Cómo sobrevivir a las radiaciones de baja intensidad

El ciudadano promedio no sabe que con cada clik arriesga su salud.

Los campos electromagnéticos de baja intensidad (cebis o emfs) están ligados al Cáncer, Alzhéimer, Esclerosis Múltiple, Fatiga Crónica, Abortos Espontáneos, y otras enfermedades devastadoras, siendo una preocupación moderna para la salud pública.

Pero como resulta ya imposible evitarlas, aquí algunos consejos de cómo reducir su impacto en nuestra salud.

Riesgos ocultos

Estos CEBI’s o EMF’s creados por celulares, líneas de electricidad, microondas, y muchos artefactos electrónicos  y magnéticos, nos impactan induciendo:

  • Ansiedad 
  • Depresión
  • Desmemoria
  • Fatiga crónica
  • Neblina mental

Los tres aparatos que emiten los campos más intensos y nocivos son:

Microondas. Tumores Cancerosos, Jaquecas, Fatiga, Vértigo, Caída del Cabello,  Descoordinación Muscular y Cardiaca, Vista Borrosa y Elevación del Colesterol.

Computadoras. Latidos Irregulares, Desórdenes del Sueño, Abortos Espontáneos, Jaquecas Severas, Malfuncionamiento de Tiroides, Baja Energía, Estrés, Mareos, Desmemoria, y Disminución de la Libido.

Teléfonos celulares. Insomnio, Desmemoria, Vértigo, Nausea, Problemas Oculares, Desconcentración, Adelgazamiento del Cabello, Malestar Respiratorio, Acufenos (Zumbidos en Oídos), Tumores Cerebrales, y Aneurismas.

Protegernos de estos campos es crucial para la salud y el bienestar.

Desconectarse para preservar la salud

Evitar completamente la radiación electromagnética resulta imposible, pero el reducir la exposición disminuye el impacto sobre nuestra salud. 

Primero: apagar o desconectar los aparatos que no estén en uso. 

Segundo: evitar las redes WIFI, especialmente en casa. 

Tercero: Recargar completamente las laptops y luego desconectarlas. Si la PC necesita conectarse a una fuente de poder, asegurarse que las clavijas y los enchufes estén lejos del cuerpo. 

Cuarto: Alejarse de luces fluorescentes o de halógeno. Ambas tecnologías producen campos muy elevados. Las LED son una alternativa segura.

¿Teléfono inalámbrico? 

Evitar la tecnología DECT porque transmite una radio frecuencia muy fuerte, aun cuando no esté en uso. Mantenerlo alejado de la cabeza usando el modo altavoz. Lo mismo es válido para los celulares.

Pero no basta evitar las fuentes. También hay que fortalecerse para reducir los efectos del impacto en la salud.

Prevenir y reparar el daño.

Aterrizar” el cuerpo caminando descalzo en arena o pasto húmedo por al menos 10 minutos diarios.

Alimentos y suplementos protectores:

– Algas Marinas (por el Yodo)
– Vitamina D3
– Espirulina
– Cúrcuma
– Complejo B
– Melatonina
– Tulsi
– Omega-3
– Glutatión
– Azufre orgánico (Ajo, etc.)
– Selenio
– Zinc

Para no resultar víctimas de tanto “adelanto”  tecnológico sigue siendo sensato fortalecer la alimentación, mantener contacto con la naturaleza, y desconectarse con la mayor frecuencia posible.

Referencias bibliográficas.

  • Vivir en casa sana, Mariano Bueno, Ed. Martínez Roca.
  • El gran libro de la casa sana, Mariano Bueno, Ed. Martínez Roca. 
  • Edificación Solar Biológica, Pierre Robert Sabady, Ed. CEAC. 
  • The Nontoxic Home & Office, Debra Lynn Dadd, Tarcher Inc.
  • Efectos biológicos de los campos electromagnéticos de frecuencia baja, artículo de la Revista de la Asociación Española de Medicina del Trabajo. 
  • Boletín No. 69: Electricidad y Radiación, de la Organización Internacional del Trabajo

No dormir bien hace más daño de lo que pensábamos 

El mexicano actual duerme un promedio de 6 horas cada noche, y se sabe hace tiempo que las horas de sueño declinan con la edad. 

Vivimos una cultura que cree que dormir es un lujo, algo que se sacrifica si hace falta, que para eso es la cafeína y bebidas que dan alas. Pero al reducirse el promedio de sueño hemos obtenido mayores tasas de obesidad y diabetes. 

Según estudios del Centro de Sueño del hospital John Radcliffey la Universidad de Surrey, Inglaterra, una de las cosas que hace el cerebro es pasar recuerdos del archivo temporal al archivo de largo plazo, para que tengamos más espacio para recuerdos de corto plazo al día siguiente. Si no se duerme adecuadamente, estos recuerdos se pierden. 

