpo produce un 80% de lo que necesita; el otro 20% proviene del alimento. Entre 20% y 25% del producido se crea en el hígado a partir de ácidos grasos. También se fabrica en los intestinos, glándulas adrenales, y órganos reproductivos.

Cuando consumimos alimentos con colesterol, el cuerpo lo usa. Si consumimos mucho, el cuerpo solo disminuye la cantidad que produce. Si no se consume lo suficiente, simplemente fabrica más. Así se autorregula.

Más allá del bueno (HDL) y el malo (LDL)

El colesterol es transportado en la sangre, unido a proteínas de acarreo. Esto se conoce como Lipo-Proteínas, que se dividen en 2 grupos según su densidad: las de Alta Densidad (HDL) y las de Baja Densidad (LDL). Y los médicos llamaron al HDL “colesterol bueno” y al LDL “colesterol malo”. Y esto es cierto a grosso modo, porque las nuevas investigaciones han relajado este criterio. No todo el HDL es bueno, y no todo el LDL es malo.

Colesterol HDL. Se le llamó “bueno”, porque remueve al LDL del cuerpo desde  los tejidos, de retorno al hígado, para convertirse en bilis y luego excretarlo. Este HDL se deshace del exceso de colesterol en el cuerpo y evita que se adhiera a las arterias. Y como actúa como camión de la basura, entre más, mejor. Se sugiere un nivel óptimo superior a 60 mg/dl.

Para aumentarlo: mucho ejercicio, no fumar, y consumir grasas mono saturadas saludables de alimentos como Aceite de Oliva, Aguacates, Pescados, y Nueces.

Colesterol LDL. Se lo llamó “malo” porque puede acumularse en las arterias, obstruyendo el flujo sanguíneo. Es el que transporta el colesterol que produce el hígado hacia el cuerpo, a diferencia del HDL que lo retira.

El cuerpo requiere el colesterol que acarrea el LDL, pero demasiado podría crear problemas acumulándose en las arterias. Por ellos se sugieren niveles inferiores a 100 mg/dl.

Para disminuirlo, hay que reducir la adiposidad corporal, y aumentar los niveles del HDL. Incluso moderar la grasa saturada dietética ayuda a reducirlo.

¿Entonces puedo comer colesterol?

Las recomendaciones para el colesterol también son válidas para las grasas (tanto saturadas como insaturadas). Las investigaciones han encontrado muy poca relación entre ambos con las cardiopatías. La excepción son las grasas artificiales o TRANS (margarinas y similares), que sí causan problemas cardiovasculares.

colesterol3

El gran engaño del colesterol

Como cirujano del corazón, con 25 años de experiencia, y con más de 5 mil cirugías de corazón abierto, el Dr. Dwight Lundell asegura que los médicos, abrumados por publicaciones y seminarios, insisten en que las enfermedades coronarias son el resultado de niveles de colesterol muy elevados.

Y la única terapia aceptada es: medicamentos para bajar el colesterol, y una dieta restringida en grasas. y cualquier desviación de estas pautas, se considera  herejía y mala práctica médica.

¡Pero eso no está funcionando!

Estas recomendaciones no son, ni científica ni moralmente defendibles. hace años se descubrió que la causa real de la enfermedad cardíaca es la inflamación de la pared arterial.

Curiosamente, las recomendaciones de comer dietas bajas en grasas han provocado epidemias de obesidad y diabetes, cuyas consecuencias empequeñecen cualquier otra plaga en cuanto a mortalidad, sufrimiento y consecuencias económicas.

A pesar de que el 25% de la población toma costosos medicamentos a base de estatinas, y de que hemos reducido la grasa en nuestra dieta, cada vez mueren más personas por enfermedades del corazón.

Las estadísticas de la American Heart Association indican que 75 millones de estadounidenses sufren enfermedades cardíacas, que 20 millones padecen diabetes y 57 millones pre-diabetes. y estos trastornos afectan cada vez a personas más jóvenes y en mayor número cada año.

En pocas palabras, sin la inflamación no es posible que se acumule el colesterol en las paredes de las arterias y se causen enfermedades cardíacas y apoplejías. sin inflamación, el colesterol se mueve libremente por todo el cuerpo; es la inflamación lo que hace que el colesterol quede atrapado.