Siempre pensamos: “Dormiré menos entre semana pero me recuperaré el fin de semana”. Pero 

¡Lástimaaa Margaritooo! Porque no funciona así ya que los recuerdos deben ser consolidados en 24 horas. 

Así que es importante que si está estudiando o tendrá un examen, asegurarse de dormir razonablemente. Quienes no lo hacen tienen resultados inferiores al 40% en comparación con los que duermen bien. 

El sueño profundo sólo dura unas horas. Esta es la fase en que no te puedes ni mover. Pero los músculos de los ojos si lo hacen; de ahí que se le llame sueño MOR (de Movimientos Oculares Rápidos). 

Durante el sueño MOR suceden cosas extraordinarias: Un químico relacionado con el estrés (la noradrenalida) se apaga. Es el único momento en que esto pasa en el día o en la noche. Nos permite permanecer calmados mientras el cerebro reprocesa las experiencias y nos ayuda a manejar eventos emocionales difíciles. 

Obtenemos más sueño MOR en la última mitad de la noche. Lo que significa que si a uno lo despiertan inesperadamente, puede que el cerebro no haya manejado todas las emociones, y nos

deje una estela de estrés y ansiedad. Tomar alcohol en la noche reduce el sueño MOR mientras el cuerpo lo procesa. 

Cientos de genes afectados 

Pequeños cambios en el patrón de sueño pueden producir una enorme diferencia. 

Las pruebas de computadora revelaron que la mayoría encontraron difíciles las tareas que requerían agilidad mental si habían dormido menos, pero los resultados más interesantes salieron de los exámenes de sangre. 

Se encontraron unos 500 genes afectados. Algunos iban hacia arriba y otros hacia abajo. Lo que descubrieron fue que se dormía una hora menos, los genes asociados con procesos como: 

inflamación, respuesta inmune y respuesta al estrés se volvían menos activos. También se notó un incremento en la actividad de los genes asociados con la diabetes y el riesgo de cáncer. Lo contrario ocurría cuando se añadía una hora de sueño. 

Así que el mensaje contundente de este experimento es que si usted duerme menos de 6-7 horas, con agregar una hora más puede prevenir problemas degenerativos y estrés, mejorando su salud. 

Los refrescos alteran la conducta infantil 

Ya se sabía que el consumo de sodas, jugos y refrescos está relacionado con la obesidad y diabetes. Pero ahora se reconoce que estas bebidas alteran la conducta infantil. 

Un estudio publicado en Journal of Pediatrics muestra que refrescos, sodas y jugos procesados alteran la conducta infantil provocando hiperactividad, irritabilidad, y menor concentración. Resulta además que las bebidas azucaradas pueden provocar actitudes agresivas, violentas y hasta suicidas, alterando la química cerebral y el equilibrio fisiológico. 

A estas conclusiones llegó la Dra. Shakira Suglia con sus colegas de la Universidad de Columbia, la Universidad de Vermont, y la Escuela de Salud Pública de Harvard, estudiando a 3,000 niños de 5 años enrolados en el Estudio de Bienestar Infantil y Familias Frágiles. Estos niños provenían de 20 ciudades grandes de todo Estados Unidos, y las madres reportaron puntualmente su consumo de las bebidas señaladas y sus rasgos de conducta. 

Al analizar la información, se encontró que el 43% de los niños consumían al menos 1 bebida al día y el 4% consumía 4 o más bebidas al día. Pero lo que más los asombró fue que con cada incremento en el consumo de bebidas, aumentó la tasa de eventos agresivos, de retraimiento, y desórdenes de atención entre otras condiciones. 

Descontando factores externos como el estatus socioeconómico, estabilidad de los padres (o la falta de estos), y las condiciones de vida, los investigadores verificaron que el consumo de bebidas es una causa directa de problemas conductuales en infantes. De hecho, los niños que consumieron 4 o más bebidas al día, demostraron el doble de incidencia de pelear, destruir las cosas ajenas, y agredir físicamente a otros niños. 

La Dra. Suglia comentó que “encontramos que la conducta agresiva de los niños aumentó proporcionalmente al mayor consumo de ingestas por día”. 

El cerebro es perjudicado a cualquier edad por sodas y refrescos. 

Estudios anteriores hallaron que niños mayores, adolescentes y hasta adultos, también son afectados conductualmente por el consumo de bebidas como sodas, refrescos y jugos industrializados. El estudio publicado en 2011 en la Revista Injury Prevention reportó que adolescentes que ingieren al menos 5 latas de soda por semana (menos de 1 lata por día), son más propensos a tendencias violentas y agresivas. 

De igual manera, en otro estudio realizado por los mismos autores, se vio que individuos de todas las edades son más propensos a problemas conductuales y anímicos como beligerancia, depresión y suicidio. Estos estudios muestran que a lo largo y ancho del espectro de edad, el ingerir sodas, refrescos, jugos procesados y bebidas densas en azúcares, es una forma segura de alterar el cerebro y la salud mental. 

Los autores del estudio publicado en la Revista Journal of Pediatrics dicen: “las bebidas referidas son altamente procesadas y contienen gas carbónico, alta fructosa, ácido cítrico o ácido fosfórico, aspartame, benzoato de sodio y a menudo también cafeína, y cualquiera de estos ingredientes puede por sí solo alterar la conducta adversamente”. 

Shakira F. Suglia, Cristiane S. Duarte, Earle C. Chambers, and Renée Boynton-Jarrett:“Social and behavioral risk factors for obesity in early childhood” National Library of Medicine , 1 de octubre 2014. https://bit.ly/3jjaBsc

Sara J. Solnick & David Hemenway: “Soft drinks, aggression and suicidal behaviour in US high school students” International Journal of Injury Control and Safety Promotion, 8 de julio de 2013. https://bit.ly/3WsQHJO

Debra McKinney Banks: “Ice cold trouble: do the risks of soda outweigh the refreshment?”. Gale Onefile Health and Medicine. Septiembre-Octubre 2015. https://bit.ly/3hH6tBQ

Jana Holubcikova, Peter Kolarcik, Andrea Madarasova Geckova, Sijmen A. Reijneveld & Jitse P. van Dijk “The mediating effect of daily nervousness and irritability on the relationship between soft drink consumption and aggressive behaviour among adolescents” International Journal of Public Health, 4 de julio de 2015. https://bit.ly/3WCkcbS



Candidiasis: fermentación mental e intestinal

No todas las “ñáñaras” son mentales. Cuando usamos antibióticos multiplicamos las levaduras, que liberan toxinas y debilitan las defensas, y conducen a infecciones repetitivas. Pero como cada infección es tratada nuevamente con antibióticos, se vuelven a fortalecer instalando un círculo vicioso. 

Además, una alimentación rica en azúcares y carbohidratos refinados también las promueve. Y se generan problemas mentales porque las defensas, las hormonas y el cerebro están íntimamente relacionados. 

Depresión 

Millones sufren depresión y toman prozac y otros medicamentos controlados, que nunca deberían administrarse sin conocer la causa subyacente de la depresión. 

Como otros padecimientos crónicos, la depresión tiene diversas causas. La Candidiasis es de las primeras, en especial para mujeres. Entonces, si sufres depresión o alteraciones similares, puedes tener historial de: 

1.- Uso reiterado o prolongado de antibióticos

2.- Síntomas digestivos persistentes 

3.- Infecciones de: vagina, próstata, pie de atleta, hongos en uñas o genitales. 

Entonces cualquier tratamiento contra levaduras puede aliviar dramáticamente las depresiones. 

Trastorno Maniaco Depresivo (TMD) 

Recientemente muchas personas con TMD reportan respuesta positiva a la terapia anti-fúngica que llega a detener las crisis, aminorando y abreviando las depresiones hasta desaparecerlas en 3 meses. 

Autismo 

Desde los 80’s muchos padres de niños autistas reportaron que mejoraban con terapias anti-cándida y que esto se incrementaba con dietas sin azúcar. Casi siempre, los primeros síntomas de autismo surgieron durante el 2do y 3er año justo después de tratamientos repetitivos contra infecciones de amigdalitis, otitis y otras relacionadas. 

En 1994 un estudio con 8,700 padres de autistas encontró lo siguiente: 

De 31 medicamentos prescritos, el Ritalin fue el más recetado. Solo 26% reportó mejoría, y 46% empeoró con Ritalín. El antifúngico Nystatin produjo la mayor mejoría con 49% y solo 4% empeoró. 

Otras investigaciones encontraron elevados los metabolitos fúngicos y otros ácidos en la orina de niños con autismo y Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad (SDAH). Después de tratamiento con medicamentos antifúngicos y dieta apropiada todos mejoraron. 

El Autismo, al igual que otras disfunciones devastadoras, en muchos niños están relacionadas con las levaduras. 

SDAH 

Casi todos los niños con el síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad tienen historial de tratamientos con antibióticos como Amoxilina y otros de amplio espectro. Un estudio demostró que 69% de niños con problemas escolares medicados para SDAH tenían un historial de más de 10 tratamientos. 

Los antibióticos barren las bacterias digestivas amigables convirtiendo a la Candida albicans, de flora benéfica, en organismo invasivo y tóxico que afecta sistemas nervioso, inmunológico, hormonal y diferentes órganos y tejidos. 