La inflamación es una reacción natural del cuerpo ante invasores extraños. Es una forma de protegerse, pero si el cuerpo se expone de forma crónica a toxinas o alimentos para los que no está preparado, se produce una inflamación crónica, que es tan dañina, como beneficiosa es la inflamación aguda.

La mayoría seguimos la dieta recomendada -baja en grasas saturadas y alta en grasas poliinsaturadas y carbohidratos- sin saber que estamos agrediendo repetidamente a nuestras arterias, lo que produce inflamación crónica y conduce a la enfermedad cardíaca, accidentes cerebro-vasculares, diabetes y obesidad.

Permítanme repetirlo: la lesión e inflamación de vasos sanguíneos está causada por la dieta baja en grasas recomendada durante años por la medicina convencional.

¿Cuáles son los mayores culpables de la inflamación crónica? 

La sobrecarga de carbohidratos refinados y alimentos procesados, y un exceso de aceites vegetales y alimentos con omega-6 (soya, maíz y girasol).

He observado el interior de miles y miles de arterias. Una arteria enferma se ve como si alguien hubiese frotado sus paredes con un cepillo.

Al comer azúcares refinados nuestros cuerpos responden como si un invasor nos declarase la guerra. Los alimentos están cargados de azúcar y carbohidratos refinados o procesados con Omega-6. Estos alimentos nos envenenan lentamente.

¿Pero cómo un simple dulce puede producir una cascada de inflamaciones que enferman al cuerpo?

Imagínese que rocía un teclado con miel; lo mismo ocurre dentro de la célula. Al consumir azúcar, se elevan los niveles de glucosa en la sangre. Entonces el páncreas segrega insulina para que el azúcar llegue a todas las células. Pero si las células ya están llenas se rechaza el exceso, se eleva la glucosa en sangre, aumenta la producción de insulina, y los azúcares se almacenan como grasa.

¿Qué tiene que ver todo esto con la inflamación? 

Las moléculas de azúcar se unen a proteínas que lesionan las paredes de las arterias. Esta lesión repetitiva desencadena la inflamación. Cuando sube el nivel sanguíneo de glucosa varias veces al día, todos los días, es como frotar con una lija el delicado interior de los vasos sanguíneos.

Yo lo he visto como cirujano en más de 5,000 pacientes sometidos a cirugía durante 25 años. Todos ellos tenían un denominador común: la inflamación de las arterias.

Volvamos al asunto de los dulces. Estos no sólo contienen azúcar, sino también Omega-6, como del aceite de soya. Muchas frituras comerciales se fríen con ese aceite, o se fabrican con omega-6 para que duren más. El Omega-6 es parte de la membrana celular, pero debe estar en equilibrio con el omega-3.

Si este equilibrio se rompe por un consumo excesivo de omega-6, la membrana celular produce sustancias denominadas citoquinas, que causan inflamación.

La dieta moderna produce un desequilibrio entre estos dos Omegas.Puede estar en 15:1 o incluso de 30:1 en favor de los omega-6. y esto produce muchas  citoquinas inflamatorias. Lo ideal sería 3:1 (Omega-6 : Omega-3). 

Para empeorar las cosas, el sobrepeso produce una sobrecarga de células grasas que vierten grandes cantidades de pro-inflamatorios, lo que empeora las lesiones causadas por altos niveles de azúcar en sangre. 

El proceso que comenzó consumiendo dulces se convierte en un círculo vicioso que con el tiempo genera una enfermedad cardíaca, presión arterial elevada, diabetes, y por último, alzheimer, si es que el proceso inflamatorio no disminuye. 

No fuimos diseñados para consumir -ni podemos procesar- los alimentos azucarados y preparados con omega-6. No hay otra solución para disminuir la inflamación que consumir alimentos lo más natural posible. 

Reduzca o elimine el consumo de omega-6 (aceite de maíz y soya), y los alimentos procesados con estos aceites. En su lugar, utilice aceite de oliva, de semilla de uva, salvado de arroz o mantequilla orgánica. Las grasas animales contienen menos del 20% de omega-6 y son menos propensas a producir inflamación que los aceites de soya y maíz, supuestamente saludables. 

No es cierto que las grasas saturadas produzcan enfermedades cardíacas. tampoco aumentan en exceso los niveles de colesterol en la sangre. Ahora sabemos que el colesterol no es la causa de la enfermedad cardíaca, así que la preocupación por las grasas saturadas resulta absurda.

La medicina convencional cometió un tremendo error cuando aconsejó a la gente evitar grasas saturadas en favor de alimentos ricos en omega-6. Ahora tenemos una epidemia de inflamación arterial, que conduce a enfermedades cardíacas y otras muertes silenciosas.

Eliminar alimentos que producen inflamación y añadir los nutrientes de los alimentos frescos no procesados, revertirá los daños en las arterias y el cuerpo.

Leguminosas

Las legumbres – El manjar de reyes más democrático

Las legumbres fueron cultivadas desde hace siglos por una gran variedad de culturas y, según la especie, hay diversos orígenes: en Mesopotamia, en América y Asia Oriental. Constituyen uno de los alimentos humanos básicos desde el Neolítico, cuando el hombre comienza a practicar la agricultura complementaria a la caza/pesca y recolección.

Se habla de hasta 20.000 años de este cultivo, y se asoció a los cereales desde hace unos 10 mil años (trigo o cebada con o chícharos, maíz con frijoles).

Las leguminosas son plantas de la Familia Fabaceae, que producen frutos tipo vainas (ejotes) con semillas en su interior. Esta familia incluye más de 600 géneros y más de 13.000 especies. 

La SOYA es la primera leguminosa con una constancia escrita: en los libros de Shen Nung (2800 AC), se describen los 5 cultivos principales y sagrados de China: arroz, soya, trigo, cebada y mijo.

Con ella se elaboraban alimentos proteínicos (tofu, salsas, miso, pastas) para condimentar y enriquecer su alimentación.

El italiano Humberto Eco asegura que las legumbres salvaron a Europa de su extinción durante la Edad Media, sumida en las epidemias, guerras y hambrunas. 

Son una fuente vital y barata de proteínas, repletas de vitaminas y minerales que ayudan a prevenir enfermedades como la Diabetes y las cardiovasculares. en cuanto al planeta, benefician la salud del suelo. Y por su diversidad genética, resisten las sequías y cambios de clima.

A pesar de sus beneficios, su consumo mundial a decrecido, porque muchos  consumidores las asocian a la pobreza.

Las legumbres son buenas para nosotros, el medio ambiente y para el sustento de los agricultores. Han estado ahí durante milenios y, como si descubriéramos un antiguo secreto, es hora de redescubrir las legumbres y darles un papel estelar en nuestro futuro sostenible.

¿Por qué las legumbres son beneficiosas?

• Excelente fuente de fibra: sus propiedades se deben en mucho a su alto aporte de fibra (soluble e insoluble). La fibra insoluble previene el estreñimiento y disminuye el tiempo de tránsito intestinal, al aumentar el volumen fecal y ablandarlo. La fibra soluble disminuye la absorción de grasas y azúcares de los alimentos y ayuda a regular el colesterol y la glucosa en sangre. a mayor fibra, menor prevalencia de ciertos cánceres. Contienen al menos el 50% de la ingesta recomendada de 25-30 g para adultos, por taza.

• Bajo índice glicémico: por su alta fibra y carbohidratos de digestión lenta, liberan glucosa más lentamente a la sangre y producen fluctuaciones pequeñas en los niveles de insulina. disminuyen el riesgo cardiovascular y de Diabetes, y contribuyen a mantener un peso saludable, ya que producen mayor saciedad que los alimentos de alto índice glicémico.

• Buena fuente de vitaminas y minerales: como el calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio; y  vitaminas B. Destacan por su ácido fólico que disminuye el riesgo de defectos del tubo neural (cerebro y  médula espinal), y además reduce los niveles de homocisteína, que cuando aumenta en el plasma, daña el revestimiento de las arterias que origina trombos o coágulos, y que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

• Buena fuente de proteínas vegetales: poseen considerables proteínas, que al complementarse con cereales, mejoran su calidad nutritiva. Al sustituir a las proteínas de carne, se previene cardiopatías y Diabetes, y se reduce el riesgo de muerte prematura; además de ser una elección amigable con el medio ambiente.