La dieta es otro factor. Muchos síntomas mentales son causados por intolerancias alimentarias que producen “alergias cerebrales”. 

Los más culpables son: leche de vaca y muchos lácteos, trigo y derivados, chocolate, huevo y maíz sin nixtamalizar. Además, endulzantes como azúcar de caña y jarabe de alta fructosa, son causa de hiperactividad. 

En un experimento, se trataron 182 niños con estos problemas, eliminando de su dieta durante 7 días los alimentos mencionados, más naranja, colorantes y conservadores. Cuando mejoraba su condición se introducían uno a la vez por un solo día y se anotaban sus reacciones. Después de 5 años: 

El 70% de los padres estuvieron seguros de que la hiperactividad de sus niños estaba relacionada con ciertos alimentos. Los mayores responsables de la hiperactividad en 136 niños fueron: Azúcar 77; Colorantes, aditivos y saborizantes 48; Lácteos 38; Maíz 30; Chocolate 28; Trigo 15. 

Esquizofrenia 

El Dr. Pfeiffer, pionero en tratamiento nutricional de problemas mentales, menciona que la candidiasis crónica es una de las causas menos conocida de esquizofrenia. 

En Resumen: 

La alimentación, la nutrición y la ecología digestiva, son factores fundamentales para el bienestar físico y mental, y también son las herramientas para recuperar la salud y el equilibrio.

El ruido nos mata en silencio 

La contaminación ambiental por ruido es gravísima, y todos estamos expuestos a niveles de ruido que deterioran la audición y nuestra calidad de vida. Y Ensenada se ha convertido en una ciudad majaderamente ruidosa haciendo la convivencia cada vez más hostil destruyendo la calidad de vida. Lo peor es que existe una legislación desde los 1950´s que es letra muerta. 

La investigadora Blanca Jiménez Cisneros dice que el problema menos atendido en nuestro país es la contaminación por ruido.

José Antonio Peralta del IPN, publicó “El ruido en la Ciudad de México” donde relata los estragos que causa: 

No sólo sordera. También provoca agresividad, contribuye al aislamiento, produce estrés, genera insensibilidad, afecta la eficiencia en el trabajo, interfiere con un buen desempeño de actividades y perturba el sueño. 

Reporta que la legislación sólo incluye daños por sordera, y no los fisiológicos y psicológicos asociados al ruido. Realizó un “muestreo” en el DF: durante una hora registró el ruido con la ventana del conductor abierta circulando en día hábil de 12-14 horas y registró 80 decibeles promedio. Pero como la ley sólo regula lo que sobrepasa los 90 db los choferes quedan desprotegidos. Peralta se pregunta: “¿Hasta qué punto la agresividad e intolerancia de los choferes son inducidos por el ruido en que están sumergidos?”. 

El otro punto que destaca es el ruido en ambientes de “diversión”. Peralta midió los decibeles en fiestas populares y encontró un nivel mayor al permitido en las fábricas. ¿Cómo entender que en momentos de esparcimiento las personas se pongan en riesgo? ¿Qué ocurre con sus oídos que un volumen tan alto ya no les causa molestias? 

La explicación es la atrofia auditiva, o “Hipoacusia”: la reducción de la capacidad de oír, producida por exposición prolongada a sonidos de alta intensidad. 

En centros de juegos con maquinitas encontró el mismo nivel de ruido que en las industrias.

Pero en todo México la legislación contra el ruido es tibia, y su aplicación casi inexistente. 

Estas leyes nacieron para proteger a los trabajadores de fábricas, pero ahora deben incluir a los ciudadanos en las calles y en sus hogares. Pero habrá que vencer intereses económicos y fomentar la convivencia respetuosa. 

¿Qué hacer cuando los vecinos ponen la música muy fuerte, ensayan su guitarra eléctrica o su batería, anuncian con altavoces sus productos, o suenan claxonazos bajo la ventana? 

El problema del ruido tiene soluciones legales, políticas y culturales. Más no se vio ninguna propuesta en las agendas electorales o legislativas que encare la necesidad de controlar el efecto negativo que produce esta dañina molestia. 

Eduardo Muscar (Universidad Complutense), escribió: el ruido en la ciudad “nos ha convertido en una masa de neurasténicos, agresivos, tensos, fatigados e insensibles y, sobre todo, incapaces de ver nuestro deterioro provocado por la integración del ruido en un sistema bárbaro de valores de vida urbana”. 

Requerimos más lugares sociales -parques, jardines, cafeterías, restaurantes y salones de baile- donde se pueda platicar sin desgañitarse. Pero, sobre todo, tenemos que dejar de producir ruidos, que son una agresión psicológica y fisiológica a nuestros semejantes.