• Libres de grasas saturadas: El reemplazo de alimentos altos en grasas saturadas o carbohidratos refinados por leguminosas, disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2.

• Bajos niveles de sodio: Su elevado aporte de potasio, unido a su escasez de sodio, los hace ideales para personas con hipertensión.

• Amplia variedad de fitoquímicos: contienen una gran variedad de compuestos bioactivos con efectos beneficiosos para la salud, tales como, isoflavonas, fitosteroles,  saponinas, alcaloides, oligosacáridos y fitatos. Destacan las isoflavonas, un tipo de fitoestrógeno (compuestos de las plantas con actividad estrogénica) que se encuentra principalmente en la soya. Se las ha asociado con los siguientes beneficios: regulación del flujo de hormonas femeninas, reducción de los sofocos de la menopausia, y la pérdida de minerales en los huesos.

• Ricas en antioxidantes: las legumbres deben su notable capacidad antioxidante a los polifenoles (taninos condensados, flavonoides, ácidos fenólicos, ácidos cinámicos) presentes en su cubierta. una mayor ingesta de antioxidantes nos protege contra enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.

Además no contienen gluten, siendo adecuadas para celíacos o intolerantes.

¿Por qué provocan gases y flatulencia?

La mayoría la provocan a las pocas horas de consumirlas porque contienen muchos oligosacáridos (carbohidratos indigeribles), que al pasar al intestino grueso son fermentados por las bacterias, produciendo de gases (nitrógeno, metano, ácido sulfhídrico o anhídrido carbónico), los responsables de la flatulencia.

Recomendaciones para reducir la flatulencia

• Renovar el agua de remojo 1 o 2 veces. no usar el agua de remojo para cocinarlas porque contiene gran parte de los azúcares culpables.

• Hervirlas en mucha agua por corto tiempo y dejarlas reposar por 1 hora para permitir la extracción de esos azúcares, y luego eliminar el agua.

• Cocinar a fuego lento hasta que estén tiernas.

• Añadir al agua de cocción hierbas carminativas, como hinojo, ajedrea, laurel, orégano, tomillo, comino, perejil, o clavo de olor.

• En caso de que falte agua, se añadirá poco a poco y no de forma brusca.

• Tomar infusiones de hierbas anti-flatulentas como hinojo semilla, anís verde, comino semilla, manzanilla, poleo, o toronjil, después de la comida. 

• Ingerir enzimas que degraden los azúcares de la flatulencia.

• Comerlas más a menudo permite que el intestino se adapte, disminuyendo los efectos flatulentos con el tiempo.

• Las legumbres peladas producen menos flatulencia (Mungo para Dahl) ya que se les ha eliminado la fibra insoluble de la testa o piel del frijol.

• También los purés de legumbres reducen el contenido de componentes indigestibles, gracias al pelado mecánico y, al mismo tiempo, la trituración rompe las estructuras celulares y favorece su digestión, aunque se elimina mucha de la fibra dietética.

• Usar algas marinas pardas (kombu o Arame) para el 2º remojo y la cocción.

• Utilizar Simeticona o carbón activado.

Mexicano sano con el frijol a la mano

Herramienta alimentaria contra la Diabetes y Obesidad

En el 2012 un equipo de investigadores intentó resolver la disputa por el origen de esta legumbre entre México y la región Andina.

Los investigadores liderados por Elena Bitocchi de la Universidad Politécnica delle Marche, en Italia, concluyeron luego de estudiar un gen en cromosomas, que el frijol era mesoamericano (México y Centro América).

Ejemplos de diversidad

Frijol vaquita

es un frijol criollo muy exótico y uno de los más hermosos. Su sabor es exquisito, y queda muy entero pero con el interior cremoso, ideal para comer “de la olla” o hacer “crema de frijol”, caldosa o espesa para untar en totopos.

Ayocote – el frijol gigante, el más galante de los frijoles

Es exclusivo de México, el de mayor tamaño, de zonas frías, y preferido por su gran ejote para verdura. Contiene mucho aminoácido Triptófano, esencial para el neurotransmisor serotonina que regula el sueño y la sensación de bienestar. Este aminoácido tiene un efecto anti-depresivo.

se prefiere cocinado en la olla. Se le sirve en ocasiones especiales para celebraciones de manteles largos.

Sangre de toro

El más nutritivo por su color rojo-antioxidante. De textura suave que se deshace en la boca para un caldo terso de gran sabor y sedosidad.

San francisco o Senete

Frijol criollo muy escaso. Ideal para cocinar en la olla y comerlo con verdolagas. Puede ser gris o color vino con rayas negras.

Habas

Para los mejores hummus o falafel, en vez de garbanzos. Originarias del Mediterráneo y Asia central, por ser un cultivo de alto rendimiento en climas hostiles, se cultivan desde Australia hasta Perú. En Egipto, Líbano y Siria, un desayuno típico comprende ful medames a base de habas.

Su harina se usa para hacer atoles dulces o cremas con verduras. Es rica en un compuesto que previene y combate al Parkinson

Mungo o Soya Verde

La India tiene la mayor población vegetariana del mundo (30% al 40%), y las legumbres son la fuente indispensable de proteínas. Usan mucho el Mungo descascarado (lo que evita gases) para hacer el Dahl con Curry.

Los frijoles de América

A nivel mundial, los latinoamericanos son los que más cantidad de legumbres consumen por persona y día (34 g). Los frijoles cuentan con una larga tradición en su cocina, que se remonta a las dietas de los incas y los mayas.

Frijoles adzuki de Asia

Es de color rojo intenso con dulce sabor a nuez. Se le llama “el rey de los frijoles”, y son apreciados por sus beneficios para la salud. Se utilizan en Japón, Corea y China para elaborar pasta de frijol roja, para el relleno de panes al vapor, bolas de masa y tortas dulces.

  • Día Mundial de las Legumbres
  • The Global Economy of Pulses (La economía mundial de las legumbres)
  • Cómo conseguir que los niños coman legumbres
  • http://www.glnc.org.au/legumes/legumes-nutrition/
  • http://www.glnc.org.au/legumes/legumes-nutrition/dietary-recommendations/
  • http://www.glnc.org.au/legumes/legumes-nutrition/legumes-fibre/
  • http://www.pulsecanada.com/uploads/dI/y5/dIy5UDO9BpWjEAJb3YkQiA/Pulses-are-a-Superfood.pdf
  • http://www.glnc.org.au/wp-content/uploads/2011/04/GLNC_Nutrition_Legumes_rebrand16aug.pdf
  • http://www.johnshopkinshealthalerts.com/alerts/nutrition_weight_control/
sugar and cancer

Azúcar y Cáncer – una relación comprobada

El papel del azúcar en nuestra salud está incuestionablemente ligado a muchos aspectos negativos. Cuanto más sabemos de nutrición, mejor entendemos este problema. Esto también ocurre en su relación con el cáncer.

Al día de hoy sabemos que el exceso de azúcar es una razón por la cual puede aparecer algún tipo de tumor relacionado con el  sistema digestivo. ¿Quiere decir que el azúcar “provoca” Cáncer? No. Esta relación es más compleja de lo que parece.

Relacionados pero no directos

No, el azúcar no provoca Cáncer. La sacarosa, que forma el azúcar común, no es en sí una molécula carcinogénica y no provoca mutaciones ni Cáncer por sí misma. Pero su exceso sí aumenta la probabilidad de sufrir un cáncer.

¿Cómo ocurre?

Existen varios estudios que relacionan el Cáncer de páncreas o de colon, por poner dos ejemplos, con el consumo de azúcar. Esto se debe, básicamente, a que el exceso de azúcar provoca problemas como la obesidad y exceso de grasa. Esto, a su vez, deteriora diversos tejidos y afecta al metabolismo, que al no funcionar bien provoca daños celulares.

A medio y largo plazo aparece el cáncer como consecuencia de este mal funcionamiento producido por el exceso de consumo de azúcar.

El azúcar también afecta al metabolismo

Por otro lado, el azúcar en sangre sí que tiene un efecto directo en el  metabolismo de las células tumorales. Estas obtienen una gran cantidad de energía a partir del azúcar en sangre. Las moléculas de glucosa libres son especialmente importantes en este proceso, que se conoce como “efecto warburg”. De esta forma, el azúcar que comemos va a la sangre y allí ayuda a alimentar a las células de los tumores.

Por supuesto esto no es tan sencillo, pero sabemos a ciencia cierta que los niveles de glucemia (concentración de azúcar en sangre) afectan a la proliferación de tumores cuando estos están presentes.

Por otro lado, Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos han comprobado que el exceso de azúcar aumenta la actividad de una molécula llamada beta-catenina, que está directamente relacionada con la progresión de ciertos tipos de Cáncer de intestino delgado, mama, ovario, páncreas y colon, entre otros.

De nuevo, hemos de insistir en que el azúcar no provoca Cáncer. Sin embargo, sí que ayuda a promover su crecimiento, además de ayudar a fomentar su aparición por los mecanismos indirectos de los que hablábamos antes.

  • Bostick, Roberd M., John D. Potter, Lawrence H. Kushi, Thomas A. Sellers, Kristi A. Steinmetz, David R. McKenzie, Susan M. Gapstur, y Aaron R. Folsom. «Sugar, Meat, and Fat Intake, and Non-Dietary Risk Factors for Colon Cancer Incidence in Iowa Women (United States)». Cancer Causes & Control 5, n.o 1 (1 de enero de 1994): 38-52. https://doi.org/10.1007/BF01830725.
  • Chocarro-Calvo, Ana, Jose Manuel García-Martínez, Soraya Ardila-González, Antonio De la Vieja, y Custodia García-Jiménez. «Glucose-Induced β-Catenin Acetylation Enhances Wnt Signaling in Cancer». Molecular Cell 49, n.o 3 (7 de febrero de 2013): 474-86. https://doi.org/10.1016/j.molcel.2012.11.022.
  • Gatenby, Robert A., y Robert J. Gillies. «Why Do Cancers Have High Aerobic Glycolysis?» Nature Reviews. Cancer 4, n.o 11 (noviembre de 2004): 891-99. https://doi.org/10.1038/nrc1478.
  • Michaud, Dominique S., Simin Liu, Edward Giovannucci, Walter C. Willett, Graham A. Colditz, y Charles S. Fuchs. «Dietary Sugar, Glycemic Load, and Pancreatic Cancer Risk in a Prospective Study». JNCI: Journal of the National Cancer Institute 94, n.o 17 (4 de septiembre de 2002): 1293-1300. https://doi.org/10.1093/jnci/94.17.1293.
  • «Overweight, obesity and cancer: epidemiological evidence and proposed mechanisms | Nature Reviews Cancer». Accedido 14 de febrero de 2019. https://www.nature.com/articles/nrc1408
Naturopatía

¿Qué es la Naturopatía?

La naturopatía es un enfoque integrativo  que incorpora y utiliza una gran variedad de técnicas de medicina tradicional, complementaria, y regenerativa.

Su objetivo es estimular la capacidad curativa innata del cuerpo y de la  mente, y facilitar que sus mecanismos de regulación y equilibrio como la homeóstasis y la adaptogénesis, alcancen un desempeño óptimo.

Algunas de sus herramientas terapéuticas:

• La Medicina Homeopática

• La Nutrición aplicada

• La Terapia alimentaria

• La Lisadoterapia

• La Medicina Tradicional China (herbolaria, acupuntura, etc.)

• La Medicina Ayurvédica

• La Fitoterapia (herbolaria estandarizada)

• La Quiropráctica

• La Massoterapia

• Aromaterapia

• Reiki

• Hidroterapias

• Talasoterapia

• Yoga y Calistenia

• Qi Gong/Chi Kung

• Técnicas contemplativas y de Meditación

• Modificaciones al estilo de vida y rutinas de ejercicio y descanso

Implica el diagnóstico (fisionómico, clínico, y psicosocial) y la prevención y el tratamiento de trastornos de salud, a través de terapias, métodos, y materiales naturales.

¿Cuándo optar por ella?

La naturopatía suele apoyarse en un diagnóstico clínico y estudios médicos previos, y se elige para complementar o sustituir (en el caso de iatrogenias), a la medicina convencional.

Se utiliza para fortalecer y coadyuvar en todas las enfermedades y grupos de edad.

Al considerar la enfermedad como una expresión de los desajustes en el campo vital del paciente, y a los síntomas como el lenguaje del cuerpo en su intento por retornar al equilibrio, se busca no solo paliar los síntomas, sino alcanzar un equilibrio emocional y orgánico para la sanación.

La Naturopatía se apoya en la capacidad del organismo para regenerarse, buscando siempre las causas del problema (el terreno biológico y mental de origen) y estimulando las capacidades innatas y adquiridas de auto curación y recuperación, cuidando del balance entre la nutrición y la desintoxicación celular, y el fortalecimiento del sistema inmunitario.

¿En qué se basa?

La Naturopatía se fundamenta en cambiar estilos de vida, alimentación, y la relación con el medio ambiente. Para ello se emplean gran variedad de productos naturales, técnicas y procedimientos.

Cada síntoma es una lucha del cuerpo para defenderse de una enfermedad. el naturópata encontrará las fórmulas para que el cuerpo deje de luchar de forma tan activa y que sea el propio sistema inmune el que resuelva la enfermedad.

El Naturópata también se encargará de aconsejarle al paciente los cambios de modos de vida a realizar: dejar atrás el sedentarismo, cambiar la dieta y cultivar aficiones saludables, son medidas exitosas para evitar contraer enfermedades comunes.

Beneficios de la naturopatía

Esta disciplina puede incluso aplicarse a la par de la medicina convencional.

Lamentablemente el uso y abuso de fármacos termina afectando seriamente al aparato digestivo, al funcionamiento renal y al hígado. Esta acumulación de tóxicos crea enfermedades paralelas a la original que complican mucho el diagnóstico y la cura de ambas dolencias, y es donde la naturopatía resulta un auxiliar insustituible.

La Naturopatía tiene como principal beneficio que todos sus tratamientos son de origen natural, no tienen efectos secundarios -salvo algunas intolerancias o alergias- y son asimilados por el  organismo de manera natural.

A nivel mental, se buscará siempre que cada paciente modifique su tren de pensamientos y modo de vida. Esto libera energía vital, y brinda una mayor  sensación de bienestar, propiciando un nuevo estilo de vida, más positivo.

Los tres pilares básicos de esta disciplina curativa son:

  1. Reforzar el organismo
  2. Convertir la existencia en algo más agradable
  3. Estimular el óptimo funcionamiento del individuo.

Adaptarse a los cambios con mayor naturalidad, es una de las múltiples medidas que propone la naturopatía para mantener un buen estado de salud.

¿Qué tipos de tratamiento ofrecen los naturópatas?

Hay 6 principios básicos para el tratamiento de pacientes:

1. Identificar y tratar la causa

2. Usar el poder curativo de la naturaleza

3. No hacer daño

4. Tratar a la persona en su totalidad

5. La prevención y promoción de la salud

6. Ser un profesional cualificado en formación permanente

Los naturópatas solicitan diagnósticos clínicos y médicos, como exámenes físicos, pruebas de laboratorio, revisiones ginecológicas, evaluaciones nutricionales, test de alergias, y otras pruebas diagnósticas. A través de estos diagnósticos, pruebas y exámenes, más el interrogatorio y vinculación con el paciente, se adoptan los tratamientos acordes a las necesidades de cada individuo.

¿Qué afecciones trata la naturopatía?

Existe una amplia gama de afecciones que los naturópatas tratan, ya sea solos o junto con tratamientos médicos convencionales. Estos incluyen:

  • Afecciones agudas: dolores de cabeza, dolor de garganta, infecciones de oído, resfriados y gripes.
  • Enfermedades crónicas: migrañas, dolor músculo-esquelético, problemas gastrointestinales, ginecológicos y de fertilidad, artritis y enfermedades cardíacas.
  • Problemas mentales y emocionales: estrés, ira, depresión o ansiedad
  • Lesiones físicas y traumatismos

Cuando termina la intervención naturopática

Esta terapia no termina cuando se palian los síntomas de la enfermedad. Por norma general, esta tendencia se convierte en una forma de vida que ayuda, de forma eficiente, a prevenir todo tipo de enfermedades.